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Una noche como hoy hace algunos años él me echó de su casa y hoy yo compré esa casa y lo eché a él a la calle.

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Esa noche fue muy linda, solo nosotros tres yo, mi esposo y mi hijo Gibran. Esa noche fuimos a cenar a uno de los mejores restaurants de la ciudad. “El Basilisco de San Martín”. Cuando el llegó de trabajar y me comento que iríamos a cenar ahí me sorprendí y al principio me negué porque es uno de los restaurants más caros. Yo desde pequeña siempre fui humilde, no porque no tuviera mucho si no porque así me inculcaron y aunque mi infancia y adolescencia no estuvo rodeada de lujos siempre tuve lo necesario y algo más. Cuando lo conocí a él mi primer pensamiento fue que él era de esos que creen que el dinero lo compra todo pero cuando lo fui conociendo creí que no y por eso acepté casarme con él. Pero, yo solo creí que era diferente él solo reprimía ese lado de su personalidad.

Salimos del restaurant y ordené que me pidieran un taxi puesto que mi esposo había bebido casi toda la botella de vino y yo no habría podido manejar con el pequeño Gibran y mi esposo a mi cargo. Total el taxi nos dejo a unas cuadras de nuestra casa pues recibió una llamada de emergencia no se cual pero le pedí que nos dejara ahí ya que no estaba tan lejos y el acepto no muy convencido, pero creo que si era una emergencia demasiado importante. Para cuando nos bajamos mi esposo ya estaba un poco mejor ya podía caminar solo y yo llevaba al pequeño Gibran de la mano que aun estaba despierto para ser las 12:00 am. Ya a una cuadra había unos tipos que casi me desnudan con la mirada, yo los ignoré y crei que mi esposo no se dio cuenta.

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Ya en casa acosté a gibrán y cerré la puerta de su cuarto. Fuera del cuarto de mi hijo esperaba mi esposo, me empezó a reclamar sobre los tipos que se me habían quedado viendo y que por que usaba vestidos tan cortos que parecía una puta y cosas así, yo solo dije: – Es el vestido que tu me regalaste idiota.–

Y así continuó la discusión y los gritos. Continuamos discutiendo -Eres una perra todos me lo dijeron.–  Dijo mi esposo.  Con lágrimas en los ojos le respondí – si todos te lo dijeron ¿Por qué no les hiciste caso?. – Porque soy un idiota, un estúpido y me equivoqué- respondió él.–                            –¿A si? Pues no eres el único que se equivocó, Yo también soy una estúpida por creerte tu teatrito.–Respondí ya con lágrimas desbordando de mis ojos.          

–Pues si tanto te pesa haberte equivocado conmigo ¿por qué no te largas?- dijo el señalándome la puerta.  –¿Quieres que me vaya? No me hagas hacer mis maletas para nada.-Respondí con mi cara de superioridad y tono de enojo.  –Pues déjame ayudarte- dijo él. 

Hicimos mis maletas juntos también hice las de Gibran y lo desperté para irnos. Ya en la puerta y con mi esposo de brazos cruzados le espeté –Quiero que sepas que estos 6 años de “matrimonio” contigo me di cuenta de muchas cosas y así como hoy me estas echando de esta casa un dia yo me voy a vengar.–                                                

–¿A si? Y ¿Cómo te vengaras?-dijo él –tus papás te quitaron su apoyo al casarte conmigo-continuó con una sonrisa sarcástica.

-Si te digo como me vengaré le quitará lo divertido y no disfrutare tanto el verte arrastrándote, ¿Y sabes porque  digo “matrimonio”?- Respondí mientras simulaba unas comillas con mis manos.  –¿Por qué no lo disfrutaste? ¿Por qué fue un infierno? Da igual ustedes las mujeres siempre salen con cualquier estupidez- Espetó él aun con su sonrisa sarcástica de antes. 

-Porque hace tiempo que sé que no tiene validez “Axel” digo si es que es tu verdadero nombre ¿o no? ¿Tus apellidos también son falsos? O decidiste conservarlos y solo ocultar tu horrible nombre?-Espeté yo ahora con una sonrisa vengativa y brillo malvado en mis ojos.                                               –¿Co-Como lo sabes?-respondió entre asustado y nervioso.–No eres el único inteligente aquí mi amor- respondí con voz melosa al igual que si le hablara a un cachorrito. -Sé mas de tu “vida” y tu “trabajo” que tu mismo- continué.  –Nnn- no puede ser yo-yo me encargué de destruir todo eso- habló mas para si mismo que para mí.

-Así como me estas echando hoy no quiero que me busques nunca mas, porque si lo haces voy a hablar todo lo que sé y te las vas a ver duro- Dije con tono frio pero a punto de llorar por que mi momento de valentía se estaba agotando.

–N-No tu no lo harías, n-no lo harías, por … por el niño nuestro hijo- dijo asustado. –OHH precisamente por el niño lo haría, por MI hijo, ni mi hijo ni yo somos nada tuyo. Y si sabes lo que te conviene no me buscaras nunca.– Dije con las lagrimas al borde. Lo sabía mi momento de valentía se agotó tomé la mano de mi hijo, me di la vuelta rogando por que las lagrimas me alcanzaran cuando el ya no pudiera verme y caminé hacia el portón.

   

Mi hijo con la cara adormilada aun, pues eran alrededor de las 2.30 am caminó conmigo de la mano mientras yo arrastraba las maletas.

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⏰ Última actualización: Oct 18, 2014 ⏰

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