Salgan de aquí

178 38 11
                                    

Málaga, España.

21 de febrero de 2026.

3 día Antes del Evento.

Año del Evento.

Franco se despertó cuando Emma le acercó una taza humeante. El aroma del café negro era uno de los despertares que más le gustaban y se desperezó con una gran sonrisa mientras decía:

—Buenos días. Gracias.

Fueron las únicas palabras que salieron de su pastosa boca. Con los ojos todavía peleando por abrirse, se dirigió al baño. A Franco le costaba despertarse y estar totalmente activo.

Emma lo escuchó asearse mientras encendía el portátil y establecía la comunicación.

—Hola Emma, hola Franco.

—Hola Doris. ¿Alguna novedad? —preguntó distraída.

—Tengo malas noticias —manifestó Doris. A Emma le sonó como una sentencia que no podría escuchar sola.

—Espera, espera, por favor, que Franco no está aquí, ¡Franco! ¡Ven! Doris quiere hablarnos.

Franco salió del servicio todavía con la toalla en las manos. Volvió rápido, arrojó la toalla sobre el respaldo de una silla y cogió la taza con café.

—Ya estoy, ya estoy —anunció con toda la seriedad que pudo.

—Adelante, Doris. Te escuchamos —invitó Emma.

—La Tierra ha sido rodeada por pequeñas naves. Se ha comprobado que disparan pulsos electromagnéticos.

—¿Qué es eso? —preguntó Emma.

—Es un campo electromagnético que al interactuar con artefactos electrónicos los daña o inutiliza. Depende de la potencia que se utilice. Se llama pulso porque es energía de alta intensidad emitida en un breve período de tiempo. No es mortal para los seres biológicos, pero es completamente letal para la electrónica.

—¿Nos han atacado? —preguntó Franco estupefacto.

—Han inutilizado un satélite espía. Las simulaciones predicen que es una muestra de lo que harán el día 24. Muchos sospechan que es una advertencia. Cualquiera sea el caso, ya hemos comprobado su poder. Primero con la Zheng He y ahora con este satélite.

La sala volvió a estar sumida en el silencio.

—Como dije ayer, el peligro de que la Tierra contraataque con armamento nuclear era una posibilidad. Ahora que hemos visto su control de los pulsos electromagnéticos y, previendo que el 24 nos ataquen con ellos, creo que se hace aún más probable que la Tierra inicie un ataque preventivo antes del 24.

—¡Pero mañana es 22! —se espantó Emma.

—Correcto, preveo un ataque preventivo para el 23 o el mismo 24, a primera hora. Intentarán esperar todo lo que sea posible. Los códigos para liberar y apuntar los misiles ya han sido entregados. Silos y submarinos están a la espera de la orden de ataque.

Franco miró hacia el suelo y una de sus manos buscó a Emma. Esta respondió con sus dos manos envolviendo a la de Franco.

—¿No podemos hacer nada más? —preguntó Franco.

—Creo que sí. Pero antes de pensar en eso, me gustaría que oyeran la última comunicación, con Xiao Shin entrenada en el Test de Turing.

—Eso ya no me anima, Doris, no parecen buenas noticias, pero ¡venga! tampoco nos hará daño escucharlo —aceptó Franco.

Inteligencia diseñadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora