Capítulo treinta y dos.

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La sonrisa en el rostro de Bloo se desvaneció progresivamente mientras yo me iba acercando a él a gatas y todos alrededor reían.

–Espera bambi, espera... –titubeó él cubriendo con su mano en medio de sus piernas.

–Tu escogiste la parte del cuerpo –yo estaba disfrutando de su nerviosismo.

–Sí, pero pensé que escogerías tocar, no morder.

–Te equivocaste –sonreí cínica y puse mi mano sobre la suya–, ahora quita tu mano y déjame morder.

–Quiero poder usar mi pene durante muchísimos años más, no voy a dejar que me muerdas. Me voy a quitar una prenda.

–Perfecto –sonreí satisfecha.

–Ayúdame –me pidió.

–No te hubiera mordido demasiado duro de todas formas –le susurré al oído mientras despegaba el velcro de su cabestrillo.

–Prefiero no arriesgarme.

Ayudé a Bloo a quitarse su camiseta ocultando con éxito la botella de licor que él había escondido, no fue tan difícil después de todo ya que los demás estaban concentrados en seguir bebiendo, Bloo no quiso que le pusiera de nuevo el cabestrillo y con lo ebrio que parecía no tenía ganas de insistirle, regresé a mi lugar, giré la botella y esta vez fue el turno de Nafla y Liz.

Lo que fuera que los dos hicieran no era para sorprenderse ya que son pareja y se tienen mucha confianza, Nafla giró la botella después de cumplir su reto y esta vez los elegidos fueron la rubia desvergonzada y Owen.

Miré con desgano a la rubia lamer el torso de Owen, desde el ombligo hasta su pecho.

La botella eligió a Loopy y su chica en la siguiente ronda, vi a Loopy lamer el escote de aquella chica que parecía disfrutarlo bastante.

Todos ellos estaban tan ebrios que cada cosa que hacían parecía no avergonzarles en absoluto, la desinhibición gobernaba en aquella habitación y yo empezaba a aburrirme del hecho de que todos estuvieran disfrutando menos yo, vi con desganó la botella señalándome y entonces se me ocurrió una idea.

–Trasero –dije y todos se animaron ante mi elección.

–¡Tocar! –gritó Bloo sonriente y se movió disponiéndose a levantarse.

–Espera –me incliné hacia adelante–. Yo voy hacia ti.

Empecé a gatear y al llegar me senté sobre él a horcajadas abrazándolo para poder estirar mi mano hacia la botella que permanecía escondida detrás de Bloo y bebí dos bocados grandes del licor mientras él tocaba mi trasero a gusto, nadie se percató, a lo mejor ya estaban demasiado ebrios incluyendo a Bloo.

Regresé gateando a mi lugar ante las aclamaciones de todos.

–Debes girar la botella –me dijo Loopy señalando la botella.

–Es cierto –sonreí y estiré mi mano–. Lo había olvidado...

Entonces la rubia pateó ligeramente la botella para acercarla a mí, tomé la botella en mi mano, pero no estaba en el centro del círculo y ya que no quería volver a ver que Owen se acercara a ella para hacerle algo o viceversa, giré la botella desde el lado derecho bajo del círculo esperando que las parejas variaran.

Todos vieron ansiosos el girar de la botella hasta que se detuvo señalando a Loopy y el fondo señalaría a su chica de haber estado en el centro la botella, pero no lo estaba así que me señalaba a mí. –Oops...

–No se vale –rio Nafla–. No estaba en el centro, hay que girarla de nuevo.

–Dado que soy un caballero –Loopy habló sonriente–, permitiré que sea bambi quien elija la parte del cuerpo y yo haré la acción.

RUDEWhere stories live. Discover now