Dioses En Busca De Amor -Saga Paranormal (completa)

capitulo X

--creo que no es lugar para pelear, además de que no todo se resuelve de manera agresiva ¿no creen aquello mis queridos hijos? -- los mellizos no pudieron evitar tensarse ante la interferencia de la diosa de la belleza y el amor, pues no imaginaban que esta llegará en tan mal momento, pues sus planes eran muy obvios, pues planeaban destruir toda la cara a apolo, o por lo menos aquello eran los planes del dios del dolor, pero al parecer aquello no podría pasar en aquellos momentos, sin contar aquellos ojos lila que los observan con suspicacia, pues su madre tenía aquella habilidad sobre los soles del dios de la guerra y por consiguiente lo chicos solían evitar a dicha diosa 

--tranquila afrodita... no te preocupes, después de todo no los culpo, es la educación que le ha dado su padre--el dios del sol, apolo, había ignorado por completo la presencia los mellizos al hablar de aquella manera, en que estos no sabían si reír, o estar enojados por tal comportamiento, pues no solo hablan de ellos, también lo hacía sobre su padre y su tía, y eso era inaudito, sin contar que eran solo blasfemia que salían de su boca, pero ellos no eran tontos, y mucho menos jimin, si ellos querían ofender a alguien pues ellos no se quedarían de boca cerrada, pues los mellizos eran muy capaz de defenderse no solo en batalla, también se podría decir que poseían una lengua bastante filosa 

--en eso tienes razón apolo, no podemos ser más dulce de lo que somos... no olvidemos que nunca hemos tenido una madre después de todo, así que es normal actuar como nuestro padre, pedimos disculpas si te hemos ofendido o gran dios del sol-- aquello había sido divertido ante los ojos del dios del dolor, pues la manera en la había hablado el dios del miedo, había sido tan llena de sarcasmo, y llena de reproche ante la diosa, en lo que está solo pudo darles una mirada cargada de desdén y llena de enojo, mientras apolo, estaba algo incómodo, pues había olvidado por completo el parentesco de estos, y que aquella respuesta solo haría que el dios del miedo supiera curvar aquella lanza dirigida hacia ellos 

--no olvides de quien hablas niño... ten más respeto hacia tu madre...--al escuchar el reproche de parte de la diosa, jimin, solo se encogió mostrando una sonrisa cargada de inocencia, algo muy común en el, mientras que jungkook no sabia como hacer para no reír en la cara de la diosa ante tanta ira que irradiaba, al notar el poco respeto que le tenían los mellizos

--hermano no hables así de nuestra madre, después de todo ella es la mujer que nos abandonó, merece respeto--  jimin al escuchar las palabras de parte de su mellizo, no pudo aguantar más aquello, y soltó una gran carcajada, la cual había hecho que la diosa se tornara de un color completamente rojo, de la ira que la albergaba, pues aquella humillación delante del dios de la guerra había sido lo peor para ella, ella no tenía que sufrir tal humillación, pues ella era hermosa, y no solo por ser hermosa, también por haber dado a luz a ese par que esta frente a ella, esta sentía aires de merecer respeto, al menos aquellos eran los pensamientos de la diosa, quien no podía creer que estos fueran insolentes, ante nada más y nada menos que la diosa de la belleza y el amor 

-¡ya basta¡ ¡como se atreven!-- esta da un grito llamando la atención de mucho de los presentes, mientras apolo no podía evitar aquella mirada llena de diversión, pues si pensaba que su hermana y él era un par disfuncional, aquella familia lo estaban aún más, pues era cierto que afrodita los había abandonado, y el más que nadie lo sabía, ya que estuvo presente el día del nacimiento de los mellizos, al tener que ser él y su hermana quien los recibiera, debido a que solo un alma de dos cuerpos pueden recibir a un ser igual que ellos, esa es una de las leyes del Olimpo, y por ellos estuvo en primera fila, el día del nacimiento de los soles de la guerra, en donde en bien estuvieron fuera del cuerpo de afrodita esta los rechazó y entregó a ares, alegando que su corazón no albergaba amor para ellos, y que podía hacer lo que el dios de la guerra deseara con los pequeños, pues ella no los amaba y nunca vería por ellos, en lo que en aquel entonces para apolo fue algo muy lamentable, la voz de hefesto saco los pensamientos a los dioses, quienes dos se divertían con la actuación de la diosa, mientras otro viajaba al pasado