El momento oportuno

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Luego de Halloween, los amigos de Lizzy ya se habían enterado de lo que había pasado esa noche. 

-¿Ya les contaste?- le preguntó a Vee en el desayuno cuando el resto de sus amigos la miraron con mirada pícara. Llegaba unos minutos tarde porque se había quedado dormida. 

-Cuando no llegabas a la habitación, me comencé a preocupar y les dije a los chicos que preguntaran por ti, ya sabes en caso de que...- levantó la ceja repetidas veces, dando a entender a lo que se refería.- Y ellos también estaban preocupados. 

-Así que...- comenzó Lewis.- Tu tomas tus propias decisiones, pero en mi opinión eso se llama "fraternizar con el enemigo". Espero no le hayas dicho de los cambios en el equipo...- Lizzy solo lo miró, sin decir nada.- Oh no... y eso se llama "traición". 

-Pero obtuve información a cambio... Tienen nuevo guardián, y no es tan bueno... 

-Ahh... Y eso se llama "inteligencia". Y ahora cuéntanos ¿ya están juntos o que?.- hiz que Lizzy se ahogara con el jugo de frutas. 

-Somos amigos. No me miren como si fuera una niña inocente y tonta. Somos amigos, el sabía que la fiesta de fantasmas me iba a gustar y me invitó, es lo mismo que yo haría con cualquiera de ustedes. Y obviamente acepté porque lo conozco lo suficiente. 


Se realizaría otro baile de navidad este año. Y James tenía la oportunidad ante sus ojos. No quería hacer lo mismo que el año pasado ni mucho menos que a Lizzy la invitara otro antes que él.

Pero aun así, se le revolvía es estomago cada vez que se imaginaba preguntándole. A esto le sumamos que debía encontrar el momento justo, solo ella y él, lo cual se haría un tanto difícil.

Lizzy no esperaba mas que lo que había ocurrido el año anterior, ya estaba acostumbrada, y de ninguna manera pensó que James podría invitarla, porque bueno... No veía un porqué lo haría. Tampoco le dio demasiadas vueltas al asunto, ya que, si bien Sirius le gustaba un poco desde verano, pensaba que era lo mismo que las otras chicas detrás de él sentía, salvo por la diferencia de que ella jamás lo demostraría. 

Hoy era el día del examen de Aparición. Aunque a Lizzy le quedaba una sola cosa que hacer mucho antes, a pesar de que fuera sábado.

Esta fue levantarse lo mas temprano que se había levantado nunca para ir a campo de Quidditch a practicar. Lo cual no tenia sentido porque apenas había luz afuera.

Pero un importante partido se acercaba y a Lewis le pareció oportuno reservar el campo a las 7 a.m. el día del examen de aparición.

*Es tu amigo Lizzy, se supone que lo apoyas*

Luego de un juego muy adormilado volvieron al castillo, desayunó por segunda vez junto con los demás alumnos que se levantaban relativamente temprano los fines de semana. También platicó con los que iban a tomar el examen. Estaba nerviosa, pero conocía los pasos: imaginar donde quería llegar y visualizarse completa en el lugar. Por supuesto no podía desaparecer de Hogwarts, solo tenia que trasladarse un par de metros dentro de la misma sala. 

Le fue de maravilla, aunque fue raro: apareció en cuerpo completo excepto que sentía una sensación rara en la mano derecha, al mover los dedos notó que el faltaba el meñique. Pero al instante cerró los ojos y en un instante su meñique volvió a su lugar y tuvo que ahogar un grito de dolor. Pero el profesor pareció no darse cuenta de ello. 

Pero al pobre Lewis no le fue tan bien, tuvieron que correr a la enfermería porque se había dejado un pie.

-¡Me voy a morir!.- gritaba el pobre por los pasillos. Y volvió a gritar cuando su pie fue reinsertado en su lugar. 


-¿Has visto a Lizzy?.- James le preguntó a Fred.- ¿Sabes como le fue?

James no había tomado las clases de aparición. si tenia que ser honesto, le deba algo de miedo teletransportarse, siempre preferiría usar los trasladares o polvos flu. Pero su excusa era que ya tendría tiempo de hacerlo mas adelante. Fred sí lo había hecho, hoy fue al examen y también lo aprobó.

-Primero que nada... ¿Sabes cómo me fue a mi? Bien. Gracias por preguntar... Ahora, si quieres invitar a la pobre, está en la enfermería

-¡Qué!

- Ah... si si. Se dejó el pie.- mintió.- Creo que ya no podrá bailar contigo Jamie.- escondió una sonrisa maliciosa. 


James se apresuró a la enfermería. Cuando entró casi golpeándose con la puerta, descubrió que su amigo le había hecho una broma. Lizzy estaba de lo mas bien, sentada al lado de una camilla. Era su amigo, Lewis, el que tenia el pie vendado.

Ambos lo miraron extrañado. 

-Lo siento....- rió incómodo.- Resulta que me dijeron que Fred se había dejado una mano y bueno... veo que era broma.- Que otra cosa podía decir? Si hubiera dicho la verdad, que había ido corriendo a ver a Lizzy, hubiese sido muy incómodo.- Felicitaciones, Lizzy... Lastima, Lewis.

-Gracias...- dijo ella. 

-Bueno... mejor me voy a buscar a Fred. Lizz... tengo que decirte algo, pero luego te busco.

-Tengo tiempo...

-No no... no es nada importante. Luego... ehh... nos vemos. 

*Mierda, mierda, mierda*

Todo Lo Que Quería (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora