Dreaming tears

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Una leve brisa recorría mis mejillas. Me encontraba parada a la orila de un gran lago, rodeado de arboles otoñales, y unas bellísimas montañas de fondo, rodeadas de grandes nubes, que le daban a lugar un aire nostálgico, pero acogedor. 

No sabía como había llegado ahí, pero la verdad no me importaba. Me sentía traquila, relajada, y feliz.

Caminé por la orilla del lago, mirando como las hojas de los arboles se soltaban y planeaban suavemente, dejándose llevar por la brisa, para caer luego a las orillas del lago o dentro de él, y seguir flotando a la deriva.

-Mara- dijo una voz masculina a mi espalda.

Me di vuelta al escuchar mi nombre.

Un chico alto, de contextura delgada, con cabello largo blanco tomado en una cola con un moño rojo y vistiendo unos jeans negros con una playera blanca me miraba apoyado con su hombro junto al tronco de un arbol, a no más de 2 metros de mi.

-Como sabes mi nombre?-dije un poco extrañada, ya que nunca había visto a este chico en mi vida.

-Porque te conozco- 

-Eso no responde mi pregunta...

Se endereszó. y camino hacia mi, mirandome directamente a los ojos. Aquella simple acción hizo que algo diera un bote en mi pecho. Era eso o tenía un gas.

_¿Quieres caminar un poco?- dijo extendiendo su mano hacia mi

-Claro, no hay problema- dije tranquilamente.

Mientras miles de pensamientos sobre todas las cosas que él podría hacerme y buscando la manera de evitar algunas y provocar otras, pasamos al menos 4 días juntos.

Comimos bayas, caminamos a la orilla del lago, compartimos pescado sacado del lago y en las noches nombramos las estrellas junto a una fogata.

Increiblemente, en ese corto período de tiempo, me enamoré, como nunca antes lo había hecho. Nunca había sido tan feliz en mi vida. 

pero esa felicidad no iba a durar mucho.

Cuando llego el amanecer del quinto día, una extraña luz anaranjada con tonalidades rojas invadío el cielo.

_¿Que rayos?!, que sucede?!

-Es la hora de despedirnos, eso sucede

-Despedirnos? porque?- mi mente no lograba entender nada. Como es que el tener que despedirnos provocaría tal cambio en el color del cielo, ¿acaso este chico era un dios?

-Porque tu tienes que volver.

-Volver? De que esta...guaaaha!!!!!- intenté decir, pero no pude terminar mi frase. Algo comenzó a succionarme desde el cielo

-AYUDAME! PORFAVOR! QUE ES LO QUE ESTA SUCEDIENDO!!

-Tranquila, no te sucederá nada. Solo dejate llevar- dijo mientras sonreía. Unas lágrimas recorrieron sus mejillas

-SI NO ME VA ASUCEDER NADA ENTONCES PORQUE ESTAS LLORANDO!?!?!?!

-Porque no te volveré a ver en mucho tiempo- dijo con la voz cortada

-Que?-dije con una voz apagada. No podía creer lo que estaba sucediendo. Entonces una idea llegó a mi cabeza

-ENTONCES DIME TU NOMBRE!!- grite- TE BUSCARÉ, Y TE ENCONTRARÉ, Y SEREMOS FELICES JUNTOS!!-  la desesperación se escapaba por mis ojos lagrimeantes, y mi cuerpo luchaba por no ser succionado por lo que fuese que me estaba succionando hacia el cielo.

-Leo, mi nombre es Leo

-Leo....TE AMO!!!

Luego de poder decir esas palabras, fui succionada mucho más fuerte, y no logré resistir.

Desperté agitada en mi cama. Un mar de lágrimas caía por mis ojos y mi cuerpo sudaba frío. Intenté enteder que sucedía. Todo había sido un sueño. El paisaje, el lago, los árboles, todo había sido un sueño.

Leo.

El tambíen había sido un sueño.

El reloj marcó las 7:00 a.m, hora de ir al colegio.

Me levanté llorosa, y me mojé la cara.

Luego de darme una ducha, y tomar desayuno, partí rumbo a la escuela, mientras imágenes fugazes de Leo cruzaban mi mente. Todo había sido un sueño, menops lo que había sentido por él.

Entré al aula y me senté en mi mesa, esperando que la clase comenzara pronto.

La profesora entró y anunció que teníamos un estudiante nuevo.

Desganada, miré hacia otro lado, hasta que una voz que yo claramente conocía volvió a hacer saltar algo en mi pecho. y esta vez definitivamente no era un gas.

Ahí estaba él, de pie en medio de la sala, con la misma ropa y esa mirada que me enamoró.

-un gusto conocerlos, mi nombre es Leo- dijo mientras me miraba fijamente a los ojos



Dreaming TearsWhere stories live. Discover now