Los días siguen pasando poco a poco. Steisy y yo seguimos siendo ami-enemigas, pero en clase se porta muy bien conmigo. Algo es algo.
Alex y yo quedamos todas las mañanas en la parada del bus. Es una forma de seguir conociéndole.
Conozco sus gustos, sus aficiones, su forma de ser. Es... Perfecto.
Pero Babi no aparece. No hay nadie en su casa y ningún vecino sabe adónde ha ido su familia. Me entristece pensar que puede que no vuelva a ver a mi diablilla pelirroja. Dentro de una semana en el colegio hacen una fiesta por el 50 aniversario de este. Tenía la esperanza de que ella me ayudase a encontrar mi vestimenta.
Últimamente mi madrastra (Mia) y yo nos llevamos mejor. Hoy, sábado, me va a llevar a renovar mi armario a algo... Más femenino, dejémoslo así.
-¡Mia! ¿Vamos ya o qué?- grito desde el piso de abajo.
-Sí, Kira, ya voy.
Mía es una mujer de 38 años que me comprende fácilmente. Ella tiene más cerca su adolescencia que mi padre, y se hace responsable de mí como si fuese mi madre biológica. Antes esto no lo veía, yo veía una destroza familias castaña con cuerpazo cuya única intención era sacarle la pasta a mi padre. Pero no, no es así.
Subimos al coche y pongo mi música con el móvil. Suena Possibilitties, de Freddie Stroma.
Don't break my heart before I give it to you,
don't tell me no before I ask you to,
don't say it doesn't fit before you try it on, there's too much to loose to be wrong...
-¿Y esta canción? Uyuyuy... ¿Hay alguien especial? -dice con una sonrisa pícara.
-No, es que esta canción es muy bonita -digo poniéndome roja.
-Habrá que comprar algo bonito.
- ¿Para qué?
-¡Para tu gala!
-Ah, ya...
¿Con quién irá Alex? Ojalá me lo pida... Últimamente se nota la química entre los dos. Siempre tocándonos, ya sea mediante un abrazo o cogidos de la mano o pegándonos.
Llegamos al centro comercial y vamos a Stradivarius. Bueno, mejor dicho entra Mia y al rato me llama. Voy al probador y me pruebo lo que ella me dice. Es impresionante mi cambio. Mi ropa ancha me disimulaba mi cuerpo pero ahora... Mia me hace probar varios conjuntos, a cada cuál mejor.
Repetimos este proceso tienda por tienda, llevándonos un conjunto de cada una. Compramos también zapatos,accesorios y bolsos.
-Mia, ¿puedo ir a la librería, porfaaa? Que hace mucho que no voy.-digo poniendo cara de cachorrito.
-Vale, así puedo comprar tu vestido y todo para la fiesta. Confía en mí. Y vamos, ve a la librería.
Voy a la librería y encuentro todo tipo de libros. Finalmente elijo el libro de Bajo la misma estrella.
Me siento en un banco y empiezo a leerlo. Entonces, se me acerca un chico alto, de pelo negro y ojos grises. Muy mono por cierto. Se sienta a mi lado y me imita. Entonces miro la portada de su libro y es el mismo que el mio. ¡No puede ser!
Él me mira y aparto la mirada. A los pocos segundos oigo una voz.
-Con que tienes el mismo libro que yo, ¿eh? , ¿te está gustando?
-Sí, aunque por lo que veo es un poco duro con la sociedad.
-Eso es porque si no, no llegaría aquí.-dice sonriendo mientras se pone una mano en el corazón.
Empieza a sonar mi móvil y lo cojo. Mia quiere que vaya al aparcamiento para volver a casa para comer.
-Lo siento... Me debo ir. Encantada de haberte conocido, tocayo de libro.
Le sonrío, cojo mi libro y mi mochila y me alejo hacia el aparcamiento. Entonces veo un bolsillo abierto y dentro una nota.
"Ha sido un placer conocerte, ya nos veremos"
En la otra cara su número de teléfono. Sonrío. Que personaje más peculiar.
-Kira, ya está todo. ¿Nos vamos?
Miro al banco del chico y me despide levantándose y moviendo la mano. Le hago otra seña y me doy la vuelta.
-Sí, vámonos.
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Pero, ¿cuál es tu historia?
Teen FictionEsta, es una historia para recordar. Quizá como todas las adolescencias. Pero puede que esta sea un poco más complicada. ¿Para qué escribo? Para desahogarme. Para dejar fluir todo lo que llevo guardándome tanto tiempo dentro. Así que, cuando me pre...