Capítulo 92:

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Narrador Omnisciente:

La noche llegó.
 Los dos chicos casi no podían esperar.
 Apenas marcaron las dos de la mañana ambos salieron de sus casas con sus trajes puestos de la forma más silenciosa posible.
 En el cielo no se podía ver ni una mínima estrella, ya que estaba cubierto totalmente por nubes negras las cuales tenían de vez en cuando un destello de algún rayo.
 A cada paso que daban, sus corazones latían cada vez más rápido. Veían la Torre Eiffel cada vez más cerca, provocando que sus pasos se aceleraran cada vez más.
 El primero en llegar fue Adrien, el cual subió hasta la cima y se acercó a uno de los bordes del lugar, viendo el cielo mientras se disponía a esperar a su pareja.
 Ese día era increíble como casi no había nadie en ese lugar, cosa que sólo se veía rara vez. Como mucho estarían dos guardias por ahí. Nadie molestaría.
 Cuando el pelirrojo llegó se encontró a su novio dado vueltas de espaldas a él, el cual no había notado su presencia.
 Eso le dio una idea. Se acercó con total sigilo al mayor y lo abrazó por la cintura.
 Adrien saltó del susto, pero rápidamente se calmó al reconocer las manos del menor.

—Que susto me diste— Fue su única respuesta, dándose vuelta y devolviéndole el abrazo.

Y en ese momento Nathanaël sintió seguridad, tranquilidad y cuanto estaba necesitando ese abrazo.
 El mayor se separó un poco para verlo a los ojos, pero rápidamente lo que notó primero fue el labio partido de Nathanaël y sus ojos tristes.

—Nath, ¿qué te pasó? — Su voz denotó preocupación, mientras una de sus manos iba a la mejilla del menor para que levantara un poco más su rostro.

 La respuesta fue una mirada baja y silencio.

—Nathanaël, por favor, dime. — Adrien estaba alarmado, no sabía que hacer.

 El nombrado dudó un poco, pero comenzó a hablar lentamente, tratando de no alterarse demasiado.

—Hoy, e-en la escuela, estaba llegando tarde a clase cuando... —Paró de hablar y comenzó a temblar entre los brazos del mayor. Tomó aire y continuó. —Me topé con uno de los chicos de curso superior... De la nada aparecieron dos más y m-me arrastraron hasta el gimnasio. Ahí estaban...

 Otra vez volvió a callarse, sintiendo que no podría seguir hablando ante las presión que sentía en su pecho. Pegó su cabeza en el pecho de su novio, aferrándose a este con más fuerza.
 Adrien se mantenía en silencio, dejando que se explicara a su tiempo.

—...Marinette y Lila.
 >> Ellos me golpearon cuando me resistí a entrar.

Y en ese momento Adrien sintió el primer sollozo del menor. Comenzó a acariciarle la espalda, tratando de tranquilizarlo, pero por dentro estaba al borde de preguntarle todos los nombres para ir a sus casas y partirles algún que otro diente...
 O hueso.

—Me sujetaron y ellas empezaron a grabar. M-Me golpearon un par de veces más. P-Pero vinieron Alya y Nino, con una profesora y me llevaron a la enfermería.

 Otro sollozo fue reprimido y continuó hablando.

—A veces s-siento... Que estuviéramos haciendo algo malo. —Su llanto empeoró hasta el punto de preocupar más al mayor. —S-Se que no, pero... N-No entiendo. ¿Qué les hicimos?

—Tranquilo. Todo va a estar bien. No se te van a volver a acercar luego de eso, lo más seguro es que los expulsen.

De la nada Nathanaël se sintió un poco más aliviado, habiendo soltado ya todo lo que sentía.
 Ahí terminó el relato, y Adrien esperó a que el menor se tranquilizara para hablarle.

—¿Y qué pasó con los otros? —Preguntó con un tono severo en su voz.

—El director dijo que verá que hacer con ellos el lunes.

El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora