Dave

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Alex decidió no ir a casa, esta era la segunda vez que la madrugada lo encontraba saliendo herido desde la casa de Dave, pensó que ir al cuartel directamente le ahorraría tiempo de viaje para aprovecharlo y dormir, así que allí se dirigió encontrándose con Graham  qué se encontraba caminando en la penumbra, una y otra vez cuidando un recinto que creía era inútil de vigilar para evitar agentes externos cuando la corrupción venía desde dentro, pero esa noche su rostro mostraba una expresión diferente a su acostumbrado mal humor, ahora una sonrisa pícara se dibujaba en su rostro y un leve rubor recorría sus mejillas al recordar todas las "travesuras" que había hecho con Damon en esos días.

Alex se acercó a saludarle muy sorprendido de encontrarle prácticamente riéndose solo.

-Hola, Graham, ¿cómo estás?

-Muy bien, señor Alex, ¿y usted? - respondió algo sonrojado al sentirse descubierto teniendo esa actitud tan estúpida.

-Hummm... Bien también. - Contestó con una entonación que claramente denotaba que su ánimo no era el mejor de todos.

-Eso no sonó muy convincente. - Acotó el menor ante el evidente desgano del contrario. - ¿qué sucede?

- Nada en particular, es solo que es muy tarde, me he desvelado por cosas del trabajo y tengo mucho sueño. Veo que estás de mejor ánimo, ¿ya te has acostumbrado a estar aquí?

- No precisamente. - Replicó sonriente y algo tímido, conociendo el origen de su entusiasmo, pero a la vez sin querer acusarse.

-¿Estás enamorado?- inquirió el mayor, curioso, reconociendo esas señales tan adolescentes que le hacían recordar a él mismo, a cuando era más joven y creía haber caído presa del amor más poderoso de todos, eran las mismas reacciones que aquella niña de quince años, aquella que se transformaría en su primera novia y él tenían.

-Tal vez, no lo sé. - manifestó el de lentes, a la vez que levantaba levemente el hombro hacia donde ladeaba su cabeza apoyando en este el borde de su mandíbula, sabiéndose un muy mal mentiroso, para luego dirigir una mirada de ensoñación directo a los ojos contrarios, brillante como un cielo nocturno despejado y decorado de mil luceros, acompañada de una sonrisa débil, pero incontrolable y sentida.

A Alex, aquel gesto le pareció hermoso, se preguntó quien sería la afortunada dueña de aquellos sentimientos tan puros, sintió envidia, deseo de ser querido de aquella forma, ser besado por aquellos labios, porque el joven le atraía mucho, pero no podía librarse a sí mismo de la sombra de aquel pelirrojo que ocupaba sus pensamientos, que a veces actuaba de formas que le hacían sentirse especial, pero en otras le hacían sentir solamente una cosa.

"¿Será que de verdad le gusto a Dave o este presentimiento, el pensamiento que me hace erizar los pelos, es simple erotomanía?", Pensó.

Tomó ambas mejillas del muchacho y las acarició dedicándole una sonrisa lánguida.

-¿Qué opinas de Dave?- Dejó escapar de su boca.- ¡Digo, del capitán David!- Se corrigió.

-Pues...- Se detuvo Graham para meditar en su respuesta, no era fácil dar una opinión sobre él. - Mmm... un buen sujeto, severo, algo violento, pero buena persona. En el fondo, creo. - Contestó según su experiencia.

Dave era un sujeto enigmático, carisma no tenía ni un poco, tampoco tenía el don de la palabra, de hecho, era muy callado, pero aun así era capaz de convencer. Sabía perfectamente cuando guardar silencio, como ser pasivo agresivo, qué palabras evitar, dónde debía de aparecer en el momento preciso y se le hacía fácil examinar al resto para saber el porqué de sus acciones.

Tal vez su joven cerebro y su pequeño y frágil cuerpecito evidentemente no estaban preparados para tal grado de violencia verbal y física, pero en aquel entonces los actos atroces eran vistos con normalidad tanto en su casa como en su lugar de estudio, cuyo sostenedor era el ejército, razón por la cual era aceptada la severidad y ciertos correctivos que a día de hoy reconocemos como malignos.

Esos lugares fueron la escuela que le enseñó a ser como era ahora, a fin de evitar golpes y otras vejaciones y oprobios, aprendió a fingir y a mentir, cada vez que cometía un error lo ocultaba como podía, siempre trató de verse correcto frente al resto, sobre todo frente a sus padres quienes creían firmemente que la letra y las buenas costumbres entraban a golpes.

En su instituto fue donde pudo ejercitarse en el sutil arte de manipular, de esa forma pudo transformarse en líder de cuanto grupo y actividad le involucrase.

En el ejército, cuando empezó a aumentar sus responsabilidades y a tener gente a cargo, se perfeccionó en la forma de vida que sería su arma, su sello, su toque personal: la autoridad disfrazada de paternidad.

Imponía de modo que parecía simplemente estar guiando, sus órdenes sonaban como enseñanzas y amenazaba y motivaba según le parecía necesario.

Parecía estar siempre presente, acompañando, mientras imperceptiblemente metía sus ideas en las cabezas que lograba ablandar, no solo conseguía que hicieran lo que él quería, lograba que el resto quisiera lo mismo, que el acceder a sus demandas pareciera una decisión propia, un acto voluntario, parecía que sus ideas eran todo lo bueno y de un modo y otro, todos terminaban cargando su bandera de lucha.

Así logró cautivar a Alex, introducir y hacer crecer en la imaginación de Caroline la locura fantástica de hacer un trío y esto era lo mismo que estaba intentando con la incauta mente de Graham.

Incluso en algo que implicaba tan poco el uso de la inteligencia, como era el tener sexo para él no era ni tan sencillo ni tan liviano ni tan recreativo como para el resto de la gente, su rol tan activo se debía a su obsesión con el control, mientras más se moviera, mientras más inmovilizara, mientras más velara los ojos de su pareja, menos tiempo tendría esta de ver las pequeñas cicatrices que tenía para ocultar, las marcas permanentes dejadas en sitios difíciles de ver con claridad a simple vista y menos tiempo tendrían de preguntar cosas en las que él mismo no quería pensar.

NA: si no se entendió nada... Ni yo sé que quería decir con este capítulo que me costó un triunfo de escribir xD

Una parte del texto está basada en una conferencia de crianza de niños que estaba viendo mi hermana, pero yo quise torcerla y mal interpretarla para mis propios fines, aquí el resumen de lo que decían en 40 minutos xD

Una parte del texto está basada en una conferencia de crianza de niños que estaba viendo mi hermana, pero yo quise torcerla y mal interpretarla para mis propios fines, aquí el resumen de lo que decían en 40 minutos xD

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