—Jeje, como pensé, no han terminado de llevarse el tren.
Regresé al área de antes, dónde se encontraban levantando, cortando, separando y acomodando las partes del tren que derribamos.
Sin duda sería un trabajo pesado aún con sus máquinas, pues la cabina de mando no solo se destruyó, el resto de los vagones quedaron separados de las vías por almenos una decena de metros; algunos estaban torcidos y otros de cabeza, unos incluso estaban unidos entre ellos debido al choque.
Cuidando había una armada incluso más grande que la que enfrenté antes junto con tres robots aracnoides, pero esta vez no cometería el mismo error que casi me mata.
—Rika ¿no dijiste que uno de esos robots estuvo cerca de matarte? —Jazmín también estaba preocupada.
—Si, pero ahora es diferente porque estás conmigo.
—¿Enserió?
—Así es —hice un guiñó y seguí—. Ahora pon una barrera alrededor de los robots más grandes.
Desde nuestra posición oculta entre los escombros de la vieja ciudad, Jazmín levantó un escudo alrededor de los robots aracnoides que vigilaban el lugar; encerrando también a varias de las tropas y trabajadores.
—Ahora mantenlo mientras me deshago del resto —dejé a Jazmín y salí de mi escondite mientras disparaba a las tropas y robots que habían quedado libres. Estaba decidida a probar el apuntador automático en mis lentes de contacto.
Dado que se conectaban con mi arma, era absurdamente sencillo disparar.
Los sujetos no tardaron en responder disparando sus armas de rayos hacia mí, pero activé la actualización de mi guante y un escudo de luz se formó en este, consumiendo mi mana, pero sin interferir en el tiempo de uso que tenía cada día.
Seguí corriendo mientras me cubría y con mi mano izquierda, disparaba una segunda arma que robé antes.
Cuando llegué a ellos, decidí que era momento de probar las actualizaciones que compré en el mercado negro y salté al aire, pisando una plataforma de luz dura que se formó bajo mis zapatos y tomando más impulso.
El poder adjuntarlas a mi traje fue muy conveniente.
Desde el aire, aproveché el tiempo que varias de las tropas tardaron en apuntar hacia arriba para asestar mis disparos en la cabeza de más de diez personas y robots.
[Niebla sanguinolenta]
Los soldados humanos restantes fueron exterminados y los robots destrozados por las púas de sangre con que los perforé.
Todos murieron excepto por los trabajadores que acomodaban el tren.
[Rika, se vuelve difícil mantener el escudo alrededor de los otros]
El mensaje de Jazmín me puso en alerta, así que di mi siguiente orden.
[Deshazlo y forma un escudo alrededor de uno de los aracnoides, luego trata de reducirlo]
Corrí a cubrirme y como dije, ella formó un escudo alrededor de uno de los robots más poderosos, comenzando a reducirlo mientras el cautivo luchaba sin éxito por liberarse.
El escudo no sólo se hacia más fácil de controlar mientras más pequeño se volvía; también se tornaba más duro.
El robot no tuvo oportunidad y fue comprimido en una chatarra que apenas se mantenía encendida, pero sin armas y sin poder moverse. Tal como supuse, estos enemigos eran perfectos para ella.
Jazmín repitió el proceso con los demás aracnoides y yo me encargué del resto de enemigos; luego me paré sobre uno de los vagones para que los trabajadores sobrevivientes me vieran.
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Emisaria De La Diosa Del Mal 2
FantasiaContinuación desde el episodio 74 de la historia original.