The Only Exception ✔→《Editando a Hariana》

Capítulo 20

The Pretty Reckless - Make me Wanna Die.

"I had everything opportunities for eternity and I could belong to the night, your eyes, your eyes, I can see in your eyes, your eyes. You make me wanna die, I'll never be good enough, you make me wanna die, and everything you love will burn up in the light, every time I look inside your eyes, you make me wanna die."

Ariana's POV

Lo miré y sonreí. Eleanor tenía razón. Y yo, ¿qué le diría?

- Perdón, creo que no debí decir eso -bajó su cabeza, al notar que no respondí nada.

- Yo... -¿Qué digo?-. Em, gracias.

- Perdón, no debí decirlo. Ahora nada será igual, tal vez a ti te agrade otra persona, quizás yo estoy confundido, o tal vez deberíamos conocernos más. Te agrado, ¿no? ¿Es muy rápido? No lo creo. ¿Quieres un abrazo? No, soy muy atrevido. Mejor me quedaré aquí. Pero seguro que...

- ¡Ugh, cállate Harry! -grité y reí fuertemente al notar su reacción-. Todo esta bien -tomé su mano.

- No, no lo está, es... -no sabía qué decir, así sonreí y besé su frente.

- Sólo vamos a caminar... -dije-. ¿Cómo supiste donde estaba? -le pregunté. Él se encogió de hombros-. ¿Lo sospechaste?

- En realidad, pensé en el lugar donde no quisiera ser encontrado, y... fue como supe que estarías aquí -dijo apretando mi mano.

- ¡Sí, eres inteligente! -dije con sarcasmo.

- No me gusta presumir -rió.

Seguimos caminando tomados de la mano. Ahora que sé lo que siente por mi, debo aceptar que es algo incómodo. Aunque sea la chica más feliz por escuchar eso de él, ahora es raro.

- Tonto -lo empujé con mi brazo. Él rió y regresó a mí. Me abrazó por la cintura y me dio unas cuantas vueltas en el aire-. ¡Bájame! -grité riendo, pero él me abrazó más a sí. Yo reí ahogada por sus brazos- ¡Moriré, moriré!

- Bien, pero yo moriré contigo... -dijo. No pude evitar sonrojarme. Tenía ganas de besarlo hasta quedarme sin aire, pero no podía ilusionarlo más.

- Que tierno -sonreí levemente. Él se detuvi y se posó frente a mi.

- Oye ¿harás algo mañana en la noche? -preguntó.

- ¿Tengo que hacer algo? -lo miré confusa.

- No lo sé, es viernes. Todos salen -dijo riendo.

- No tengo planeado nada -sonreí, mientras seguíamos caminando, pero él de espaldas para seguir hablando de frente conmigo.

- ¿Te gustaría ir a cenar conmigo? -preguntó.

- Eh -me quedé en blanco. Una cena. Viernes por la noche. Con él-. ¿A solas? -pregunté. Él asintió. ¡A solas!-. Mmm.. creo que le tendré que preguntar a mi mamá -sonre. Definitivamente tengo que pensarlo.

- ¿Crees que te diga que no?

- No, pero así se supone que dicen las chicas cuando las invitan a salir -me encogí de hombros. Él rió.

- Bien, te llamaré esta noche para confirmar -dijo alegre.

Ésta sensación es rara, el no saber que sientes en estos momentos.

- La estaré esperando -sonreí-. Oh por cierto, anoche no pude regresar tu mensaje, se acabo mi crédito -dije un poco apenada.

- ¿Quieres que te recargue? -preguntó él.

- ¡No! Yo lo haré, tú no te preocupes por eso -sonreí.

Él se despidió de mí besándome una mejilla, mi nariz y luego se fue. Yo por mi parte, regresé a mi casillero por mi mochila y esperé mis siguientes clases, sabiendo que en ninguna estaría con él.

Todo el día estuvo rondando mi cabeza, y fue horrible. Tengo un pequeño temor, sobre la cena de mañana. Esto en realidad apesta. Pensé que me gustaba, que estaba enamorada, pero ahora que me confesó lo que siente, es horrible. No sé porque me siento así, no sé porque no dejo de pensar en él y no sé porque soy así ahora. Definitivamente le diré que no, que no lo quiero. Aunque... ¿A quién engaño? Lo quiero, y desgraciadamente lo deseo. Esto es un problema, ya que se supone que no debo enamorarme, yo me tengo que ir del mundo sin esto que siento, sin esto que él siente. Así era antes, así seguirá ahora, y así será cuando me vaya.

Mamá y Eleanor me dijeron que fuera a mis quimioterapias, pero no. No pienso ir a un lugar donde solo me dañaran más, metiéndome químicos que no sirven más que para quedar como una total ridícula sin cabello, para que se burlen más de mi. Fui sólo a una, y esa fue la que causó mi falta de cabello. Por esa razón dije, que no pienso ir nunca más a ese lugar.

El lunes tengo cita con el médico, y odio ir a ese lugar. Todos sabemos cuál es el fin de esta enfermedad; así que mejor, en vez de meterme cosas al cuerpo, quiero que me dejen disfrutar lo que me queda. Así lo puso el destino: Yo no estaba destinada a vivir, ni a casarme, ni a tener hijos. Solamente estoy destinada a morir.

*

Al salir de clases llegué a mi casa donde mi madre y mi tía ya me esperaban con la comida. Así que luego de saludarlas, me senté a comer, pero no pude, el sólo ver la comida me daba náuseas.

- ¿Pasa algo pequeña? -preguntó mamá.

- Tengo una cita con Harry mañana en la noche - mencioné. Ella sonrió-. Eso no es bueno mamá.

Automáticamente su sonrisa se desvaneció.

- ¿Qué pasa Ariana? -preguntó preocupada.

- Todo mamá, ¡todo! -golpeé la mesa.

Mi tía se exaltó.

- ¿A qué te refieres linda? -interfirió mi tía.

Me levanté enojada, y con mucho enojo, retiré el gorro de mi cabeza.

- ¡Eso pasa! ¡Eso! -dije apuntando mi falta de cabello-. Harry declaró lo que siente por mi hoy, ¿y saben qué fue lo que hice? -ellas me miraron preocupadas-. ¡Nada! ¡no hice nada!

- Nena, pero pudiste decirle que también lo quieres... -dijo mamá.

- ¿Para qué? ¿Para que cuando se entere de esto, me deje? -las lágrimas se apoderaron de mí.

- Ari, él no haría eso. Es un buen chico y te quiere -dijo mi tía.

- ¡Si claro! ¿Quién quisiera estar con una cancerosa? ¿Con alguien que se va a morir?

- ¡Ariana! ¡Tu no vas a morir! -gritó mi madre.

- ¡Claro que si lo haré, no lo entiendes! -grité. Ella me dio una leve [pero suficiente como para mover mi cara hacia un lado] cachetada en el rostro, haciéndome volver a la racionalidad.

- ¡Dícelo! Si él se va, entonces no es un buen chico y no te merece -me gritó.

- ¡Nadie me merece madre! ¡Entiendan eso! ¡Yo no estaré con nadie, solo lo haré sufrir! -lloré.

- Ve a tus consultas, a tus terapias... -dijo mi tía.

- Mejor déjenme hacer mi vida como yo quiero.

Rápidamente me retiré de allí y subí a mi habitación, cerrándolo con un portazo. Me tiré a la cama y empecé a llorar descontroladamente.

¿Por qué esto me tubo que pasar a mí?