M E A T R A E S ( Finn Wolfhard y Tú)

Capítulo 5

— Hablé con ella —

Narra Finn:

Otro día más para seguir con el rodaje de la serie, sólo tres episodios más, adiós a los proyectos, Hola días de descanso. Aún no podía creer lo que viví ayer. Fue algo tan inexplicable con la misma manera en la que me sentí. Sin duda para mi algo mágico.

Llegué al camerino donde enseguida me personificaron. Noah, quien está a mi costado izquierdo, ya se me es costumbre verlo pegado a su teléfono, de seguro con su amiga, ______.

Seguimos molestos, no nos dirigimos ninguna palabra. A veces extraño su compañía y su amistad, pero yo mismo fui el que hizo que se fuera a la mierda. Una vez listo, me quedé a solas con él, quien reía y sonreía.

— Parece que después de todo ______ no se fue — musito, justamente llamando su atención, cambiando su expresión por completo —.

— ¿Cómo sabes su nombre? — cuestionó levantándose de su asiento con el ceño fruncido —.

— Comenzó a seguir a mi hermano vía Instagram — respondí —.

— ¿Ella? Imposible —.

— Pues cree lo — dije tratando de ser lo más calmado posible —.

— Y si Finn, después de todo no se fue. Excepto ayer. Se fue sin decir nada de la cafetería — contestó —.

« Lo sé »

— ¿Y qué ocurrió? ¿Por qué se fue? —.

— Quizá tenía sueño, estaba cansada. Ayer le pregunté y no me quiso decir —.

« Idiota. Tú y tus amigos la ignoraron mirando sus pantallas de celular. Claro que sabes perfectamente por qué se fue »

— Entiendo. Emm... Noah sobre lo que dije acerca de tu amiga, ______... Yo... —.

— No te preocupes Finn. Te perdono. Ella habló conmigo y me dijo que lo más maduro sería que te perdonara. Tal vez nada más querías protegerme, ¿verdad? —.

« No, realmente quería que me dijeras quien era. Pero ahora que lo sé ya nada más me importa que solamente ella »

— Si. Somos amigos... Bueno, lo eramos... —.

— Finn claro que seguimos siendo amigos — se acerca a mi abrazándome y dando una palmada en la espalda, la cual tardo en corresponder —. Como sea, hay que irnos — musita con una sonrisa de oreja a oreja —.

— Claro... Irnos — se va él primero del camerino, cosa que me doy cuenta después de un minuto —. ¡Hey, espera! — grito como si me escuchara a través del camerino —.

Salgo rápidamente abriendo bruscamente la puerta y saliendo de esta. A lo que después escucho como alguien se queja. Enseguida la cierro detrás mío y me doy cuenta a quién golpeé. Seguramente el destino y el universo están haciendo pacto para que ella siempre aparezca en mi camino. Toma levemente su frente.

— ¿E-Estás bien? — los nervios empezaron a controlarme —.

— S-Si, eso creo — respondió con su fina y ronca voz. Lo cual me parece único —.

— Lo lamento, no me fijé, soy un idiota. Estaba muy apresurado por ir al set, tanto que ni siquiera presto atención en lo que hago — comenté rápidamente que ni yo mismo me pude entender. Siento que en este mismo momento parezco un tomate —.

— Si... Todos cometemos errores — masculló. Apartó su mano de su frente, me miró a los ojos —. ¿Se ve grave? — cuestionó, algo seria —.

— E-Emm... No, para nada — contesté nervioso, sólo se ve un leve rubor rojo en su linda frente. Y en cuanto menos esperé estaba mirando sus labios y el conjunto de ropa que trae puesto. Exquisito diría yo. Pues trae una blusa de los Beatles, una sudadera negra, un short negro y unos tenis converse blancos. Incluso sus rodillas están rosadas, dando un aspecto tierno a su persona —.

— Bueno, ya debo irme... Fue un gusto hablar contigo... — habló sacándome de mi trance —.

— Wolfhard Finn — solté con normalidad. Y en cuestión de ver su rostro de confusión me di cuenta de lo que dije —. D-Digo, digo... Finn, Finn Wolfhard —.

— De acuerdo, nos vemos Wolfhard... Soy ______ por cierto, pero llámame Skata — ¿skata? Ese apodo está cool —.

— Si, adiós — la vi desaparecer por los pasillos, mostrando una silueta hermosa, incluso de espaldas es magnífica —.

Finalmente hablé con ella.