Capítulo 3 (parte dos).- reflexión
Desperté dolorida al costado de la camilla de mi hermana, no puedo creer que esto haya pasado tan rápido, si hace una semana estábamos las 3 felices en la playa, papá no fue, ya que estaba haciendo algunos negocios o algo así, en ese mismo momento mi madre dijo "la distancia impide besos y abrazos, pero no sentimientos" esa tarde fue algo que jamás olvidaré, el último paseo con mi madre.
Cubrí a mi hermana con una manta, y me fui mientras dormía.
Iba pasando por la vereda, mientras miraba a las familias que pasaban, no pude evitar recordar, y la imagen de mi madre pasó nuevamente por mi cabeza, haciéndome pensar, como la vida puede colocarte barreras, capaz que esto es un paso para aprender a ser fuerte, pero no puedo pasar por alto la muerte de mi madre, descubriré quien fue pase lo que pase.
Un ruido interrumpió mis pensamientos -me levante rápidamente al escucharlo mas fuerte pesque la lampara y fui al lugar de donde provenía aquel sonido-
-Quien anda ahí.-grite
-Hija soy yo tu padre.-dijo borracho
-¿Papá? que diablos te paso.-dije cerca de las lagrimas.
-Fui a inscribirte a tu nueva escuela a la que quería tu madre y me encontré con un bar cerca.-dijo riendo.
-No puedes seguir así o me veré en la obligación de irme de aquí con Ashley, al menos ¿la has ido visitar al hospital?-grite con un nudo en la garganta.
-Tu no me grites así, soy tu padre
-me pega una cachetada- y yo veo que hago con mi vida además no he ido a ver a Ashley porque no he tenido tiempo.
-No tienes tiempo de que!? De tomar!? De emborracharte!? ¡ERES UN DESPRECIO!
-Soy un adulto soy cargo...de mis...propias dec...decisiones.-dijo tambaleando.
-Me gustabas mas cuando eras un buen padre, uno ejemplar.-fui corriendo a mi habitación y me encerré.
Llore hasta mas no poder, como mi padre pudo -el llanto inundo mis pensamientos- lo único que quiero es dormir y jamás despertar -suspiro- madre ahora más que nunca, te necesito -pensé-