Danielle.
Había sido triste, bastante triste a decir verdad, tener que despedirme de mi vida en Nueva York, sobre todo por mis amigos.
Siempre había sido una chica bastante extrovertida por lo que nunca me había costado hacer amigos. Pero era difícil, Kaya, mi mejor amiga, había estado conmigo desde que tenia tres años. Se había convertido en mi cómplice de aventuras y en una hermana. Por lo que es de entender que la despedida había sido muy emotiva.
Lo único que me animaba es que cuando terminara el instituto volvería a Nueva York para ir a la universidad, y, además, de que tenia a mi hermano mellizo.Mi hermano, Dylan, y yo teníamos una conexión especial, seguramente por el hecho de ser mellizos, pero aunque no lo fuera pienso que igualmente nos llevaríamos igual. Él es como mi mejor amigo, nos lo contamos todo, bueno casi todo, algunos temas, mas bien los sexuales, no los solemos compartir.
Dylan y yo no nos parecemos mucho en lo que se refiere al físico, aunque tampoco coincidimos en muchas cosas en cuanto a personalidad. Él tiene los ojos marrones, el pelo moreno y es bastante pálido de piel. Yo tengo los ojos azules, el pelo moreno rizado, pero mas claro que el de mi hermano, y mi piel es un poco más morena que la suya. En cuanto a personalidad, como todos, tenemos nuestras similitudes y nuestras diferencias. Yo soy bastante extrovertida, como ya mencioné anteriormente, y mi hermano es bastante tímido, a él a diferencia que a mi siempre le costó hacer amigos, realmente él tenía amigos porque yo lo había metido en mi grupo de amigos. En cuanto a similitudes, a los dos nos gustaba el fútbol americano, de hecho es un deporte que hemos practicado juntos cuando éramos pequeños, aunque hace tiempo que yo no lo practicaba pero mi hermano si, pero aun así me seguía encantando y siempre veíamos los partidos juntos.Era un alivio saber que siempre estaría a mi lado, sobre todo ahora que nos mudamos a un nuevo hogar.
Es un cambio muy drástico, pasábamos de vivir en el ruido de Nueva York a vivir en la tranquilidad del tranquilo pueblo de Greenhill.
El motivo por el cual nos mudábamos no era laboral, causa que sería la mas normal, sino por amor.Mi madre, Hermione Johns, nunca se había casado con mi padre por lo que nunca adquirió su apellido, se había enamorado de Kelly Bell. No era una sorpresa que a mi madre le gustarán las chicas, sabíamos desde pequeños que era bisexual. Cuando rompió con mi padre, mas o menos hace ocho años, cuando teníamos ocho años, cada mes mantenía una relación con una persona distinta, podía ser hombre o mujer.
Volviendo al tema de Kelly. Mi madre la conoció cuando Kelly estuvo trabajando unos meses en Nueva York, pero ella, claramente, vivía en Greenhill. Comenzaron su relación hace un año y desde hace nueve meses la llevan a distancia, cosa de la que ambas se han artado, por eso mi madre decidió renunciar a toda su vida, y a la que nosotros llevábamos, para irse a vivir con ella.
Lo positivo de mudarse con Kelly es que era una mujer con más dinero que nosotros, por lo que su casa era grande y bastante lujosa y con varias comodidades. Lo malo era que no viviera en Nueva York y que tenia un hijo de nuestra misma edad, dieciséis años, llamado Austin Michael.
A Austin lo había conocido hacía exactamente dos horas, tiempo que había pasado desde que habíamos llegado a la residencia de los Bell. Era igual que su madre, ambos rubios y de ojos azules. Además que se notaba que los dos eran bastante egocéntricos, cualidad que le destaque a mi madre y la cual decidió ignorar. Yo creo que eso hará que terminen su relación, pero ella sabrá.
Volviendo al tema de Austin. La descripción mas breve que le puede definir es que es el típico chico popular de instituto, capitán del equipo de fútbol y novio de la capitana de las animadoras. Es un cliché andante. No me caía muy bien.
La casa, aunque se puede considerar mas una mansión, llamarla casa se quedaba corto, estaba compuesta por seis habitaciones,un comedor, una cocina, un salón, un mini gimnasio, una sala de juegos, una biblioteca, una sala de estudios, un despacho, tres baños y, lo mejor de todo, tenía una piscina y jacuzzi.
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El amor y otras cosas típicas de la adolescencia.
Teen FictionComenzar una nueva vida dejando atrás una pendiente es algo complicado, sobre todo, si la causa del comienzo es, como dice Danielle, "por una locura amorosa" de su madre. Danielle y su hermano mellizo Dylan Evans, de dieciséis años, han tenido que...