El amanecer de un nuevo día...

45 3 0
                                    

- Vuelvo en mi, apenas soy capas de dilucidar lo que ocurrió, el sentimiento de regocijo es increible. alzo la mirada por encima de su cuerpo desnudo, arropado con aquella suave, cálida h reconfortante cobija de tela, veo el sol brillando en el alba con suma calidez y bastante vigor. Me rasco la cabeza y asumo que es temprano todavia, observo la hora, son apenas las 9 y suspiro de alivio.
Volteo y contemplo el rostro de mi acompañante, escaneo fugazmente con la vista cada parte de su cuerpo mientras duerme, concluyendo en una leve y pícara sonrisa, me recuesto apoyando las manos bajo la nuca mientras detallo el techo con la vista. De la nada presiento que despertará, con cautela depredadora voy acercando mi cuerpo al suyo, encajo la mirada en su rostro con unos ojos compasivos y algo amorosos, en el instante que despierta... Me mira, como si no me reconociera, pero en un breve destello noto que recuerda todo lo ocurrido, entrecierra sus ojos azules como el cielo, brillantes, llorosos, apenados por los recuerdos que inundan su mente.
Me acerco a su oido con una lentitud desesperante, impregnada de tensión y le digo con una voz suave y susurrante "te amo", el ambiente se volvió electrizante, con delicadeza me acaricia la la mejilla, siento que me tocan las manos de una princesa.
Acerco mi rostro a su pecho desnudo mientras poco a poco extendía sus brazos en pro de abrazarme y con sus brazos tomaba mi cabeza, se aferraba de ella como si fuera una almohada y de encogió en si misma acurrucandose.  Podia sentir como latía su corazon el cual se aceleraba poco a poco debido al tacto(Se siente tan relajante y cálido... casi puedo percibir el amor emanando de el.) causando que en mí comiencen a despiertar unos de los más primitivos instintos... Puedo sentir el cosquilleo...el sabor a sangre en la boca... como los demonios de mi interior me imploran y ruegan que caiga en el pecado, para mis adentros solo miro hacia arriba de manera irónica, completamente seguro de lo que deseo, tan solo dramantizándome a mí mismo para deleitarme con dicha escena, volviendola más interesante ante mis ojos. Sonrio y exclamo: "Que se haga... lo que se tenga que hacer."

Estoy escuchando su corazon latir aún, despego mi rostro de semejante ritmo hipnotizante, comienzo a deslizarme bajo la cobija y por su cintura como si fuese una víbora, pasando la lengua por sus cuádriceps girando sobre los mismos para sentir sus gluteos a la par, seguí bajando hasta llegar a la flor de su feminidad para tan solo sentir como la sangre hierve dentro de mí. Sin contemplaciones abro sus piernas con delicadeza, como una pinsa las abrí con cierta resistencia por su parte, casi jugando con mis intenciones. Coloco las manos alrededor de sus piernas y acerco mis labios los cuales permanecen inmutados, al estar al roce con su carne le doy el beso... muerdo, lamo, pellisco, jalo, todo lo que puede hacerse con la boca, plicado en un instante.
Escucho un largo suspiro seguido de breves y lentos gemidos, es casi melodioso para alguien en mi posición. Sus piernas se extienden con fluides y se dejan manipular como si fuesen de trapo, me alzo por encima de ella, como la víbora que se desplaza por el desierto me voy desplazando sobre su cuerpo haciendo un recorrido en linea resta mientras nuestros cuerpos se rozan, me recuesto sobre su pecho quedando cara a cara. Tomé mi miembro, comencé a acomodarlo mientras lo frotaba contra las paredes y labios vaginales de mí amante,sin introducirlo acercaba mi rostro al suyo. Es ta tan hermosa y llena de deseo (como la primera vez), me besa con picardía, me muerde los labios, sabe que me gustan las cosas de cierta manera, completamente consciente de mi entorno comienzo a percatarme de ciertas cosas... ya persona que yace abajo de mí comenzaba a perder la vergüenza y el pudor.

