Sebastián- Mistery Spell - It is love (Fanfic)

Parte 26

Al no contestar Sebastián al mensaje decido darme una vuelta por el lago, quizás allí pueda encontrarlo, me preocupa que le haya pasado algo.

Cuando voy de camino por el bosque, siento como si alguien me observará, es una sensación muy rara, efectivamente toco mi colgante y está poniéndose caliente. Siento algo moverse entre los arbustos y pienso que es el lobo marrón otra vez, aún así decido correr en dirección a la casa de los Bartholy. De repente alguien se para en mi camino, hay un hombre que me mira con desafío, y noto algo de frialdad en sus gestos, definitivamente es un vampiro, puedo notarlo.

Vampiro: Preciosa, no huyas porque tarde o temprano volveremos a vernos.

Se ríe y se marcha a toda velocidad. Pero, ¿que quiere o quieren de mi? Es el segundo vampiro que me persigue en poco tiempo. Noto que mi colgante vuelve a ponerse frío, pero no consigo controlarme, tengo miedo. Decido llamar a los Bartholy e informarles de lo sucedido,pero antes de que lo yo lo haga Nicolae me llama, finalmente en el último momento decido engañarlo y decirle que todo está bien, que estoy volviendo a casa. Creo que ellos han podido sentir que se ha acercado un vampiro.
Rose: Estoy volviendo a casa, muchas gracias por preocuparte, estaré bien. Por cierto tengo que hablar contigo, parece ser que alguien sello mi nacimiento con unos hechizos.

Nicolae: Estos temas es mejor no hablarlos por teléfono. Nos vemos mañana si te parece.

A la mañana siguiente, ya es lunes, y de camino a la Universidad me zumban los oídos, y me duele la cabeza, deben de ser vértigos o algo parecido.

Cuando llega Sarah me reúno con ella y veo que Drogo me mira muy sonriente a lo lejos. Intento recordar que pasó después de la fiesta, pero no lo consigo, sólo espero no haberlo besado.

Durante el día me encuentro fatal, los oídos y la cabeza me duelen. Cuando entran los alumnos siento el pensamiento de muchos alumnos a la vez, creo que al no encontrarme bien no estoy controlando mis poderes. Esto puede llegar a ser un desastre.

Sebastián entra a clase y viene de muy buen humor, al contrario que el mio que hoy está de perros.

Siento mucho jaleo a mi alrededor, estoy a punto de desbordarme y no creo que pueda aguantar todo el día aquí, además tengo náuseas... Noto que el boli empieza a temblar sólo...

Estoy empezando a no controlar mis poderes y por la templanza de mi colgante creo que corro peligro.

Rose: No me encuentro bien...

Sarah: Pues que raro tienes buena cara tienes Rose... La fiesta del sábado no se te ha notado nada.

Rose: Me duele muchísimo la cabeza. Me voy.

Levanto la mano, y Sebastián me mira sonriente.

Pr. Jones: ¿Si, señorita?

Rose: Me encuentro fatal y creo que voy a ir al médico.

Veo los ojos de Sebastián preocuparse.

Pr. Jones: Claro marchese, y espero que se mejore.

Bajo las escaleras y está todo el mundo mirándome, siento las risitas de Samantha retumbar en todo el aula.

Cuando me aproximó a la mesa del profesor no me quedan ganas ni de mirarlo.

Cuando llegó a casa me voy directa al baño, acabo de vomitar el desayuno y sigo teniendo más ganas, he debido de pillar algún virus.

Cojo mi libro de hechizos y miro sobre algunas plantas para tomar, encuentro una que sirve para diversas molestias y voy al jardín y me hago una infusión con ella. Al rato de tomarla me empiezo a sentir mucho mejor, pero decidí no ir a clase por hoy, tengo miedo de que mis poderes se desborden otra vez.

Por la tarde decido dormirme, pero hay algo que me despierta, me asomo por la ventana y ya es de noche. Voy sigilosamente hacia la puerta principal, noto un olor familiar y cuando la abro tengo a mi guapo profesor a punto de llamar al timbre. Lleva una camisa ceñida y un vaquero informal, nada que ver con el uniforme de la Universidad o con el chándal que llevaba los otros días en el bosque. Hoy está especialmente sexy.

Se sorprende al ver que abro la puerta, antes de tocar.

Sebastián: Hola Rose, ¿molesto?

Rose: No para nada.

Sebastián: Me quedé preocupado, quería saber cómo te encuentras, aunque te veo... espléndida como siempre.

Veo que su cara de preocupación es real y eso hace que me sienta bien.

Sebastián: ¿Ayer que tal te encontrabas?

Rose: Ayer genial, he debido de pillar algún virus porque tengo el estómago fatal, la cabeza y todo...

Sebastián: Debes de ir al médico, por un momento pensé que sería resaca del sábado, pero según me cuentas parece más grave.

¿Me está insinuando que bebí en la fiesta? ¿Y me está juzgando?

Rose: No, no es resaca.

Digo esto en tono seco.

Rose: Yo también me preocupe al no verte en la fiesta.

Sebastián: Tuve que atender un asunto familiar y salí fuera de la ciudad. Además... No sabía si iba a poder contenerme después de la noche anterior...

Los recuerdos de hace dos noches vuelven a mi, su cuerpo húmedo sobre el mio, besándome y acariciándome como jamás nadie lo ha hecho.

El profesor se acerca a mi y pone sus mano en mi cintura, puedo escuchar los latidos de su corazón acelerarse, y veo cómo su boca se acerca peligrosamente sus manos me queman en mi cintura, y se mueven hacia mis caderas con fuerza.

Mis manos enseguida se meten por debajo de su camisa y se la quito con agilidad. Nos deshacemos de nuestra ropa y nos hechamos sobre uno de los sofá. Noto que mi zona íntima se está acelerando cada vez más con sus caricias y estoy a punto de estallar, hoy estoy aún más receptiva y deseosa de él, me coloco sobre él, hoy quiero llevar las riendas, su olor corporal me embriaga y me deja extasiada
le hago cosquillas con mi boca por su zona íntima, subo por su pecho y juego con sus pezones y me voy a su cuello donde parece que proviene ese olor tan sensual. Lo beso y me doy pequeños mordiscos. De repente, se me nubla la vista, y siento un dolor punzante, muy fuerte, y a continuación el profesor me empuja tan fuerte que me caigo hacia atrás, no logro entender que está pasando.

Veo la cara del profesor temeroso hacia mi, en situación de alerta , pero el dolor que siento no me deja pensar, me tocó la zona del dolor y lo que descubro me deja paralizada.