Cap 20

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El líder estaba pasmado. Ayel y Gretel se levantaron del piso y vieron a la
pantera… era…

—¿Nick?

La pantera la miro y asintió hubo destellos y la pantera se transformó en Nick.
Gretel dejó escapar un grito ahogado la cual Ayel ignoró.

Gracias a los dioses que llegaron...

—¿A quién trajiste de refuerzo?

Antes de que Nick pudiera decirle el que hasta ahora era humano se convirtió en lobo y ataco. Antes de que cualquiera reaccionara un halcón gris tomo al lobo por la espalda y lo aventó lejos de su alcance. El halcón descendió al suelo y se trasformó en un hombre arrodillado con una mano en la pierna y otra en la tierra…

—¿Sky? — preguntó Gretel

Él se levantó del suelo y sonrío —¿necesitan ayuda, chicas?

—Llegas justo a tiempo Sky —dijo Ayel

El lobo se levantó y se acercó al líder, pronto aparecieron más lobos…

—Bien — dijo Ayel irritada — creo que no han entendido, tenemos todo el día. Así que si aprecias la vida de tus hombres te macharas en paz.

—Tú eres la que no debió meterse en nuestros asuntos, gata…

Ayel gruñó —vuelve a llamarme así y te castro…

—No sólo tú. Yo me uno —dijo Nick

El líder gruño —¿Tú qué te metes pantera? la loba es nuestra.

Nick gruñó — no. No lo es, así que si quieren quitarme a mi chica tendrán que pasar por mi cadáver.

Gretel no podía respirar, él había dicho…

—Nick… —susurró Gretel

Él le sonrío —no dejaré que te hagan daño.

El lobo se rio — ¿en serio? ¿Están juntos…? que patético.

—¿Algún problema? ¿Tiene algo de malo querer estar con una pantera ya que todos los lobos son unos idiotas? —dijo Gretel

Si Nick estaba pasmado. El líder más.

—Bien. — suspiró Ayel —Ya aclarado la relación entre ustedes… —Se voltio a los lobos — ¿Qué quieren hacer? —extendió su mano y los palillos se elevaron y fueron a ella.
Ella los tomo e inmediatamente se convirtieron en una espada —tengo todo el día antes de irme a cenar.

—¿Quién eres? —preguntó el lobo

Ayel se enderezo y los confronto —mi nombre es Ayel Kimsly, hija de David
Kimsly.

Los lobos dieron un paso atrás, incluyendo el líder. —¿Eres su hija?

Ayel sonrió…
Su padre era uno de los centinelas más respetados y más temidos de todos los tiempos… unos lo admiraban por la ayuda que les brindo mientras estuvo vivo y
otros le temían por la manera de defenderse ante cualquier adversario antes de casarse y huir con su madre su reputación brutal de “no tomar prisioneros” era ampliamente conocida y todos los de su especie lo respetaban o temían. Ayel se enteró de esto cuando viajaban por todo el mundo. Se sentía orgullosa de su
padre…

—¿Eres…?

Antes de que el lobo terminara la pregunta Ayel dio un paso a ellos y ellos otro atrás.
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.
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Urías vio como aparecía en su rostro un tatuaje… ¡la marca de los centinelas! Ayel hablo:

—Si, soy su hija y soy una centinela Aristi.

Del Amor al Odio. | Trilogía Were Hunter #1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora