Tap... tap... tap...
Sus largos y delgados dedos golpeaban la madera una y otra vez, su barbilla descansaba en su mano, mientras se recargaba en la mesa sin evitar el aburrimiento.
Suspiró.
Miro al frente, el profesor Qiren seguía repitiendo algún sinsentido, sermoneando a todos sobre la rectitud y la decencia después de sorprender a dos estudiantes haciendo trampa en el examen de la semana pasada. Miró a su lado izquierdo para descubrir a Nie Huaisang, quien discretamente estaba jugando algo en su celular, dando pequeños brinquitos al pasar de nivel. Al otro lado de este, Wen Ning estaba atento a lo que decía fervientemente el profesor, asentía de vez en cuando de acuerdo con algunas partes sobre la moralidad y lo mal que era hacer trampa.
Suspiró de nuevo.
Era una clase demasiado larga, tenía hambre y sueño, solo quería el día terminara rápido. Su vista vagó por el aula, todos estaban más entretenidos en alguna tontería mientras fingían escuchar, pintándose las uñas, jugando en los teléfonos, incluso algunos eran más venturados y tocaban las piernas – y más – de sus parejas. Bufó. Solo las primeras tres filas con posturas perfectas prestaban realmente atención al discurso.
Y ahí, en la primera fila estaba él.
Lan Xichen.
El sobrino del profesor miraba atento a su tío, mientras en sus labios se encontraba plasmada una dulce sonrisa. Su largo cabello negro estaba atado pulcramente en una coleta, ni muy alta ni muy baja, solo perfecta. Su blanca piel de jade se veía sedosa con la luz del día que se colaba por la ventana; el brillo de los cobrizos ojos se asemejaba al caramelo líquido, su perfecta y respingada nariz, y esos rosados y carnosos labios tan apetecibles.
"¿Serán tan dulces el día de hoy?"
Era tan terriblemente apuesto y eso mismo debía ser algún tipo de pecado. No por nada era el hombre más guapo en toda la universidad, sino es que de toda la ciudad.
Suspiró.
-Jiang Wanyin, ¿te estoy aburriendo? – Lan Qiren lo sobresaltó haciendo que se sentara correctamente, Jiang Cheng no se había percatado en qué momento se recostó sobre la mesa.
- ¿Qué? – todos en el salón se giraron a verlo, como si desde un principio fueran alumnos ejemplares todos habían ocultado sus distractores. Miró a sus amigos, los cuales tenían cara de inocencia, incluso Huaisang, que hace un momento saltó feliz sobre su asiento, ahora había guardado su teléfono. "Traidor" -No... yo...
Su boca se abrió, pero nada salió de ella; su cerebro intentó procesar alguna respuesta lógica que lo sacara de problemas, algo que calmara la posible ira del mayor. Sin embargo, antes de que pudiera salvar su pellejo, el timbre que anunciaba el final de la clase sonó.
- Detención - dijo Lan Qiren mirándolo severamente para luego girar a su escritorio guardando sus cosas, tomando su maletín y saliendo del aula.
-Pff – Jiang Cheng se dejó caer sobre la mesa, desinflándose como un balón sin aire.
Huaisang le dio un par de palmaditas en el hombro. - Vamos, no es tan malo, solo es una hora, pudo castigarte como a aquellos ellos. - Indico con el pulgar a los dos alumnos que habían copiado, ambos estaban cabizbajos en sus asientos. Los pobres tendrían que limpiar el gimnasio del equipo de Kendo por dos meses. Solo Dios sabe cómo sobrevivirían a eso.
Jiang Cheng le dedicó una mirada cansada.
- Es verdad, una hora no es tan mala, podemos esperarte para ir a casa de A-Sang. – Repuso Wen Ning.
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Discordia
Fanfiction¿Qué es el amor? ¿Podría considerarse como amor a aquel sentimiento cálido que sentía en su pecho cuando Lan Xichen lo miraba con una sonrisa en los labios? ¿Acaso era aquello que ponía a su corazón a latir desbocado cada que el jade sutilmente r...