Estando sentada en mi temporal cama, escuché el ruido de la puerta de mi habitación. Con sorpresa, me incorporé dispuesta a decirle a Naruto que estaba bien. Porque era bastante evidente que Sasuke no sería capaz de encontrarse detrás de mi puerta en aquel momento.
Por ello, grande fue mi sorpresa al notar que mis pensamientos estaban errados. Sasuke Uchiha se encontraba en el pasillo, dándome la espalda mientras se alejaba de mi puerta. Tal vez se había confundido, buscando el baño. Pero al notar que la puerta de mi habitación estaba abierta, volvió su mirada sobre mi, y pude entrever en ella una tristeza que me sorprendió con enormidad. Sus ojos parecían más oscuros que de costumbre, haciendo que mi mente lo comparara con una noche sin estrellas, vacía y solitaria. Esa era una manera bastante acorde para describirlo. O, mejor dicho, como él quería que el resto lo viera.
—¿Necesitas algo? —pregunté, a la expectativa.
—No, en realidad... Nada —contestó, agachando su mirada por un pequeño instante. Luego, levantó la vista, con determinación —. Solo quería disculparme por la idiotez que dije abajo.
Lo miré con sorpresa. Honestamente, no lo esperaba. Que él se disculpara por hacer un comentario tan... Sasuke, me dejó atontada por unos instantes. Pero, a pesar de estar haciendo algo poco propio de él, su mirada seguía fija en mi, ausente de la anterior vacilación que antes sus facciones habían reflejado.
—No es nada— le dije, mientras hacía un gesto con la mano, para restarle importancia. Aunque, en realidad, aquella acción por su parte me había derretido.
—¿En serio?
Otra vez, le aseguré que no había pasado nada, y estaba dispuesta a despedirme de él, para volver a mi habitación, cuando noté que su mirada había quedado suspendida en un punto fijo de la puerta, parecía que se estaba debatiendo en su interior sobre decir otra cosa, o irse.
—¿Querías decirme algo más? —pregunté, animándolo a hablar.
Me miró otra vez, mientras, supuse, se preguntaba cómo había llegado a aquella conclusión, y comencé a dudar de mi seguridad. Tal vez solo estaba buscando la manera de despedirse sin ser descortés. Luego de unos segundos interminables, se dispuso a hablar.
Sasuke
—En realidad... —comencé, sin saber cómo seguir mi oración. Me era muy difícil expresar mis sentimientos a otra persona.— Estoy totalmente frustrado. Quiero demostrarles a las dos personas que más me importan en este maldito mundo que ya no soy la misma mierda que tanto los hizo sufrir. Necesito que sepan que estoy intentando ser una buena persona, cambiar para hacer lo correcto, pero es difícil.
»Cada vez que intento ser amable, una frase hiriente sale de mí antes de que pueda hacer algo para evitarlo. Al intentar ser positivo, miles de pensamientos me invaden, evitando que pueda ver cualquier tipo de luz. A veces, creo que en cualquier momento ustedes dos van a caer en cuenta de la verdadera mierda que soy, y van a abandonarme, dejándome solo con mi oscuridad otra vez, solo que en esta ocasión sin yo elegirlo, y sin poder hacer algo para remediarlo.
Al terminar de hablar, miré a la persona que se encontraba frente a mí, expectante, aunque sin saber muy bien qué respuesta deseaba escuchar. Comencé a arrepentirme, era la primera vez que me abría con tanta honestidad a alguien. También, probablemente sería la última.
—Es molesto, y me siento un real estúpido por estar diciéndote esto. Así que, haz como si no hubiera dicho nada. Olvídate de todo lo que te dije, es solo una idiotez— dije, mientras comenzaba a acercarme a las escaleras, nuevamente.
De un momento a otro, sentí como unos pequeños, aunque seguros brazos me rodeaban, notando la frente de mi amiga apoyada en mi espalda. Me quedé estático en mi lugar, no esperaba como respuesta un abrazo, aunque este parecía tan genuino que contuve la respiración.
—¿Por qué nunca nos dijiste que sentías algo así? Naruto y yo somos tus amigos,estamos para eso— contestó ella sin moverse de su posición. Estaba por responderle, pero, antes de que pudiera pronunciar palabra, continuó: —Déjame terminar de hablar, por favor. También eres de las personas más importantes en mi vida, y sabes que en la de Naruto también. Conoces todo lo que hicimos, y sufrimos por ti. No te lo estoy recriminando, pero quiero que tomes conciencia de que si pasamos todo eso, no hay nada en este mundo que pueda hacer que nos alejemos de ti.
