『𝐒𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐛𝐫𝐨 || 𝐒𝐮𝐩𝐞𝐫𝐟𝐚𝐦𝐢𝐥𝐲』

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Morgan solía ser una niña muy tranquila, dormía la mayor parte del día, lloraba solo cuando era necesario llamar la atención de sus padres ya sea por comida, por su pañal sucio o simplemente porque tenía sueño.

Aún así, con dos años recién cumplidos, estaba en la etapa de la curiosidad. Amaba descubrir cosas nuevas y la mayoría de ellas iba a su boca así mismo le gustaba bajar o subir por las escaleras, subir a los sillones o cualquier cosa que para su edad podría resultar peligroso.

Razones por la cuales debía estar siempre al cuidado de alguien para evitar algún accidente.

Ese día Tony había salido muy temprano a Stark Industries debido a que Pepper había tomado unas merecidas vacaciones y ahora él debía hacerse cargo de su empresa.

Steve por su lado, iba por las mañanas a SHIELD mientras el pequeño Peter de cinco años iba al jardín de niños y Morgan iba con el al complejo de los Vengadores a entrenar a los nuevos reclutas.

Después del incidente de Peter en la guardería cuando tenía la misma edad de Morgan y una gran demanda por la incompetencia de esa institución decidieron que jamás dejarían a sus hijos a cargo de alguien que no fueran ellos o su familia.

Morgan se la pasaba dormida por las mañanas, era tan floja como Tony o cuando despertaba Natasha cuidaba de ella y de su hija con el doctor Banner; la pequeña Lyra. A veces, los mismos reclutas se turnaban para cuidar a la pequeña castañita y ella reía feliz estando en los brazos de los nuevos integrantes de la familia de los Vengadores.

—Papi tengo hambre—se quejó Peter a un lado de él con un puchero que lo hacía ver demasiado adorable ante los ojos del rubio.

Steve, quién cargaba a Morgan, asintió mientras dejaba la pañalera de la pequeña en uno de los sillones.

—Esta bien cariño pero Morgan acaba despertar y no me dejará hacer de comer, ¿podrías cuidarla mientras hago la comida?

—¿Cómo un superhéroe?—dijo emocionado abriendo sus ojitos brillantes y sonriendo dejando ver unas cuantos espacios solos debido a su reciente mudanza de piezas dentales.

—Como un superhéroe—afirmó Steve sonriendo, contagiándose del entusiasmo de su pequeño niño.

—¿Oíste eso Morgan? ¡Voy a ser tu superhéroe y te voy a proteger de todos!—Peter tomo las manos pequeñas de su hermanita y las agitó con entusiasmo. Morgan río viendo a su hermano mayor saltar de un lado a otro—. Voy a ser... ¡el hombre araña!

Tenía una extraña fascinación por las arañas y Tony lo había notado, era por esa razón que le había fabricado un traje en tonos rojos y azules para el Halloween pasado. Valió la pena cuando vio el rostro lleno de felicidad de su bebe.

—Ome aña—repitió Morgan aplaudiendo entre risas.

Sí, también estaba en la etapa en la cual repetía la mayoría de las palabras que escuchaba. Como aquella vez que Tony había dicho "mierda" y ella inocentemente lo había repetido, a Steve casi le da un infarto ese día.

El Capitán los observo enamorado. Pensaba que Peter se iba a tomar mal la noticia cuando Tony le dijo que tendrían un nuevo bebe en la casa. Tal vez al principio se molesto pero cuando Morgan nació Peter la quiso, la quiso mucho.

Ambos se habían convertido en grandes cómplices de travesuras conforme fueron creciendo y el pequeño cstañito siempre la defendía de todos. No importaba quien fuera si miraba que Morgan lloraba por culpa de alguien él enfrentaba a los responsables.

De igual manera Morgan lloraba siempre que Peter se quedaba en casa del Tío Loki pada ir donde Fenrir o en casa del Tío Charles para estar con Peter y Pietro. Ella adoraba pasar tiempo con su hermano mayor y que lo alejarán de su lado era algo sumamente doloroso o eso parecía.