❀capítulo uno❀

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Seoul, Corea del Sur. Diciembre 30, 2007. 11:45pm.

Y aquí estoy, en una mugrienta celda de la comisaría. ¿Todo por qué? por hacerle caso a Jackson y Baekhyun de prender pirotécnia en el jardín de mi vecina, y como consecuencia, dejando todo su jardín quemado junto con su rosal, y sin mencionar la cola de su gato. Pobre Hamburguesa.

Volviendo con los causantes de todo esto, son unos malditos, no sé como puedo llamarlos amigos, lo primero que hicieron al escuchar la sirena de la patrulla policial fue correr dejándome ahí como un perro. Pero esto no se queda así, ojalá vengan a rogarme un jodido porro, gustoso les voy a dar un rotundo no.

La molestia se me bajo dos grados al ver a mi compañero de celda. No voy a mentir, era bastante lindo a pesar desde el ángulo en el que lo estaba observando, tenía el cabello negro claramente teñido, era delgado con la piel levemente morena, sus ojos no podía verlos. Estaba dormido, tenía las largas pestañas casi chocando con sus mejillas sonrosadas. Temblaba a pesar de que no hacía tanto frío. Parecía tener unos diecisiete ó dieciocho años.

Me acerqué para verlo mejor, su playera blanca estaba algo sucia de lodo al igual que sus converse. Y olía a... ¿alcohol y orina?

Tome el borde de la manga de mi suéter hasta que mi hombro quede al aire y guarde mi mano en el. Esperé unos segundos mientras me decidía si le hablaba o no.

—Hey, amigo, despierta —le di leves golpes con mi puño envuelto en el suéter. —Vamos, dime que no estás muerto.

Lo siguiente no me lo esperaba. Ojos azules me observaban desde el suelo, realmente lindos. Se veía asustado y ahora temblaba más.

—¿Quién eres? —preguntó. Vaya, sabía hablar.

—Jungkook... estoy aquí porque incendié el jardín de mi vecina, ah, también la cola de Hamburguesa junto con los imbéciles de mis amigos.

Le contesté mientras sonreía, tenía que ser agradable con el porque: 1) era lindo y 2) no sabía si era narcotraficante y si lo molestaba tal vez me mataría o vendería mis órganos a Pakistán. Uno nunca sabe, y como dice mi abuela "más vale prevenir que lamentar".

—Taehyung... Soy Taehyung, y yo estoy aquí por algo realmente estúpido —creo que tenía un tipo de retraso, hablaba con la voz muy grave y arrastraba terriblemente las palabras. Oh no, estaba borracho, por un momento ignoré el desagradable olor que emanaba. Iugh, Jungkook ¿Cómo pudiste ignorar eso?

—Bueno... Taeyong, cuéntame tus razones, soy todo oídos —me senté algo—muy—lejos de él y del repugnante olor.

—Es Taehyung. Okay, como verás hoy cumplo años, dieciocho para ser exactos —rió, aunque ni él le encontraba la gracia —Mi amigo NamJoon junto con su novio y hermano organizaron una fiesta para mi, en mi casa, aprovecharon que mis padres viajaron. El caso es que había mucho, pero mucho alcohol y al ser mi fiesta creo que me aloqué y bebí de más. Lo último que recuerdo por ahora es estar orinando a tres esquinas de mi casa en el neumático de una patrulla policial.

—Wow amigo... Una noche loca —no podía decirle nada más, estaba en un dilema, no sabía si reírme o... reírme. Tenía razón eso sí fue realmente estúpido —Y supongo que, hmm —miré mi reloj de pulsera, que por suerte, no me quitaron los oficiales. Todavía no terminaba el día —Felicidades. Te abrazaría o algo pero apestas peor que el baño de Jackson y no nos conocemos nada.

—Oh, gracias, creo... Tal vez podríamos conocernos más, total, ya sabemos nuestros nombres.

—Si bueno...

—Jeon, hora de irse.

Fui interrumpido por el oficial. ¡Hora de irme! mi madre va a querer quemarme vivo, para así después hacer hamburguesas y dárselas de comer a Hamburguesa. Jodido gato de rabo quemado.

—Adiós Taehyung. Nos vemos luego, claro, sino es que Hyekyo me cocina vivo. Por favor te cuidas y deja de orinar los automóviles de oficiales.

—Claro Jungkook, nos veremos por ahí —sonrió. Me paré rápido y antes de salir de la celda me despedí de él con la mano.

Y así fue como conocí a mi mejor amigo.

❀babies for kookie❀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora