Después de todo este ajetreo con Dean, solo estamos acostados en el sofá, estamos así hace un buen rato, sin decir nada, él abrazandome por la cintura.
—Bueno, bueno... Creo que es hora de irme, debo volver al trabajo. —dice para romper el silencio.
—¿Algún día vas a decirme en qué trabajas? —le pregunto, no es algo que me quite el sueño, pero agradecería que me lo dijera.
—Sabes todo acerca de mí, esto mantiene el misterio, así que no. —responde, soltando una risa burlona.
Me suelta y mueve un poco mi cuerpo para él poder salir del sofá, se pone de pie, dejándome sola.
—Te prometo reponer las tazas.
—Eres un completo idiota.
—Ouch, tú también, me utilizaste sexualmente.
Niego con la cabeza.
—Ya anda, vete.
Me levanto para despedirlo, abro la puerta y me encuentro una maravillosa sorpresa, Olivia.
—Vaya, Dean Fiennes, qué sorpresa. —dice con un subtono sarcástico.
—Olivia Chester, lo mismo digo.
Solo me quedo en medio de todo viendo este desastre, sé lo que Olivia piensa de Dean, un bueno para nada, inútil y alguien sin futuro. Se quedan unos segundos viéndose el uno al otro, qué va, rápido chicos. Dean sale por la puerta y ella entra.
—Te veré después. —se dirige a mí esta vez, regresa y me planta un beso en la frente, yo solo asiento y cierro la entrada, recargandome en ésta, Olivia solo está cruzada de brazos viéndome con una mirada juzgona.
—¿A dónde iremos? —intento no parecer nerviosa.
—Oh, creí que habías tenido tiempo para pensarlo, pero veo que estabas ocupada.
—Vamos, Olivia, no sé por qué te molesta tanto Dean. —termino de decir y camino hacia el sofá, pasandola.
—No es bueno para ti. —escupe dando la vuelta sin dejar de cruzar los brazos.
—Acabo de discutir con él, no quiero hacerlo contigo. —pongo en blanco los ojos.
—Tampoco quiero hacerlo, solo pienso que deberías conocer a alguien más, salir de tu zona de confort.
No le respondo, ¿para qué? Siempre ha sido así, ella es una chica rica que tiene ambición además de recibir el dinero de su padre, jamás va a cambiar, por este tipo de comportamiento me aleje por un tiempo.
—Dime que no tienen nada romántico.
—No, Olivia, somos amigos.
—Menos mal —se seca la frente. —, rápido, alistate, debemos irnos.
Lo olvidé por completo. Tengo puesta una blusa de tirantes y un short que no deja nada a la imaginación.
Subimos a mi habitación, no sé qué ropa usar, hoy hace un poco de calor, así que no espero estar tan abrigada.
Olivia abre mi clóset y empieza a rebuscar algo para ponerme lo encima, después de varios minutos y haber rechazado algunas prendas encuentra algo que le agrada, es un vestido casual, bonito y sin mucho chiste.
—Creo que con este sí vas a poder lucir esas piernas que tienes.
Solo suelto una risa, no soy tanto de usar vestidos aunque tengo varios, me gusta más sentirme cómoda, además de que el clima en este lugar la mayor parte del tiempo es templado-frío, pero hoy no es el caso, así que le tomo la palabra a Olivia y me pruebo el vestido.
Me queda bien, digo, no tengo un cuerpo escultural, pero no está mal, mis piernas son algo regordetas, así que sí lucen y muy bien. Del escote no tengo mucho que decir, solo que no me desagrada, bingo, me quedo con este.
—Te ves fenomenal, Marion. —me alaga.
Olivia es esa amiga que siempre está haciendo cumplidos, empoderandote y alentandote a ser mejor para que cumplas tus metas, aunque también es quien quiere controlar tu vida de una manera u otra, eso solo si se lo permites.
Antes éramos muy unidas, hasta se llevaba muy bien con Dean, pero todo cambió de un día a otro, no sé lo que sucedió, nunca quiso contarmelo, pero imagino que ellos dos discutieron... Desde ahí empezaron con una batalla para ver quién se quedaba conmigo, haciéndome parecer un trofeo o algo por el estilo. Después me aleje de ella y me quedé con Dean, no porque lo prefiriera, pero Olivia me estaba cansando con su estúpida idea de que podía controlar mi vida.
En realidad me gustaría retomar la amistad como era antes, inseparables, hemos estado hablando durante un tiempo y esta sería la primera vez que salimos, espero que no se arruine, necesito una amiga.
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Apaga tu cigarrillo
RomantizmLa madre de Marion falleció cuando ella tenía 14 años de edad, a causa de un cáncer de pulmón, provocado por el tabaco y desde entonces ella se prometió nunca fumar uno en su vida. Ahora ella trata que su mejor amigo, Dean, deje de fumar, ya que...