Capítulo XXXIV

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Mientras estoy bailando con David también he estado observando a Laura, se ve muy divertida con Fernando, y los dos se ven felices bailando. Después de todo ésta reunión le sirvió a alguien, aunque no a todos pues el plan era, en parte, que las cosas entre Ricardo y su novia se arreglaran, pero al menos las cosas no saldrán tan mal para Natalia, o eso quiero creer.

Y en cuanto a David y a mí creo que todo va resultando bien, Yo sé que anteriormente dije que no quería ninguna relación pero creo que David me hace sentir cosas diferentes, me da tranquilidad a la vez que podemos divertirnos juntos e incluso platicar de cualquier tema. Con él siento cosas que jamás podría sentir con Leonardo.

David es divertido, Leonardo es aburrido. David es gracioso, Leonardo es más serio que una ostra. David me hace reír mientras que Leonardo me hace enojar. David me da paz y Leonardo me causa angustia. David es especial y Leonardo es simplemente Leonardo, no tiene nada más para ofrecerme mas que tenerme viviendo en su casa. Bien podría decir que me obligó a hacerlo pero no me puso una pistola en la cabeza para que yo aceptara así que en parte esa decisión la tomé yo, él no me ha obligado a nada, aún así él es demasiado posesivo. Aunque los dos se comportaron como animales hace un rato y yo no tengo tiempo para pasar por esos tríos extraños en los que siempre terminas en una relación tóxica. Yo no quiero eso para mí.

—Tierra llamando a Carla, regresa niña perdida, ¿escuchas? —hasta ese momento me doy cuenta que David me está hablando— ¿Qué te pasa Carla?

—Nada, solo me quedé en mis pensamientos un poco

—Bien, si tú lo dices voy a creerte —¿qué pensará David de que lo estaba comparando con otra persona?— al parecer tu nueva amiga quiere irse ya

—¿Mi nueva amiga? —¿a quién se refiere? Claro, Natalia— Dame un momento —le digo a David y después voy al comedor que fue donde se había quedado Natalia— ¿Todo bien?

—Sí, es solo que tengo sueño, estos últimos meses me da mucho sueño, pero dicen que es normal

—Claro que es normal, también lo es que te dé por rascarte la pancita todo el día, la piel se estira demasiado, sobretodo los últimos seis meses, ¿con quién regresarás?

—No lo sé, no creo que Laura me quiera acompañar a mi casa así que supongo que regresaré sola en taxi

—¿Crees que vas a conseguir un taxi en Navidad? No tienes porqué irte, estoy segura de que te puedes quedar aquí por ésta noche

—¿Qué va a pensar él?

—¿Leonardo? Estoy segura de que él hará lo que le pida

—No me refería a tu jefe —eso probablemente no se escuchó bien— Yo me refería a Ricardo

—¿Ustedes dos aún tienen una relación formal?

—Sí, aún somos novios así que no sé cómo va a tomar lo que dijimos

—Definitivamente no te entiendo, ¿quieres ir a preguntarle? —Natalia no me responde pero niega con la cabeza— ¿Quieres que yo le pregunte? —ahora se queda quieta, yo no pienso adivinar lo que ella quiere como quizás Ricardo tenga que hacer, el humo tóxico de estos dos se puede oler desde kilómetros a la redonda y al parecer van a seguir así— si no me dices nada yo no puedo saber lo que quieres así que habla, toma una decisión en tu vida

—¿Podrías ir a hablar tú con él? —¿en qué momento me involucré con este par de niños chiflados?

—Bien, ¿estás segura de que quieres quedarte? —ella asiente con la cabeza y después yo voy directo con Ricardo, quién nos había estado observando con una mirada muy similar a la de Leonardo— Ya no tuvimos oportunidad de platicar, ¿te la estás pasando bien?

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2019 ⏰

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