chensung | baby

Prólogo

— Seré responsable — Su voz sonó profunda y pesada. Chenle, quien inicialmente estaba cazquibajo y ocupado arrugando el extremo de su propia camisa, ahora se giró para mirar a aquella figura alta, con una delgada sonrisa en su hermoso rostro.

Zhong quería llorar en voz alta.

— Pero... pero esto no es del todo culpa tuya... — dice suavemente, haciendo todo lo posible por contener las lágrimas.

— Entonces, ¿qué debo hacer además de ser responsable? — preguntó de nuevo el joven. — Eres el más desfavorecido aquí de todos modos...

Chenle se mordió el labio inferior ya hinchado, sus ojos miraban hacia todas partes siempre que no fuera al hermoso rostro del medio hermano de Jaemin, su compañero de último año en la escuela de medicina.

— ¿Podemos ... olvidarlo? — Claramente, el muchacho de cabellera rubia dudó de la frase que dijo. El medio hermano de Na frunció el ceño.

Chenle realmente no lo conoce, solo sabía que el chico que tenía frente a él era un año más joven que él.

— ¿No son bastantes comunes las relaciones de... una noche?

— ¿Qué pasa si quedas embarazado? No usamos protección; y aunque los dos estabamos muy borrachos, sabemos claramente lo que sucedió anoche y las posibles consecuencias.

Chenle ni siquiera se lo hubiera imaginado. ¡Oh, dios mio! ¡Es solo el segundo trimestre! ¿Qué dirían sus padres en China si su hijo menor quedaba embarazado?

Comenzó a llorar confundido.

— ¡No creí que llegaría tan lejos!

El más joven suspiró, cambió su asiento para acercarse a Chenle. Sostuvo las pequeñas manos del mayor para sentir su cálido agarre. 

Estaba sorprendido, sus ojos llenos de lágrimas volvieron a mirar al pelirosa.

— No dejaré que mi hijo nazca sin un padre. Si realmente estás embarazado... seré responsable. No me rechaces y ni pienses en un aborto. Aunque me voy a graduar este año, me aseguraré de que tu vida y la de nuestro hijo estén garantizadas.

— ¡No soy tan malo! ¡No podría deshacerme de un bebé inocente! — sonrió levemente, frotó suavemente el dorso de su mano.

— Muy bien, creo en ti — dijo soltando la mano de Chenle, se dirigió al sofá donde dejó su chaqueta de cuero — Mi nombre es Park Jisung, puedes llamarme Jisung — el más joven continuó sin darse la vuelta.

— Soy Zhong Chenle. Tú hyung en la facultad.

Chenle tuvo la sensación de que el hombro de Jisung se puso tenso de repente, aunque solo por una fracción de segundo.

— ¿Zhong? — el coreano se volvió con una ceja levantada, preguntó mientras usaba su chaqueta. Lele asintió con la cabeza.

— Soy de China.

Jisung se detuvo mientras miraba al suelo y susurró.

— ¿Vives solo?

— Si — Chenle se encogió de hombros rápidamente.

— Te llevaré a casa ahora — Park sonrió cálidamente de nuevo. Las mejillas del contrario se tiñeron de rojo, dándose cuenta de lo guapo que se veía al sonreír. — ¿Puedes caminar?

Chenle frunció el ceño, miró confundido al menor que estaba a tres pasos delante suyo. La confusión se desvaneció tan pronto como intentó caminar. Éste se derrumbó sintiendo una punzada de dolor en la parte posterior de su cuerpo.

— ¡Oh! — Chenle chilló, con su rostro sonrojado. Ahora se dio cuenta del propósito de la pregunta de Jisung. — No lo creo... ¿puedes ayudarme? — dijo tímidamente.

— Por supuesto — respondió Jisung con la mano extendida.

Chenle aceptó su ayuda.

Cuando ambas manos se tocaron, se dio cuenta de que su vida daría un giro de 180 grados debido a su estupidez en la fiesta de compromiso de Donghyuck, uno de sus hyungs.

Esa estupidez que lo dejó atrapado con Park Jisung.