Book I. Bloody Secrets (IzukoxMomo) BNHA.

Proposal

Su mirada estaba encima sobre los archivos que había resivido el día de ayer, se llevó una mano hasta su nuca, en verdad estaba exhausto había pasado toda la noche en vela. Dejo salir un suspiro a la vez que se tayaba sus ojos, moría por un descanso, por dormir. Su vida heroica y cotidiana eran un caos. No tenía control de nada, las últimas tres noche había tenido que hacer ronda y justo cuando terminaba su ronda y podían finalmente ir a su casa a tomar una hermosa y dulce siesta, su teléfono sonaba y ni modo que no responder. Nunca sabía quién podía ser, la mayoría de las veces era Fat Gum y en alguna que otra ocasión era su madre preguntando por su estado y un sin fin cosas que el respondía mientras se adormilaba. Miro cada archivo con un rostro aburrido y cansado, pronto sería de noche y para colmo le tocaba a el ser la ronda del norte. No entendía porque tenía que revisar archivos, seguramente Fat Gum no quería hacerlos y se había librado de ellos al darle a el la orden de que los revisara y al ser el su jefe, ni como negarse. Extrañaba aquellos tiempos en los que aún estaba entrenando para se un heroe, sin responsabilidades, divertirse con sus amigos y reír de todas las estupideces que hacían, incluso extrañaba a Mineta y eso ya era decir mucho. Se puso de pie y se acercó a su nevera de la cual sacó una lata de cerveza. Todo este trabajo y estrés era mucho si alguien le hubiera dicho que todo esto era parte de ser un héroe hubiera rectificado sus planes. Aunque... Pues tampoco era infeliz. Mientras bebía de su cerveza escucho el sonido de llamada de su teléfono, fruncio el ceño. Si era Fat Gam por mucho que lo respetara y admirara, lo mandaría al caño. Tomo su teléfono y contesto sin ver de quién se trataba.

- Aún no los tengo y no los tendré hasta dentro de tres días así que deje de insistir o mejor aún venga por ellos-

-¿Ribbit?-

Pestañeo dos veces, había escuchado una risa estrepitosa y un "ribbit" conocía la risa muy bien y el "ribbit" solo había una persona que el conocía que hacía ese tipo de sonidos -¿Asui?-

- Buenas tardes, Kirishima-chan -

Sabia que su trabajo lo mantenía ocupado pero no al extremo como para tener delirios -¿Asui?- pero era inevitable.

- Si soy yo -

Solto un suspiro de alivio al confirmar que no era ningún delirio y de que no estaba perdiendo la razón como el comenzaba a creer, pero el hecho de que ella le estuviera hablando lo alteró un poco -¿Algo a sucedido?- eso también era inevitable.

- No, me gustaría hablar contigo -

Alzo una ceja, tal parecía que el loco no era el -¿Que no lo estas haciendo ya?-

- Me refiero en persona ¿qué harás más noche?-

- Me toca la ronda del norte, empezando a las ocho de la noche, terminando a las seis de la mañana - respondió, tomo uno de los archivos que revisaba - Podemos hablar otro día si quieres -

- Mi ronda también está situada en el mismo lugar, empiezo a las diez de la noche y termina a las ocho de la mañana -

- Veo que no puede esperar - se puso de pie y camino hasta su nevera - Imagino que algo grave está ocurriendo - tomo una cerveza.

- Te explicaré todo en cuanto te vea, Sero-chan también fue asignado a esa área, así que nos veremos los tres -

-¿Sero?- así que de el había sido aquella risa que había escuchado - Esta bien - bebió de su cerveza -¿A que hora inicia la ronda de Sero?-

- En una hora más -

Al escucharla dirigió su mirada hasta el reloj que mantenía en su cocina: 4:00pm - Espero que esto no lleve mucho tiempo -

- No lo creo, ribbit -

- Esta bien Asui, te veo en unas horas más, arriba del edificio eléctrico - la escucho decir un "si" para después escucharla decir un "hasta luego". Cuando la llamada finalizó miro por unos breves minutos la pantalla de su teléfono. ¿De qué podría querer hablar Asui y Sero con el como para que no puedan esperar hasta mañana?. Días comoe estos era cuando deseaba ser un niño sin responsabilidades y así dormir por días enteros, eso ultimo no sonaba tan mal. Lo mejor sería que tomara una ducha de agua fría para despertar, necesitaba que prepararse para presentarse a la agencia antes de iniciar su ronda. Con un tanto de pereza se dirigió al baño de su departamento.