El día del viaje llegó. Hyukjae había planeado el viaje junto a su (en ese entonces ) amado. Pero ahora estaba con mala cara poniéndose una camisa.
-Amor- susurró Sungmin cerca de él -No vayas-
-Sólo será por hoy. Voy a cerrar este ciclo- le dio un pico -Será de las últimas veces que lo veremos, nosotros vamos a la Universidad y a él aún le falta un año-
-Lo sé, pero no puedo evitar ponerme celoso- puchereo
-No hay nada de que ponerse celoso- le beso el puchero -Yo te amo a ti-
-También se lo dijiste a él-
-Fue diferente. En ese entonces quizás sólo fue lastima- suspiró. -Además Hae parecía diferente a los demás. Él es muy infantil-
-Te amo- abrazó su cuello y lo besó.
-Aún queda tiempo- el rubio cargo a Sungmin y se dirigió a la cama.
Mientras Donghae con la nariz roja por el frío empezó a escoger su ropa para salir con su "novio"
-Cuál será buena?- se puso de puntitas y sujeto una sudadera café la cual era de Hyukjae, era una sudadera que había dejado en su casa y él la guardó, así que, el olor de su amado seguía ahí.
Con un gorro con orejas de oso, unos jeans y una chaqueta bajo a esperar.El claxon del coche lo hizo salir corriendo de su casa y sonreír al ver a su guapo novio en el asiento del piloto, abrió la puerta y se acercó a besar la mejilla ajena en un acto de costumbre el cual no fue rechazado por la rapidez del momento.
-¿Qué es eso en tu cabeza?- preguntó el piloto.-Es mi gorrito de oso- le sonrió y le regaló un tierno puchero -¿Te gusta?- cerró sus ojos y paró la boca -Merezco un besito-
-Mierda Donghae. No tenemos seis años para que lleves esa porquería que te hace ver ridículo en la cabeza- y en vez de dar un beso, se limitó a arrebatar el gorro de la cabeza de su ex y botarlo -¿Por qué lo compraste?-
-yo...- dolido bajo la mirada
-Eres desesperante- refiriéndose a su tomó bajo
-Tú me lo regalaste- susurró con un nudo en la garganta porque Hyuk estaba siendo muy diferente, aún recuerda cuando lo besaba por horas, cuando le susurraba cuanto lo quería, su futuro juntos.
La noche se hizo presenté en el camino y el silencio reinaba.
-Amor- llamó el castaño -Traje dulces para comer, traje gomitas- miró su mochila para decir lo que traía -cacahuetes de Chile y japoneses, papás y...--¿Por qué jodidos traes tanta mierda en la mochila?- gritó irritado, preguntándose porqué no se podía mantener callado Donghae.
-porque ambos disfrutamos comer chucherías- cada que el tiempo avanzaba, Hae no aguantaba las ganas de ponerse a llorar por el mal trato. Porque el recordaba todas esos días de chucherías en la casa, cine y la escuela, esos días cuando Hyuk lo besaba y lo hacía sentir amado y deseado, que era el único que no lo maltrataba.
-Eso afectará en mi carrera- suspiró. Le gustaba comer chatarra Pero, ahora ya no, necesitaba tener una buena condición fisica.
-Es verdad. Perdoname- cerró su mochila y bebió agua para tragarse el nudo -Cuando iremos otra vez a la próxima audición, recuerda que lo prometiste, ah y también que me llevarías a ver a tu ídolo...-
-No te preocupes, ya fui a la audición con mi novio y sólo llevaré a mi novio con mi ídolo-
-Pero...-
-Sungmin es mi novio-
-C...claro-
El silencio continuo hasta que un celular sonó y el rubio contestó-Conejito- contestó el rubio
-Amor, Te extraño- su voz se volvió nostálgica -Ya quiero que regreses-
-Ya pronto, tengo que terminar esta mierda y nos volveremos a ver y por fin mudarnos-
-Es verdad. Encontré un apartamento cerca de nuestra universidad-
-Excelente bebé- sonrió y Hae ya no podía aguantar las ganas de llorar y, el sollozo se escapó tan suave y dolido que sólo pudo ser oído por ambos pasajeros -Te llamo luego-
-Hyuk-
-hmm- respondió sin escuchar
-Ya que este es el adiós a la mierda... me podrías dar una última cosa-
-No me voy a acostar contigo- lo miró
-Quiero un beso- sus ojos rojos y los ajenos se miraron, lo que causó que no mirarán aquel cartel que advertía una desviación.
-N...- sus palabras se cortaron al sentir como perdía el control del coche y las luces iluminaron un vacío.
El coche se salió del camino y aunque el rubio intento maniobrar y frenar, las vueltas fueron inevitables, en ese momento la vida de ambos paso por sus ojos y aunque Hyuk no lo planeó, la sonrisa de Hae vino a su mente, la risa, sus besos, sus caricias y su forma de ser, todo aquello que le había gustado pero cambio porque lo que sintió por él, fue solamente lastima, quizás atracción y Sungmin se lo había mostrado cuando estuvo con él.
Como Hyuk había cerrado los ojos no pudo ver como su seguridad se rompía, lo que causó que el rubio saliera del auto, sin embargo El castaño no corrió con la misma suerte pues un golpe en la cabeza y otros más lo dejaron inconsciente por un momento.
Cuando Hyukjae se levantó y diviso el coche, corrió como pudo y se asomó del lado donde iba su novio. Lo que vio le rompió el corazón, Hae estaba con la mitad del cuerpo en el asiento y la otra en el quema cocos, sus dulces manos tenían cortes y por su cara había sangre corriendo.
-Hae- gritó y pudo ver como este empezaba a abrir sus ojos y cuando esos ojos cafés se abrieron, una sonrisa se diviso.
-Hyukkie...estas...- lo calló y lo sacó con cuidado. Sus lágrimas empezaron a caer y en sus brazos lo sostuvo.
-Tranquilo pequeño- le intentó decir pero al parecer ya no sentía nada -¡Mierda!-- Hyuk...Te amo- unas lágrimas bajaron de sus ojos y pudo ver como perdían brillo
-Perdóname...fui Un imbécil, yo-
-Tranquilo sólo Bésame- suspiró (uno pequeño)
-Te amo- aunque esas palabras no se sentían verdaderas, lo besó y entonces sintió como la pequeña respiración se convertía en nada -¡Hae!-
Y aunque los paramédicos llegaron y el mayor fue atendido, nada cambio que Donghae se haya ido con un último beso de su único amor, amor al que le prometió jamás amar a nadie más y con esto, pudo cumplir su promesa.
Espero les haya gustado. La verdad no soy muy buena con los finales 😅 pero, espero les haya gustado.
Dejen su 📬 y su 🌟
Los amou💙
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little do you know
FanfictionDonghae se enamoró de Hyukjae sin saber el camino que le esperaba. Él haría todo por la persona que ama, incluso aunque se este quebrando. Pero Hyukjae podrá valorar y no cometer errores de los cuales se arrepienta.