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Miércoles  3:25 de la tarde, aquél chico alto de cabellos castaños se sienta en la misma mesa de siempre con una gran pila de libros junto a él.
Se veía estresado, vaya que si, aquellas ojeras bajo sus ojos y cansado andar lo delataban por completo, aún así, no dejaba de lado aquellos modales que lo caracterizaban tanto, saludando a todo el personal que labora en la biblioteca y siendo por demás cortés con aquellos a quienes les pedía ayuda.
Pronto se encontró con todos esos libros abiertos esparcidos por toda la mesa, quitando así la oportunidad de que alguien más pudiese sentarse junto a él.

Sus  dedos vagaban una y otra vez entre sus mechones, pasaba rápidamente las hojas en busca de la información necesaria y una vez la encontraba se dedicaba a morder la goma de su lápiz en un intento de concentrarse más, aquella frustración en ocasiones podía más que él, pues en más de una ocasión se escucharon aquellas exhalaciones tan pesadas que daban a entender que ya no podía más, aún así, pasaba las hojas una y otra vez hasta que nuevamente encontraba algo que fuera de ayuda para él.

Miércoles 3:25 de la tarde, siendo libre de sus clases pero no de su trabajo en la biblioteca de la universidad, se encuentra nuevamente empujando aquel carrito lleno de libros que acomodar. No le molestaba, de hecho era la tarea más sencilla que podía tener al ya saber prácticamente de memoria el orden de aquellos estantes.

La única tarea que se le dificultaba hasta cierto punto era el que le pidieran ayuda, pero esto era meramente porque se consideraba bastante tímido, en ocasiones le gustaría ser como sus compañeros, quienes al ver a alguien con alguna dificultad se acercaban de inmediato, él por más que quisiera simplemente era incapaz. En verdad desearía no ser asi, por una simple pero muy poderosa razón.

El tiempo transcurría entre acomodos de anaqueles, el pasar de las páginas, frustraciones por parte de algunos y alegría de otros al encontrar lo que tanto les había causado dolores de cabeza. No había silencio absoluto, pero vaya que reinaba la calma, eso era lo que hacía de aquellos dos jóvenes su lugar favorito dentro de aquel campus.

6:45 pm, el chico de grandes ojos estaba acomodándo los últimos anaqueles, pues pronto sería su hora de salida, habría Sido un día más en el que se había acobardado, en el que se quedo a pocos metros de aquel chico que había robado su atención desde hacía tanto, un día más en el que no sabría siquiera su nombre.

6:45 pm, sus ojos ardían y el dolor de cabeza no le ayudaba ni un poco, aún no había acabado de estudiar, aún había tantos temas que no lograba comprender, pero pronto la biblioteca cerraría y no podría permanecer más tiempo, aunque tampoco estaba seguro de poder soportarlo.
Talló sus ojos un par de veces y dejó caer su cabeza contra aquellas páginas, no podía más, estaba agotado. Lo único que lograba relajarlo en esos momentos era el sonido de la lluvia cayendo contra las grandes ventanas que rodeaban el lugar, a pesar de que sabía que eso significaba caminar bajo aquellas gotas hacia la estación de autobuses.

Aquellas tenues luces ámbar ya iluminaban individualmente cada mesa y pasillo, dejando así un pequeño espacio para la oscuridad, que si bien no se apreciaba a la perfección si era notoria su presencia entre cada espacio que separaba aquellas mesas. Ambos exhalaron de una manera en que no había cabida a otra imágen más que el estar cansados, inclusive frustrados. Uno de ellos lo había hecho mientras veía por última vez aquellas fórmulas impresas en las hojas, mientras que el otro lo había hecho viendo al contrario desde el estante finde estaba colocando el último libro que yacía en el pequeño carrito. Él era el último trabajador que quedaba, el acomodaría aquellos otros libros, pero lo haría tal vez hasta que hubiera salido del lugar, sabía que era lo suficientemente cobarde como para no atreverse a estar siquiera cerca de él sabiendo que podría captar su atención y hacer algo que le hiciera quedar en ridículo, se consideraba un chico demasiado torpe y no lo quería demostrar, no a él.

closer to you (OS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora