Soy Tu Dueño | | [Emiliaco]

Capítulo 4

Joaquín

Todo estaba marchando de maravilla con Eduardo, estábamos conversando de cosas interesantes sobre nuestras vidas, pero alguien llegó a cubrirme los ojos, al principio no tenía ni la más remota idea de quien era, ya hasta al final que descubrí que era Emilio.

¿Qué se supone que hace Emilio en mi primera cita? Empezó a atacar y decir cosas a Eduardo que realmente me dejaron en un estado de paralización total, ¿como te tomas que el amor de tu vida, que decía no amarte, te este celando? Cada palabra que salía de la boca de Emilio hacia que Eduardo se enojara cada vez más conmigo.

Quería explicarle todas las cosas que Emilio estaba diciendo sobre nosotros, que él y yo realmente no éramos nada, pero algo dentro de mí impedía que lo hiciera, mi capacidad para hablar o si siquiera formular alguna frase, se había ido completamente de mi.

Cada minuto que Emilio hablaba con Eduardo se volvía eterno, en estos momentos quería que la tierra me tragara y me expulsar a en otro lugar, después de la pequeña discusión entre ellos dos, Emilio me llevó a otro lugar un poco solitario, casi nadie pasa por estos rumbos de la escuela, es como una área prohibida para los estudiantes.

Logre salir de mi pequeño trance y me incorpore para preguntarle; ¿por qué mierda había dicho todo eso?, ¿no se supone que no me ama?, ¿acaso cambio de opinión tan rápido?, miles de preguntas se venían a mi cabeza, pero con solo una era más que suficiente para que me explicara todo.

Cuando logre por fin le pregunté lo que quería saber, en ese preciso momento que finalice mi pregunta sentí los labios de Emilio sobre los míos, mis ojos se abrieron a más no poder, ¿que le pasa?, hace unos días me dijo que no me amaba y ahora me está besando y me celo de mi posible pareja.

No voy a negar que sus labios y los míos encajan perfectamente, muy al principio del beso no le correspondi me quedé estático, no me esperaba este beso, sinceramente no sabía cómo reaccionar o incluso que hacer. Al final terminé por corresponder el beso que no transmitía otra cosa más que amor. El beso finalizó, por ende Emilio mordió levemente mi labio inferior y volvió a unir sus tibios labios con los míos para iniciar otro beso.

Lo que relaciona este beso con el beso anterior es que ambos fueron tiernos y largos, ambos llenos de amor. El segundo beso finalizó debido a la falta de aire en nuestros pulmones. Ambos nos separamos lentamente del otro, tratando de regular nuestra respiración, parecía como si hubiéramos corrido un maraton. No podía dejar de mirar a Emilio esperando que me explicara toda esta situación, y él se dedicaba a mirarme con una sonrisa de oreja a oreja y su mirada era tierna.

—¿Por qué me...? —Emilio ni siquiera dejó que terminará mi pregunta, porque llevo un dedo a mi boca, obligándome así a guardar silencio absoluto

—No comprendo como estuve ciego tanto tiempo —mencionó, sus ojos tenían un brillo especial y reflejaban amor puro—. Te amo Joaquín Bondoni Gress

—¿Disculpa? —al escuchar lo último dicho, sentí un sin de sensaciones recorrer mi cuerpo, mis ojos se abrieron a más no poder, mi corazón latía demasiado rápido sentía que en cualquier momento saldría de mi pecho

—Te amo Joaquín y lo hago como no tienes idea —sentí los brazos de Emilio rodear mi cintura, nunca pensé que diría algo así, hace un par de días lo veía imposible

—¿Lo dices enserio? —pregunté dudando un poco de lo anteriormente mencionado, lo hago porque hace unos días había dicho que no lo hacía

—Créeme que no miento cuando lo digo —respondió pasando sus manos por mi cintura hasta agarrar mis manos y entrelazar nuestros dedos