12. Dos sorpresas

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Sigo a la abuela Tina, pero siento muchísimos nervios de lo que me dirá a continuación.
– Hijo este es mi cuarto, ven sientate, te voy a explicar algunas cosas– me dijo mientras sacaba un collar de su cajón.
Me senté a un lado de ella pero me interrumpió ya que tenía algo que decirle.
– Corazón te daré este collar, lleva la cruz de Jesucristo y sólo muestrala en el buzón cuando quieras venir, está en su interior tiene un sensor para percibir a la familia primordial y así no te doy la tarjeta que te hará esperar hasta que mis juntas terminen para atender al invitado.– me dijo cariñosamente.
– ¡Muchas gracias! pero aún no entiendo, ¿ por qué me trata así si no me lo merezco?, simplemente soy una carga y un estorbo– le conteste mientras lloraba.
– No llores corazón mira yo sé como té sientes, cuándo tenía tú edad pensaba igual, sólo vivía con mi padre pero el fué un borracho y mi madre nos dejó cuando tenía un año, además yo te quiero mucho y a pesar de atravesar varias dificultades de la vida no cambiastes para mal, ¡no dejaré a alguien como tú con un destíno al igual que en mi pasado!, y ya ví que clase de mujer es tu madre– me dijo tristemente.
– Aunque no la conozco mucho, yo la admiró bastante y ha hecho bastante por mí, pero me preguntaba, ¿qué clase de trato hicieron?, ya que mi madre estuvo contenta y no ha vuelto a casa– le dije desconsoladamente.
– ¡Hay cariño lo lamento tanto!, ¿por qué no viniste antes?, ya me imagino cuánto tiempo te la pasastes solo, te diré la verdad pero quiero que me prometas que ¡no le dirás nada a tu madre por el momento! ¿está bien?– me dijo seriamente.
– Está bien, lo prometo– le contesté mientras hice el juramento con una mano en el corazón y la otra palma de la mano extendida.
– Mira, tu madre me pidió pagar cierta cantidad de dinero para ayudarla a salir del problema que tenía con el señor Trey Ling y un tal Tom Carter, y me pidió que sí le llegará a suceder algo a ella yo te cuidará, aunque no te demostró el cariño que necesitabas para que la olvidarás rápido ya que me decía ella que no merecía a un hijo tan responsable y cariñoso como tú– me terminó de decir con un suspiro.
No respondí en lugar de decir algo simplemente me acoste en su regazo mientras ella me acariciaba la cebeza y me decía que todo estará bien.
(Sí mi mamá me hubiera dicho que tenía una deuda que pagar yo lo haría por ella y con mis esfuerzos trabajaría para sacarla de su deuda), ahora entiendo porque la mayoría de las veces salia a trabajar y no regresaba a casa, por primera vez entiendo que siempre mamá pensó en mí aunque no me lo haya demostrado.
La sorpresa que me llevé después fue buena, ya que abuelita Tina me ofreció quedarme a dormir y me dijo que podría pedir dos cosas que quisiera, yo no pense mucho y lo único que le pedí es; que nunca me abandonará (ya que daría mi vida por la abuelita y eternemente estaré agradecido), además me hizo mención de cuidar a mamá pasé lo que pasé. (de alguna manera se lo pagaré).
Lo que hizo ella en ese instante fué darme un abrazo y se puso a llorar.
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