• Capítulo 38 •

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Sarutobi Amaterasu.

Cómo me había ordenado mi padre, me cambié de equipo. Justo cuando empezaba a "llevarme bien" con Kiba, Hinata y Shino. Aunque creo que nunca les hablé lo suficiente como para ganarme su amistad o confianza.

Hoy me dirigí a la torre del hokage para encontrarme con el equipo diez. Trataba de hacer memoria quiénes eran los que conformaban dicho equipo.

Al entrar y caminar por los pasillos, seguía pérdida en mis propios pensamientos hasta que unas grandes piernas chocaron contra mi rostro.

Caí al suelo sentada, con suavidad acaricié la parte roja de mi nariz y dirigí mi mirada al culpable, era mi hermano mayor; Sarutobi Asuma.

—¡Hermanote! ¡Eso dolió!— exclamé adolorida. Me paré del suelo por mí propia cuenta por que no tenía intenciones de ayudarme.

—Lo siento Amaterasu, pero a partir de hoy no soy tu hermano— hablo con una sonrisa de orgullo mientras tenía un cigarro en su boca.

Ladeé mi cabeza al no entender lo que quiso decir —¿A qué te refieres?— pregunté mientras sacudía mi ropa. Se había manchado con el polvo que había en el suelo.

—Ahora me hablaras como tu maestro y no como tu hermano mayor— se señaló asi mismo con orgullo y con la otra mano negaba.

Al principio seguía sin entender, pero lo ignoré y seguí mi camino hasta la oficina de papá.

Al entrar visualice a un chico de coleta con somnolencia, un gordito con espirales en sus mejillas con una bolsa de papas y una chica rubia de coleta larga, que reconocí en seguida; Yamanaka Ino, la conozco por Sakura y también por qué siempre compró flores para la tumba de mamá y Rose.

—Hokage-sama—. me referí a mi padre con respeto y con una pequeña reverencia. Papá siempre me ha dicho que lo llame hokage-sama cuando haya gente cerca.

—Amaterasu, ven, te presento a tu nuevo equipo temporal— con su mano hizo señas de que me adentrará más a la oficina.

Asuma me siguió por detrás hasta quedar a un lado de los tres chicos. Algo había comprendido, él era sensei de esos tres.

—¿Y dónde están?— cuestione un tanto emocionada. Conocer a gente nueva era lo mejor para mí.

—Son ellos—. apunto a los tres chicos antes mencionados —Su nombre es Nara Shikamaru.

El chico de coleta me miró unos segundos y después desvío su mirada para dar un profundo bostezo.

—Akimichi Chōji.

Mientras seguía devorando sus papas me observó con desidia. Ágilmente comía las papas, creo que intentaré copiarle su estilo.

—Y Yamanaka Ino.

La chica rubia me saludó con una sonrisa tierna y con una mano en la cintura.

—Que molestia, una niña más en nuestro equipo, ¿en serio?— habló Shikamaru fastidiado. Como si las mujeres fuéramos una molestia para él.

Lo miré extraña. Este equipo es muy distinto al anterior, tenían cara de que ninguno concordaba con nada.

Después de unos largos y eternos segundos de silencio, el hokage nos dió nuestra primera misión.

—Bien, ahora que se conocen—, todos plantamos nuestra atención al hokage —su misión es ayudar al agricultor de la aldea con la recolección de papas y otras verduras—. le entregó una hoja a mi maestro-hermano.

Supuse que sería una misión de ese tipo, pero no pude evitar en poner mi cara de desaprobación.

—Que fastidio—. mascullo Shikamaru.

El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora