La apuesta

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Un día en la mansión Phantomhive, el malhumorado conde estaba en su despacho

Ciel: Odio demasiado ser un niño (dijo golpeando la mesa)

No se dio cuenta de que el demonio azabache lo escuchaba burlón atrás de la puerta, parecía que disfrutaba verlo quejarse.

Sebastian: Bocchan, le traigo su té y pay de chocolate

Ciel: Déjalo allí

Sebastian solo asintió, pero no pudo ocultar su sonrisa burlona a lo que el joven conde le preguntó el motivo de su felicidad.

Sebastian: Ah... me resulta divertido verlo quejarse de ser un niño

Ciel: No es gracioso Sebastian

Sebastian: Bueno lo es para mí, nosotros solemos existir desde hace tiempo por lo que jamás fuimos niños o bebés como le dicen ustedes los humanos

Ciel alzó una ceja y se le ocurrió una gran idea, pero necesitaba que la mansión estuviera a solas por un par de días.

Ciel: Sebastian, es una orden dale un par de días de vacaciones a todos y que no regresen hasta que hayan pasado.

Sebastian asintió de manera interrogante para después salir y decirles a los empleados que se tomaran un par de días.

Bard: Pero Sebastian es demasiado trabajo para ti

Sebastian: Haría exactamente lo mismo solo que sin sus destrozos

Los 4 se miraron y salieron en la carreta dejando a Sebastian suspirando de alivio porque no arruinarían nada en un par de días.

Ciel veía desde la ventana cuando escucho el pestillo de su estudio

Sebastian: Bocchan, ya está todo listo (hizo una reverencia)

Ciel asintió y camino hacia Sebastian poniéndose frente a él, el mayor estaba confundido ante la reacción de su amo, pero no dijo nada decidió esperar hasta que él conde hablará.

Ciel: Hagamos una apuesta Sebastian

Sebastian: ¿Qué clase de apuesta Bocchan?

Ciel: Tú harás tus deberes como un niño hasta que vengas a suplicar que te ordene ser adulto de nuevo

Sebastian: mmhh... Bocchan eso es bastante infantil

Ciel: Bien, soy un niño y quiero divertirme, pero podemos hacerlo más divertido, ya que para que vuelvas a la normalidad deberé besarte por voluntad

Sebastian: Me suena bastante interesante y no puedo negarlo mi naturaleza demoníaca siente curiosidad de saber que se siente se un niño.

Ciel: Bien entonces...

Sebastian: Espere bocchan, le daré la oportunidad de ser adulto en el tiempo que yo seré un niño

Ciel: ¿Eso es posible?

Sebastian: Claro, pero eso sí estará ligada a la condición que puso, así que para que ambos volvamos a la normalidad será por medio de un beso voluntario de usted

Cuando ambos estuvieron de acuerdo, Sebastian esperó a que anocheciera para realizar el conjuro sobre el conde que para ese momento estaría dormido y así cumplir su caprichoso deseo.

Sebastian despertó en la mañana contemplando como su ropa caía dejando ver su pecho, luego se dio cuenta de que el conde despertaba notando que todo en él había cambiado.

La apuesta (One Shot) [SebasCiel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora