Me Enamore De Un Hombre De Ficción

Capítulo 1 Bajo la lluvia

       El tiempo pasaba lento para la chica que está sentada frente al televisor comiendo palomitas de maíz, mientras esperan a que la serie favorita de su madre comience, una especie de comedia romántica donde dos chicos están interesados por la misma mujer. La chica no era muy fanática de este tipo de programas, pero con tal de pasar tiempo con su madre accedió a darle una oportunidad y terminó por gustarle.
       La espera la estaba desesperando, así que tomó un puñado de palomitas de maíz y se las metió a la boca. Claro está que esa no fue la mejor decisión puesto que casi se ahoga.
       — Ay Amalia– dijo su madre– que te he dicho sobre comer deprisa– Amalia solo la miraba mientras intentaba detener el ataque de tos que estaba teniendo.
       —Lo sé, perdón– dijo atragantándose– iré a servirme un poco de soda.
       —Está bien pero apresúrate cariño y tráeme un poco también, por favor.
       Con los dos vasos llenos corrió de nuevo hacia su lugar en el sofá, pero por las prisas estuvo apunto de caer y tirar todo al piso, por suerte su madre la rescató en el último instante.
       En la pantalla comenzó a soñar melodía lenta mientras se mostraba el título "en el capítulo anterior"
       —Son unos cobardes- vociferó Amalia —míralos están que se mueren por ella, pero ninguno se atreve a dar el primer paso, y ella es tan tonta que no se da cuenta.
       —Bueno, no todos podemos ser tan sinceros como tú, cariño. En el momento propicio lo soltaran.
       —"El chico malo" tal vez , pero "el tontuelo" lo dudo, es demasiado buena gente como para ser un poco más agresivo, además diga lo que diga, ella está más que embelesada por el otro tipo.
       El resto del programa lo pasaron en silencio, al final del episodio, al que Amalia llamaba "el chico malo" tuvo un accidente de coche y "la chica" corrió para ver si estaba bien, "el tontuelo" preocupado por ambos tomó su motocicleta y fue tras ellos. "La chica" y "el chico malo" terminaron besándose. La toma final mostraba al "tontuelo" mirándolos mientras su mano sangraba y su motocicleta estaba tirada unos metros tras él, medio destrozada.
       —Te lo dije Mamá, "el tontuelo" se iba a quedar con las manos vacías, aunque a decir verdad ya me dio un poco de pena, me pregunto si realmente estará bien. torció la boca mientras pasaban las letras de los créditos.
       —Bueno tendremos que esperar hasta la próxima semana para saberlo, tal vez esto le de el valor que necesita- dijo su madre tomando la última palomita del tazón.
       —No lo creo es tan tonto que dejara que se la quede con el discurso absurdo de "la amo y por eso la dejo ir, mientras tanto sigo como el amigo incondicional". suspiro. ¿Por qué la gente perderá así la dignidad?
      — Ya aprenderás que el amor es mucho más complicado de lo que parece. dijo mientras sonreía- pero por ahora necesito que vayas a la tienda.
       Amalia se levantó del sofá y miró por la ventana, se dio cuenta que se había oscurecido y se avecinaba una tormenta, destellos de luz se asomaban por entre las nubes, resignada tomó una sombrilla del armario y se dispuso a salir.
       Cuando llegó a la reja de la entrada grandes gotas de agua comenzaron a caer una tras otra sobre su cabeza, abrió la sombrilla y miro con una sonrisa el hermoso cielo azul que estaba pintado en la sombrilla. Qué ironía, pensó.
       Dio unos cuantos pasos y tropezó con una de las agujetas de sus zapatos que estaba desatada, colocó una rodilla en el piso y se dispuso a acomodarla.
       En ese preciso momento un rayo relampagueó en el cielo y segundos después fue acompañado por un estruendo ensordecedor. Cerró los ojos unos segundos por la impresión y al abrirlos la intensidad de la lluvia afectaba su visibilidad.
       Se levantó dispuesta a entrar de nuevo en su casa, pero se detuvo al instante. Miró en todas direcciones, sin creer lo que estaba pasando. Su casa y todo su vecindario habían desaparecido.