»Además, cuando te sientas tan abrumado, no es necesario que sigas manteniendo esos impenetrables muros que te rodean. Puedes bajar la guardia, al menos por un rato, y contármelo, antes de que eso te haga peor. Eres muy, muy importante para mi, no me gusta verte sufrir más de lo que lo haz hecho. A veces, Sasuke Uchiha también puede necesitar un poco de paz consigo mismo.
No sabía cómo responder a eso. Ahora los roles parecían invertidos. Ella seguía abrazándome, con su cuerpo recargado contra mi espalda, y eso me daba aún más alegría que sus palabras. No podía explicar con exactitud por qué, pero así era.
Hablaba de mis muros, pero no notaba que estos se estaban cayendo a pedazos por su sola presencia, y eso me daba muchísimo miedo, aunque sentía que era demasiado pronto para expresarlo. Ya habían sido demasiadas revelaciones dramáticas por mi parte, así que me limité a murmurar un «Gracias» y bajé las escaleras, a pesar de lo mucho que me costó poner fin a nuestro contacto, sentí frío en los lugar en los que antes sus brazos me habían rodeado.
Al poner un pie en el primer piso, unos ojos azules me miraron de arriba abajo, mientras sonreía de manera exagerada. Esto me fastidió un poco, temía que hubiera escuchado mi conversación con Sakura, aunque notaba que después de ella mi humor estaba cambiado para mejor, y ni Naruto Uzumaki, la persona más molesta del mundo, podía arruinarlo.
—¿Pudiste hablar con ella, teme? —preguntó, aumentando aún más su sonrisa, recordando a un niño pequeño.
—No es de tu incumbencia, usuratonkachi.
—¿Seguro? Iré a preguntarle a Sakura-chan —contestó.
Había hablado demasiado pronto, mi rubio mejor amigo podía fastidiarme con mucha rapidez, mandando al cuerno cualquier rastro de buen humor que intentase guardar para mi. Por ello, como respuesta, me limite a ignorarlo, y caminar rumbo hacia mi habitación.
Pensé en todo lo que había hablado con Sakura. Siendo honesto, una mezcla de alegría y temor luchaban por controlar mi sentir. Por un lado, en mí había una libertad que no había sentido con anterioridad en mi vida, sabiendo que alguien entendía exactamente lo que sentía, sin tener que haberlo comunicado a golpes como me sucedió con Naruto: era una emoción nueva para mi. Esta forma era mucho más simple, y no necesitaba perder una parte vital de mi cuerpo para lograrla. Aún así, no esperaba que esto se hiciera rutina: me había costado pronunciar aquella confesión, sintiéndome totalmente vulnerable al dejar mis sentimientos al descubierto.
A pesar de lo mucho que me costó, cuando finalmente me abrí con Sakura, fui sorprendido con la facilidad con la que luego seguí hablando, resultando fácil entenderme con ella. Había encontrado la paz que había nombrado en sus palabras, en la serenidad con la que rodeaba mi torso, en su cálido aliento en mi espalda... Mis pensamientos comenzaban a perder el sentido original, sin poder lograr que volvieran a él, por lo que decidí dormir.
En la mañana, deberíamos planificar una gran cantidad de cosas para poder llegar a la Aldea del Trébol en el tiempo acordado, evitando complicaciones, por lo que debería estar descansado, y listo para seguir el camino.
I am back! Se que es un capitulo muy corto, y que me fui por muuchos meses. (Ni siquiera se si todavia hay alguien leyendo esto) pero espero que la intensidad de este capitulo lo compense. Hasta ahora, es el que más me gusta, espero que les agrade.
Ahora si, prometo intentar actualizar con más frecuencia.
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After the War (NaruHina/SasuSaku) #Wattys2019
FanfictionLuego de finalizar la Cuarta Guerra Ninja, Naruto y sus amigos disfrutan de algunos años de paz, pero un día, estos shinobis deben volver a luchar para defender el mundo en el que viven. ¿Pero qué sucede, luego de regresar de la batalla con el héroe...