CAPITULO 7

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Hola queridos míos ♥️ he vuelto con otro capítulo de Prohibido!!! ❤️

Espero les guste mucho 🖤

•••

-Sigo sin comprender porque esa carita. - Ahogué un gemido al sentir la suavidad de lo que posiblemente sería un látigo de goma.

Removí mis manos con un poco de fuerza, molesto por la caricia sucia de tal artilugio en mi entrada. Refunfuñe al escuchar aquella risita burlona.

-No te oigo Shiota-kun~. - El maldito se burlaba perfectamente de mi apellido, iba a refunfuñar nuevamente, sin embargo, mi intento vanal fue sustituido por un gimoteo al sentir el látigo azotar mi nalga derecha con dureza.

Pequeñas lágrimas de dolor y excitación empezaron a recorrer mis mejillas lentamente. Y maldije por lo bajo al saber que aquel trato tan sádico hacia mi persona me producía una oleada de descargas eléctricas de placer en todo mi vientre bajo y columna.

Se sentía jodidamente bien, necesitaba más. Aunque eso era algo que no admitiría.

-Te dije que te castigaría por tu insolencia... ¿No es así!?. - Asentó fuerza maliciosa en sus últimas palabras para seguido azotar mis pálidas nalgas sin escrúpulo alguno. Grité, maravillado por la sensación de ardor y deseo.

Seguidamente sentí como sus dedos pasaban ligeramente sobre la zona afectada y me sentí a morir, levanté mis nalgas buscando restregarme contra su mano.

Apretalas, acaricialas, juega con ellas, haz un desastre en mi culo...

Sin embargo sentí otro latigazo, mucho más fuerte que el anterior. Las lágrimas aumentaron y mis gemidos igual. La respiración se me entrecortó por la repentina acción.

-Es un castigo, no un premio. - Y en parte el maldito tenía razón. Mis manos estaban atadas, mis nalgas separadas con una especie de tubo metálico con cadenas en ambos pies, y por supuesto, él tenía una de las mejores vistas de todas al tenerme en cuatro y dándole el culo como buen panorama.

Y aunque era un castigo, lo disfrutaba más que nunca.

-Nunca ha sido bueno para ejercer castigos. - Dije con sorna y tratando de molestarlo más. Haciéndole saber que me excita esto, que...

Otro latigazo, un grito agudo y sonoro sonó por toda la habitación. De pronto sentí sus labios chocando contra mi nuca y mordisqueandola con pasión. Jadee al sentir dos dedos removerse hacia mi interior con tan poco pudor.

Me reí suavemente al escuchar un gruñido de placer salir de los labios de mi linda fantasía. Mis nalgas habían apretado sus dedos buscando más contacto. Su lengua intrusa viajó hasta instalarse en mi cuello y mordisqueo dejando un pequeño camino de su dulce saliva por mi columna y glúteos.

Fruncí los labios al notar como se alejaba de mi cuerpo, dejando un horrible vacío y frío recorrer mi piel. Iba a reclamar, o si. Pero me lo impidió girandome para quedar frente a frente.

Esa sonrisa cachonda y tan sexy hizo que varias descargas fluyeran desde mi pene hasta mi culo. Mordí los labios extasiado con la perfecta vista de mi sexy profesor con sus pantalones un poco más abajo del boxer, con la camisa sin abotonar y la corbata desajustada.

Prohibido (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora