Y entonces era eso simplemente lo que me faltaba para acabar con mi vida, con mi antigua vida. La frialdad había vuelto completamente, no tenía marcha atrás. Mi cuerpo en sí temblaba, no lo sentía, mis palabras eran mudas, el dolor era mínimo, el cambio se hizo de un minuto para otro, nunca pensé que pasaría tan rápido y sin alguna pizca de angustia.
La habitación estaba congelada, las paredes parecían caerse, el techo empaparse con la lluvia y el viento jugar con las cortinas haciendo la lluvia presente en mi cama. Estaba tapado hasta los hombros, la baja temperatura me estaba matando y no tenía ganas de salir a buscar un poco de ayuda para encender la chimenea. Todo lo que me pasaba era por estúpido, quizás idiota y no me importaba si moría de hipotermia, moriría como quería, solo, peor que un perro ¡y genial recuerdo el que había tenido ayer! Querer siempre me trae malas cosas luego y siempre sería de la misma manera.
Pasé mis manos gélidas por mi rostro más de lo normal notando el ardor de la misma helada temperatura sacando una sonrisa en mis labios. Pasé los piernas a los costados de la cama, tirando todos los acolchados, frazadas y más cosas que tenía puestas para un lado y salir directamente al comedor.
La planta baja estaba aún más relente que la planta alta, se notaría más el cambio, creería si no tuviera tan frío, tan yo nuevamente, tan... Desalmado.
Largos pasos dirigidos a la cocina llevaron los brazos y manos a abrir el refrigerador en busca de agua fría. Todo lo que tendría que hacer ahora es... Tomar cosas frías, como yo, como el aire, como la temperatura de la casa, como mi vida, como mi destino, como todo.
En tan sólo par de segundos me encontraba subiendo las escaleras con un dolor en el pecho alucinante. Al fin sentía dolor en mi cuerpo y no solamente... Nada, me tomaba nuevamente humano, estaba pasándome nuevamente el caer de mis nubes a la vida real, bajar de dónde me encontraba para caer a llorar y hundirme en la miseria misma pasando nuevamente los kilos de telas sobre mi cuerpo y sonreír con la esperanza de morir recordando y maldiciendo el puto día en el que decidí entrar a ese lugar, el maldito día en el cual tuve que conocer a todos y el día en el que, comencé a sentir algo por alguien.
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It's too cold for you.
Fanfiction«Detrás de cada palabra se esconde un miedo y detrás de nuestro miedo cariño se esconde una herida»