Capitulo uno

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Conocernos no fue algo especial, ni cliché como en cualquier historia de amor, si es que podemos llamarle así a lo nuestro. Ni siquiera te tomé mucha importancia, ni tú a mi.

Fue hace cuatro años cuando me cambié de preparatoria a la tuya, y quedé en el mismo salón de clases que tú. Cómo dije, te conocía de vista desde los once años. Nada importante, fueron contadas las veces que dije tu nombre, o que alguna amiga te llegará a mencionar. Y esto si es algo cliché; jamás pensé que llegarías a ser relevante en mi vida. 

Tú tenías novia, de nuestro mismo grupo. Tardé en adaptarme, claro, en un grupo donde ya todos son amigos, aunque ya conocía a muchos. Poco tiempo después llegamos a estar más cerca porque empecé a hacerme amiga de tus amigos, y así fue hasta la graduación. Compartimos circulo de amigos, y sólo cruzamos palabras una vez. Tu novia y tu terminaron, incluso tu novia empezó a hablarme un poco (más bien, a darle me encanta y comentar mis fotos). 

Seguías siendo irrelevante. Hasta que llegó el día del viaje de graduación a la playa. Día cuatro de cinco, terminé muy borracha. Tu novia fue pero no hablaron, tu estabas con tu mejor amigo y su ex-novia, y terminamos los cuatro en el elevador. Yo, tratando de fijar la mirada para no parecer tan ebria. Claro, que antes de entrar al elevador yo ya venía gritándole a "esa persona", así que supongo que se dieron cuenta de eso. Sólo tengo fragmentos de lo que paso, no sé cómo fue, pero terminaste acompañándome a comprar más alcohol, aunque ya había pasado la hora. Quedamos en juntarnos con los demás y beber, sólo te dije que subiría y te marcaría. No pasó, en ese momento había algo más importante que me detuvo.

Al día siguiente esperando nuestro transporte para regresar sólo me saludaste. Fue raro... ¿éramos amigos ya?

No hablamos por whatsapp, ni por ningún otro lado. Hasta que llegó el día de una fiesta, y la persona que iría por mi a mi casa no pudo hacerlo. Te pedí el favor y fuiste, no venías solo, sino con otro amigo en común. Así que no hubo silencios incómodos. Estabas ebrio para ese momento, pero todo parecía bien. Nos quedamos en un estacionamiento esperando a otro amigo, y empezaste a platicar como si tuviéramos confianza de toda la vida. Esa noche conocí más de ti.

Al final quedamos juntos en esa fiesta, cada quien se fue por su lado a hacer sus respectivas cosas. Nos conocimos un poco y me llevaste a comprar refresco para la botella que yo traía. Creo que nos llevamos bien. Pero claro, el tiempo paso y yo empecé a sentir los efectos del alcohol, platicando con otros amigos y bromeando. Sólo bastaron unas simples palabras.


— Te doy lo que quieras si te tomas un shot de esto -Le dije a Tres extendiéndole la botella, sin ninguna intención, más que de retarlo. 

Recuerdo la mirada de uno de nuestros amigos, entonces yo sólo reí. Sabía que se había malinterpretado, al menos para él y para mi fue normal, ya que él siempre tuvo esa fama. Supuse que tú, Tres, habías entendido que no era nada sexual. 

Claro que te tomaste el shot, y ni siquiera hiciste gestos. Todo siguió normal, hasta me había olvidado del tema. No sé como terminó pasando todo, una vez más sólo tenía fragmentos. 

Fragmentos.

Fragmentos...

Fragmentos de tú y yo besándonos en la oscuridad.

Fragmentos de tú y yo en otra fiesta.

Fragmentos de ti esperándome cuando un tipo de la fiesta me pedía perdón por intentar besarme cuando fui al baño dentro de la casa.

Fragmentos de ti dándome un beso en la boca como despedida cuando yo iba a tu mejilla. 

Fragmentos de mi esa noche pensando... ¿qué hice?


Tres, así fue como te conocí.



Te sueño despiertaWhere stories live. Discover now