Dulce timidez (MEANPLAN) // (ADAPTACIÓN)

♡U N O♡

Hoy era un día igual como lo era meses atrás, para ser exactos 5 meses. Plan, un chico de 19 años con una estatura de 1.67 centímetros de altura, lo cual le avergonzaba al ver a los chicos que pasaban por su lado medir, al menos 2 centímetros de más, con ojos que según el, no eran para nada bonitos, excusándose el mismo en que por su torpeza un ojo quedara más abierto que el otro, ocasionando, a ciencia suya, que era una "horrible deformidad", pero que otros decían que era lo más que podrían ver y aún más cuando sonreía, que era cuando sus ojos se convertían en dos delgadas líneas que lograba alegrar un frío y desolado corazón, de cabello negro que le daba una imagen encantadora y atractiva al mismo tiempo.

Se encontraba en la misma pizzería, "Myeongdon pizza", sentado en la mesa en donde las últimas 3 semanas había descubierto que daba una vista exacta de donde los trabajadores esperaban, sentados en pequeños e individuales sillones, por un cliente nuevo. Era ahí donde lo veía, esperando por algún consumidor nuevo, junto a otros dos chicos más, los cuales se hallaba platicando plácidamente con SU lindo castaño, un sutil puchero que salía inconscientemente, se instaló en sus labios haciendo que su labio inferior, que se hallaba húmedo por la reciente soda ingerida, se abultara, creando una imagen tan dulce. Bajando la mirada a su trozo de pizza que solo tenía a lo mucho 3 pequeñas mordidas, un poco triste, con ese pequeño dolor en su pequechito y frustrado, quería hablarle, claro que si quería, pero vamos... ¿Qué si tenía novia o novio?, ¿Qué si no era gay?, ¿Y si no le parecía lindo?... Muchas inseguridades siempre fueron el impedimento para entablar una conversación con aquel chico... Cuyo nombre era Mean Phiravich, según el pequeño bordado en la playera roja de este, playera que Plan había observado muchas veces, para ser exactos cada vez que iba a atenderle, ya que su timidez tampoco permitía ver por más de dos segundos los hermosos ojos pequeños y perfectamente delineados, tan parecidos a los de un gatito, sin sentir su corazón acelerarse y aquel ya conocido cosquilleo en sus manos, cachetes y estómago, completamente sonrojado. Solo esperaba un día poder reunir la valentía suficiente y poder entablar aunque sea, una amistad con el chico que aparecía en sus sueños cada semana.

Cuando menos se dio cuenta ya no quedaban más que migas en la pequeña plataforma que ofrecía el local para colocar tu pizza, siendo que ya había pasado 35 minutos de la última vez que vio su pedazo de pizza con unas pocas mordidas. Suspiró, tenía que esperar que pasaran al menor 4 días para poder volver al establecimiento, sin querer frunció sus labios...

"Me pondré gordo... Aún más..."

Pensó Plan sumando otro punto menos a su favor y a su autoestima.

"Trabajaré más duro en el gimnasio..."

Fué hasta la pequeña plancha que daba a la cocina para pagar, donde observó como los otros dos chicos empujaban con una sonrisa a Mean para que fuera a atenderlo. Trago saliva ante el nerviosismo que comenzaba a invadirlo. "Hablaría" de nuevo con él.

--Ummm... ¿Disfruto de sus alimentos?. -Le preguntó esa conocida y gruesa voz con la que fantaseaba y soñaba muchas veces salir un "Te amo" hacia el-.

--S-sí, estuvo rica, como... como si-siempre. -Tartamudeó avergonzado, bajando la mirada ya por costumbre, dedicándose a observar sus regordetas manos que se encontraban jugando entre ellas. Para vista del contrario, una imagen aniñada pero lo suficientemente tierna para que una sutil sonrisa acompañada de un dulce sonido brotará de sus labios.

"¿Se está riendo de mí?"

Se preguntó Plan, ahora con ganas de llorar, y es que sí, era muy sensible, y aún más con cualquier cosa que se relacionara con quien se encontraba a menos de él.

--¿Cu-cuánto será?.-Dijo con una voz que se quebró solo un poquito. El castaño frunció su entrecejo-.

"¿Qué pasó?"