Se acerca a mi oido, lo muerde y susurra "di mi nombre", siento que un relámpago atraviesa mí columna vertebral y detona en mi cerebro (si estoy es amor entonces me gusta.), la observo con determinacion y susurro... "Elena". Al pronunciar tales palabras todo se vuelve más liberador, ya no hay nada que me cohíba ni frene mi pasion.
La tomo de las manos con firmeza,  tan solo para encontrarme con una sonrisa burlona y seductora en mi dirección, incluso tiene la osadía de sacarme la lengua. Coloqué el rostro a escasos centímetros del suyo y con ojos llameantes y afilados exclamé "atrévete a hacerlo de nuevo", cuando se dispuso a intentarlo le di una mordida en el cuello tan rápida y frenética que no pudo siquiera reaccionar, solo podía ver el placer que desbordaba expresión facial.
Sin más rodeos froto mi miembro alrededor del suyo con más énfasis para prepararla, lo introduzco lentamente para comenzar a moverme con fuerza y a una velocidad moderada, después de todo ya no eramos novatos.
El movimiento era cada vez más fuerte, al igual que su respiración, le solté las manos para tomarla por el pelo y besarla como si fuese la última vez que lo hiciésemos, nuestros cuerpos debido al calor comenzaron a sudar, al pasar los minutos empezó a crearse una ligera y casi invisible nube de vapor que se percibía y respiraba el aire. Ese es el aroma del sexo... como dos titanes nuestros cuerpos chocan, se expanden y contraen de formas inimaginables.
Logro salir del trance, miro su zona pélvica y esta tan roja como una manzana. El nivel de excitación es incluso mas fuerte que antes, meditaba esto brevemente cuando ella me tomó por sorpresa, inclinándome hacía adelante; haciéndome introducirlo aún más, escucho un alarido y entonces la veo... unos ojos sedientos, llenos de lujuria y perversión...

Me sostuvo de los hombros y brutalmente me voltea quedando ella ahora sobre mi, me sostiene del cuello como si tratase de estrangularme y se mueve hacia adelante y atrás rápidamente, ferozmente, como si cabalgara sobre un potro salvaje, intento tomar el control pero es inútil.
Llegué hasta mí límite. Me olvidé de toda razón para entonces liberarme en el más puro instinto, violentamente la tomo por el pelo y jalo contra mi cuerpo, solo podia pensar en descuartizarla con mis dientes, la mordí tan fuerte en el cuello que la sangre empezó a fluir a través de la herida, y a bajar por su pecho. Gimio de una forma tan animal y erótica que pensé un leve momento que era una leona o cualquier otro depredador con instintos de tal índole, se libera y cruzamos miradas... vemos tanto deseo el uno por el otro que es insano.
Con fuerza me muerde el cuello usando un poder descomunal, lo que tenia de descomunal lo tenía de placentero y excitante. Al sentir la sangre brotar vi como se acercaba el climax y mientras se deleitaba con mi sangre la penetre con todo mi espíritu, me moví de una forma casi desesperada hasta llegar los dos al climax y culminación de todo.

Los volcanes estallaban, los suelos se abrían y las olas del océano rompían con furia en las costas, el mundo se destruía a nuestro alrededor y nosotros atravesando cada sección del cielo hasta llegar a lo más alto, eyaculando al mismo tiempo, todo terminando en una explosión comparable al big bang.
Estabamos exaustos, ella seguía recostada sobre mí, toda la cama esta llena de sudor, sangre y otros fluidos.
La primera vez fue como ir al cielo, pero la segunda fue mucho mejor ya que atravesamos el infierno, y nos deleitamos en el cosmos del placer. En donde nos perdimos ambos en la infinita oscuridad...

Fin.

Escenario de su LujuriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora