Hacía días que Carlos les había mandado un mensaje por el grupo inventándoles a la presentación de su single. Muchos de sus compañeros confirmaron de inmediato. Ella no había respondido, ni Carlos le había preguntado nada.
Julia llevaba unos días sintiéndose realmente agobiada. Javi se esforzaba por recuperar la normalidad de su relación, se lo ponía muy fácil. Sin embargo, cada vez que les pillaban por ahí, la gente se les echaba encima. Le llamaban de todo: inútil, pelele, pagafantas... y cosas peores. A él tampoco le afectaba en exceso, pero ella no lo soportaba. Veía que algunas personas se sentían con el poder de dirigir su vida como si fuese una marioneta. Llegó a un punto, que bloqueaba a todo aquel que escribía algo que le dolía. Tiempo atrás, su amiga Marta le recomendó silenciar todas las cuentas que prefiriese no ver, pero ella consideraba que con eso no bastaba, merecían un escarmiento. Dudaba si, haciendo eso, estaría cavando su propia tumba. Pero le daba igual, no lo soportaba más.
Para colmo, iba a viajar a Madrid para grabar una colaboración que había estado preparando con Marta Soto. Y, cuando se lo contó a Javi, se ofreció a acompañarla, decía que le hacía ilusión. Aunque prefería hacer los viajes de trabajo sola, igual en otro momento no le hubiese importado que la acompañara. Pero justo ese día... justo ese día no. Coincidía con el estreno de Carlos. No sabía qué hacer, pero esto tampoco le ayudaba a decidirse.
Si ella aún no había confirmado su asistencia, no era por la grabación; creía que podría compatibilizar las dos cosas. Era porque sentía que no debía estar allí. Después de la noche en Barcelona, se habían vuelto a distanciar; o tal vez no, pero les costaba mantener una conversación sin ponerse nerviosos. Él le había confesado días atrás que, a veces, se sentía intimidado por la situación. Y ella no podía parar de pensar si podría ocurrirle eso durante la presentación. Temía que, si iba, la gente se centraría más en analizar cualquiera de sus gestos, que en las magníficas canciones que iba a presentar Carlos. Y encima, ahora que Javi también iba a estar allí, no se veía tan valiente como para decirle: quédate en casa, que me voy a ver al chico con el que estuve a punto de acostarme hace diez días.
Llegó el nueve de abril y no fue. Poco antes del estreno, Julia estaba en el estudio. Pidió un descanso de cinco minutos, se dirigió al baño, sacó el móvil y le escribió: "Esta noche no estaré allí, pero estaré contigo. Lo he pensado mucho y creo que es lo mejor. Mucha surte, aunque no la necesitas. Les vas a encantar". Lo envió. Él lo leyó de inmediato. Pero Juila cerró la conversación y volvió al estudio. No estaba preparada para asumir su reacción.
Cuando Carlos leyó aquellas palabras, se sintió decepcionado. A fin de cuentas, siempre se habían apoyado musicalmente. Sentía que Julia había confiado en su talento desde el principio y pensaba que, al margen de todo lo demás, iba a ir a apoyarle en ese día tan importante. Pero se equivocó. Le había dolido tanto...
La presentación fue un éxito. Estuvo acompañado de casi todos sus compañeros. Y brilló. Disfrutó muchísimo. Al día siguiente, tras subir una foto del evento a Instagram, de repente le saltó una notificación. Era Julia: "tan pequeñito y sacando single". No entendía nada. Eran unas palabras tan cariñosas, que aún le dio más rabia que no hubiese ido la noche anterior. Estaba molesto, no se lo pensó dos veces y respondió: "tan pequeña y no viniendo". Esas palabras cayeron sobre Julia como un jarro de agua helada. Como una navaja que le acababa de dejar una cicatriz para siempre: la del arrepentimiento.
Habían pasado días desde aquel mensaje y Julia no paraba de darle vueltas. Le había fallado, tenía que haber estado allí. En el fondo, había deseado compartir ese momento con él. Pero fue cobarde, primó otras cosas y no fue. Y ya no había marcha atrás. Carlos estaba decepcionado, lo percibía perfectamente en las pocas palabras que habían cruzado desde entonces.
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Del vértigo, tú y yo. // Julright.
FanficDicen que cuando algo es para ti, acaba llegando. Pero, ¿cómo saber qué es para ti? A veces se cruzan el deber y el querer. Otras veces, la que era tu casa se vuelve vacía y oscura y de repente te encuentras a salvo en medio de un huracán. Esta es u...