Habían solo cuatro palabras, dieciocho letras, una frase; que Taehyung odiaba: "Siéntete como en casa" ¿Por qué debía él sentirse como en su casa si no estaba en ella? ¡No iría caminando por ahí en bóxer como lo hacía en su casa! ¡No agarraría comida del refrigerador tampoco! ¿Acaso la gente estaba loca? ¿Quería que sus invitados hicieran desastre o qué? ¡Él no lo entendía! Y claro que no, si no tenía sentido. Es decir, cuando alguien asiste a una reunión en casa de alguien más, no va a parar todo para decir "Hey, voy a bañarme, esperen" como lo haría en su casa, o "voy a sacar esto del refrigerador" ¡No!
Taehyung se sentía más incómodo cuando la gente decía eso; sentía que debía comportarse aún mejor, con más respeto, porque en su casa no haría eso. No mostraría el TaeTae que era en su hermoso hogar en un lugar desconocido. Ño-oh ~
— ¿Taehyung? — la voz de su mejor amigo llamó su atención, haciéndole caer de su nube. — ¿Qué sucede? ¿Todo en orden?
— ¿Eh? Perdón... Estaba pensando. — se excusó mirando sus manos, algo sudorosas. Estar en casa de su novio con su mejor amigo y el novio de este, era algo incómodo.
Él estaba sentado en la cama de la habitación que compartían su novio y el de su mejor amigo, con sus manos en su regazo y su cabeza baja; aún llevaba puesto su abrigo y hasta su bonito y brillante gorrito. Se sentía fuera de lugar y, aunque su Hyung le dijo que no debía sentirse así, él estaba algo tenso y nervioso.
— ¿En qué, bebé? — Oh, no.
— Yo, eh... Nada importante — entonces sintió las cálidas manos de su novio tantear con cuidado su chaqueta y sacarla suave y lentamente, con cariño.
— Está bien, no tienes que decirme, bonito. ¿Por qué tienes esto puesto, aún? —preguntó sobre el cuello del castaño, quien dio un respingo. Todavía no estaba acostumbrado a los cariños que este le daba.
— Es... Es cómodo — Murmuró asfixiado, aunque no, no era cierto.
Estaba incómodo desvistiendose. ¿Dónde dejaría el abrigo? ¿En el suelo? ¡No! Eso lo hacía en su casa, no en la de él.
Los ágiles dedos de su novio le sacaron el abrigo y el gorro; pasó sus manos por la cintura de este y luego subió un poco, metiendo sus manos bajo la camisa de Taehyung.
— Uhm...~ Voy a fingir que te creo, bebé.
— Por dios, Jungkook, vas a matar a Taehyung; parece que está a punto de explotar. — El castaño sintió sus mejillas arder aún más, tiñiéndose fuertemente de rojo.
Jungkook se levantó y se arrodilló luego frente a su querido novio, para acunar su rostro, sonriendo. Le envío un pequeño besito, robándose una risita del castañito.
— ¿Hago eso, TaeTae? ¿Te estoy matando? — preguntó acercándose. Taehyung rió.
— Hmm ~ Puede ser... ¿Deberíamos ver?
Antes de que cualquiera de los dos hablara, Jungkook estampó sus labios bruscamente sobre los de su bebé, mientras que este suspiraba entrecortado. Sus manos se enredaron suavemente en el cuello del mayor, mientras tiraba de él.
— Ehem... Estamos aquí — Jimin, que estaba sobre su novio, Yoongi, miraba a los dos menores con los ojos entrecerrados — Y, Taehyung, quítate los zapatos.
— ¡Pero no estoy en mi casa!
