El aire estaba cálido, pero el ambiente alrededor seguía cargado de un gris melancólico, como si las nubes se hubieran alineado con el ánimo de quienes se encontraban en ese pequeño jardín.Sentado entre el césped desordenado de la casa de su mejor amigo, Taehyung miraba al suelo, su corazón apesadumbrado por el peso de un amor que parecía haberse transformado en una cruel broma del destino. Necesitaba el apoyo de la única persona que siempre estuvo ahí, aunque esta vez sentía que ni siquiera su presencia podría aliviar el dolor que le causaba haberse enamorado de la persona equivocada.
—¿Aún le envías mensajes? —Preguntó Jimin, entregándole una lata.
Taehyung negó con la cabeza, tomando un sorbo largo y frío de la cerveza, intentando apagar el ardor en su pecho.
—No... ya no le envío nada. Solo necesito beber, mucho. —Sonrió con una amargura que no pudo ocultar. Sus ojos, aunque cansados, intentaron mostrar alegría. —Me alegra verte feliz, Hyung. No tienes idea de cuánto necesitaba esto.
Jimin notó la falsedad en esas palabras, pero decidió no presionar. Su amigo había pasado por demasiado últimamente. Él mismo estaba lidiando con sus propios asuntos, apenas había asimilado la confesión de Yoongi, pero no iba a permitir que su propia incertidumbre lo distrajera de la verdadera prioridad: el estado emocional de Taehyung.
—Ese idiota... —Murmuró Jimin refiriendose a Yoongi, volviendo a tomar un sorbo de su cerveza. —Mira, te seré sincero. Me siento bien, pero no se trata de mí ahora, se trata de ti. ¿Por qué te fuiste temprano de clases? Oí que te sentías mal.
—Ah, fue solo un dolor de cabeza. —Mintió Taehyung, desviando la mirada. Sabía que si le contaba lo que realmente sucedió en el lavamanos, Jimin perdería el control. —Creo que solo necesitaba esto, desconectar por un rato —Dijo, tomando otro sorbo que parecía no ser suficiente para ahogar la tristeza.
Jimin lo observaba con recelo, conocía a su amigo mejor que a nadie. Sabía que Taehyung, cuando se trataba de sus sentimientos, siempre había sido frágil, como una hoja al viento. Y aunque ahora intentara ocultarlo, no había duda de que el chico estaba destrozado por dentro.
Poco a poco, el día avanzó y antes de que se dieran cuenta, Taehyung ya estaba por su tercera lata de cerveza, bebiendo con desesperación, como si de algún modo pudiera escapar de la marea de emociones que lo asfixiaba.
—¡Hey, tranquilo! Bebe con calma, ¿sí? —Jimin le sonrió suavemente, intentando quitarle la lata de las manos.
—No me digas qué hacer —Gruñó Taehyung, arrebatando la lata y bebiendo de un solo trago, con una rabia contenida que dejó a Jimin sin palabras.
—¡Idiota! —Exclamó Jimin, enfurecido por la actitud autodestructiva de su amigo. —Sabes que no puedes tomar tanto, ¡tu cuerpo no lo resiste! Ya no te daré más hasta que te calmes. Solo intentamos relajarnos, no acabar peor.
Pero Taehyung no escuchaba. De repente, cubrió su rostro con ambas manos, como si el simple hecho de bloquear la vista del mundo pudiera también detener el torrente de pensamientos oscuros que lo consumían. El recuerdo de Jungkook lo atormentaba, aquel beso que no salía de su mente. La decepción lo tenía atrapado en un ciclo de dolor.
—¿Estás bien? —Preguntó Jimin, ahora con una profunda preocupación en su voz. Observó cómo los sollozos suaves de Taehyung comenzaban a escapar, aunque el castaño intentaba inútilmente ocultarlos.
—¿Por qué me hizo esto, Hyung? —Gimió Taehyung, con su voz quebrada por la angustia. —¿De verdad me lo merezco?
El pecho de Jimin se apretó al ver a su amigo tan destrozado. Sin pensarlo dos veces, se inclinó y lo abrazó con fuerza, sosteniéndolo como si intentara recoger los pedazos rotos de su corazón.
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¡No soy gay! - Taekook
FanfictionAnte los ojos de Kim Taehyung, Jeon Jungkook es el chico de sus sueños de quién se enamoró a primera vista. ¿Será posible que Kim Taehyung haga cambiar de gustos y la forma de pensar al pelinegro quién no es gay? ''Hyung, me gusta demasiado, realmen...