¿Dónde está el amor?

Posdata: Te quiero

Mientras Austin y yo estábamos quintándoles las monturas a los caballos una sonrisa se produjo en mi interior al observar la delicadeza con la que Austin cepillaba a Wally. Comprendí lo que significaban para él.

Cuando nos dirigímos a la casa, pudímos contemplar la mesa que Gretta había preparado. Estába decorada con flores, dos jarras de zumo de naranja recién exprimido que resaltába su color, la mermelada de fresa en cuencos junto a las exquisitas galletas de mantequilla. Estába hambrienta.

Cedímos a la merendola y rato después Austin me llamó para ir al torreón del que él compartió con su madre años atrás. Nada más comenzar a subir las escaleras, su abuelo le cogió del brazo y le preguntó por segunda vez si estaba preparado para hacerlo. Yo me seguía preguntando que a qué se debía, pero no quería incomodar. Austin le negó con la mirada cavizbaja.

Una claridad destelló nada más que guiar la mirada al viejo torreón, desprendía un profundo olor a madera mojada. Supongo que sería por el frío de las  alturas de la montaña. El torreón era pequeño, disponía de una cama, un armario empotrado, y dos sillas mercedoras y un escritorio. Las cortinas que estaban sujetas a los ventanales eran de color claro. Rayas de azul celeste y blancas.

*Si hoy hacía ya 10 años de la muerte de la madre de Austin y falleció el día de su cumpleaños, entonces hoy era su cumpleaños*. Deduje.

Austin me miró pensativo y ...

-Creo que llevarás preguntándote desde que llegámos que porque estámos aquí. No es una cita romántica ni empalagosa, llamésmolo una cita de amigos como una quedada. Hoy es mi cumpleaños y quería que fuese especial  como hace 8 años lo fue. Un día importante para mí. Mi madre murió el mismo día y escribímos entre mis abuelos y yo una carta hacia mi madre de la que tendrémos que quemar cuando nuestro corazón esté liberado. Mi corazón no está liberado, hay mucho dolor. No tengo una familia como tú; tienes padre, a quien yo no conozco todavía, tienes madre, a la que yo perdí una vez. No te puedes hacer una idea lo que es perder eso o mucho peor ni saber en que parte del mundo estará tu padre. Lo único bueno que me ha pasado en la vida es dibujar en lienzo, estar con mi madre, abuelos y mis tíos  y conocerte a tí. Pienso que eres una buena chica,  y eres mi única amiga, detrás de las apariencias.- Relató-

Tragé saliva. Respiré hondo y le abrazé. Me dí cuenta que lo único que podía sentir por el solamente podia ser solo una amistad.

Mientras Austin buscába algo en el cajón del escritorio, estuve observando el armario por su color y textura y fue cuando descubrí en la parte de atrás  una caja con un libro y dos cartas. En la portada del libro estaban escritas las  iniciales. "A & M ". Me pareció curioso y sin que el joven me viese lo guardé en mi bolso. Las dos cartas descubiertas las tuve que hacer a la luz. Creí que era lo más conveniente.

-¡Austin mira esto, que curioso! -Dije- . El joven dejó lo que estaba buscando y fijó la mirada en las cartas. Estaban llenas de polvo. Una de ellas si tenía emitente a remitente. La otra no. Tan sólo estaba introducida en un sobre vacío.

-Déjame verlo, es curioso, nunca me había dado cuenta de su existencia, ¿dónde estaba?-Preguntó el joven.

-Estaba dentro del armario. -Mentí. ¿Las abrímos?-Pregunté entusiasmada. 

-Esta bien pero empieza a leerlas tú y en voz alta. 

                                                                                                                                                      3-8-95

Alice, eres y serás el único amor de mi vida. Hace poco llegó la noticia de que Eva esperaba un hijo, y únicamente podía ser mio. Es mi esposa. Mi único remedio es estar junto a ella y cuidarla porque se trata de un embarazo. El pequeñ@ tiene que nacer en el ambiente de una familia.