23/Rastros de mi/

19 2 0
                                    


Los rayos de sol que se filtraban por las ventanas de la cabaña causaron que abriera mis ojos con precaución y en cuanto me desperté totalmente lo primero que pude notar era que Christian dormía plácidamente junto a mi, cuerpo entero era cubierto solo por una sábana Blanca y su rostro lucia en paz y serenidad total.

Baje con cuidado de la cama intentando no emitir ningún sonido después de todo no quería despertarlo, logré bajar sin emitir ruidos y lo primero que hice fue dirigirme al pequeño baño que se encontraba dentro de la cabaña, cerré la puerta con cuidado y me lavé el rostro para después verme en el espejo, mi reflejo era como ver una total desconocida no sabia que estaba sucediendo pero no podía reconocerme.

Sentía que no podía respirar y sin darme cuenta mis manos rasgaban mi cuerpo dejándome cortadas causadas por mis uñas, me sentía sucia como si la sangre de ese hombre aún estuviera sobre mi, como si pudiera oler cada gota del cuerpo de charlie,     quería desaparecer en ese instante, la ansiedad recorría mi cuerpo.

Basta- la voz de Christian inundó mis oídos sacandome de mis pensamientos de inmediato, podía sentir sus brazos rodeandome sosteniendo mis manos con fuerza, sin embargo yo no podía evitar llorar y sentir asco por mi.

Debemos irnos- me indicó Christian tomando mi mano y poniendo un abrigo sobre mis hombros puesto que no tenía nada.

Salimos de la cabaña, subimos en el auto y sin decirnos nada emprendimos nuestro camino hacia mi casa, durante parte del transcurso no dijimos nada y yo no podía evitar pensar en todo lo que pasó anoche, a decir verdad no habíamos tenido tiempo de hablar de "eso" debido a mi ataque de ansiedad de hace unos minutos.

Ya mi padre lo resolvió todo, incluso tenemos una coartada- me señaló su móvil, lo tomé y vi que era un texto enviado por su padre el cual daba todos los detalles de donde estábamos y que había sucedido.

Según su padre, golpeamos a un hombre que nos atacó pero el hombre nos siguió con un arma así que huimos, el hombre nos había dicho que no estaba solo, así que con miedo a que dañara alguna de las familias huimos a la cabaña.

Suena coherente- le dije para luego darme una sonrisa.

Sobre anoche- las palabras salieron como si nada de mi boca, como si mis pensamientos hubieran sido expuestos.

Así que eso era lo que te tenía tan callada- me dijo riéndose aún más, a lo que ambos comenzamos a reír al tiempo, no entendía como reíamos de esta manera con tantas cosas dolorosas que habían estado sucediendo, tal vez era nuestra forma de ocultar y evadir el dolor.

Llegamos- me dijo para luego estacionar el auto aún lado de su casa, evidentemente la policía seguía ahí y justo cuando bajamos del auto fue como si una docena de policías nos atacaran, nos hacían preguntas y nos rodeaban, sentí esa ansiedad de nuevo, pero no podía revelarnos, Christian tomó mi mano e inmediatamente mis pensamientos quedaron en blanco, solo podía ver como nos veían todos y como nos indicaban que hubiéramos en el auto de la policía.

Entramos en la patrulla y el silencio era devastador, ambos sabíamos que no podíamos decir palabra hasta llegar y que si hablábamos todo sería usado en nuestra contra así que el silencio era lo mejor.

Una vez que llegamos las cosas parecían estar fuera de control, todo el mundo estaba corriendo de un lado para el otro, buscando pistas, recibiendo análisis de huellas, quie nos atendió fue el papá de Charlie, el cual  nos separó a mi y a Christian para interrogarnos individualmente.

La coartada, la coartada solo atente a la coartada.

Se que Christian nunca diría algo que yo no supiera, pero aún así corríamos el peligro de ser descubiertos, no habíamos planeado nada.

EL CLUB  DE LOS PLAYBOYSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora