Usagi. [Boku No Hero Academia]

Capitulo Diez.

—Mierda... —miró la hora en su despertador—. No me dará tiempo para desayunar.

Rascó sus cabellos rojizos mientras buscaba su teléfono en la oscuridad. Sabía que estaba en la mesita de noche y sus ojos verdes no tenían dificultad para ver en un ambiente tenue. Entrecerró los mismos para tratar de acostumbrarse al brillo de la pantalla al encender el teléfono. Revisó sus mensajes nuevos y simplemente pudo ver un “Buenos días” de parte de su hermano.

Un olor a café con leche inundó sus fosas nasales al instante de aspirar el espeso aire de su habitación; estaba acompañada de una fragancia a durazno.

Izuku había despertado.

Su nariz se arrugó un poco y sus oídos se afilaron al escuchar pasos cerca de la entrada a su pieza. Vió la línea de luz que siempre se formaba bajo la puerta y pudo divisar dos pequeñas sombras que sobresalía de este, probablemente del híbrido de conejo dudando si en llamarla o no.

Finalmente, decidió tocar dos veces el tablón de caoba con la esperanza de que su nueva dueña le escuchase.

—¿Agnes? —su nombre salió tembloroso— ¿E-estás despierta?

Suspiró, prediciendo que una de las orejas del contrario se movió por instinto al tratar de escucharla.

Aun le cuesta acostumbrarse a vivir con ella, era un terreno que no conocía.

Recordaba el día de su cumpleaños, Bakugo llegó tarde porque adoptó a Midoriya para dejárselo a ella. Agradeció mucho su gesto pero no estaba segura de poder calibrar su trabajo con su vida personal, ya que el puesto que ahora tiene es la caza de híbridos de manera infiltrada. Pero, aun así, le dio una oportunidad a esta nueva vida y parece ser que la suerte está de su lado. Ya puede decir finalmente que es completamente feliz.

—Ahora salgo, Izuku —contestó sacando los pies de la sabana mientras su rostro era adornado por una sonrisa.

La nariz del de pelo verde tembló, aclarando que estaba feliz. Ya se sabía sus tics de memoria, no era tan difícil estudiarlo.