Parte 1T/N
¡Hola! Me llamo T/N, aunque eso no es algo que tú no sepas, porqué tú eres yo y yo soy tú con la única diferencia de que si yo muero tú no lo haces o que si mi corazón se rompe el tuyo continúa intacto a como lo tenías empezando a leer esta historia. ¿O no?
Toda esta historia empieza en un lugar bastante alto y no, no estoy hablando de una montaña o un viaje en avión a Corea, más bien me refiero a un satélite artificial que da vueltas a la Tierra. Un satélite que se hace pasar por ciudad y que actualmente está habitado por la aproximada cifra de 10.000 personas.
Jamás he tocado la tierra más allá de algunas fotografías que llegan aquí a través de otros satélites activos. Es por ello que siempre me he podido permitir tener redes sociales, aunque es algo que hago a escondidas puesto a que la vida a partir de este lugar parece ser un tema tabú. La gran mayoría de terrestres no saben que nosotros existimos. Lo más seguro es que nos llamen aliens a pesar de tan solo ser una generación de humanos criados en el solitario y negro espacio lleno de las luces de las estrellas.
Mamá-Acuerdate de apagar el teléfono cuando estés allí.
T/N-Mamá, sabes bien que yo siempre apago el celular antes de entrar a clase de japonés
Mamá-No me mientas hija, todos sabemos que es no es verdad, como máximo lo vas a dejar en silencio
T/N-... Voy tarde, nos vemos luego, ¿si?
Mamá-Apaga el teléfono
T/N-¡¡Que sí!!
Siempre me han dicho que es muy importante aprender el máximo nombre de idiomas posible, más si tal y como estaba últimamente en boca de todo el mundo enviarían a algunos de nosotros a la tierra por lo que desde el año pasado he estado apuntada a clases de japonés ya habiendo aprendido algo de Inglés, Francés y Portugués. El coreano es mi lengua materna por lo que no la cuento entre ellas.
Con rapidez tomé el sándwich que mi madre se había preparado para ella y me lo llevé sin que se diera cuenta saliendo del piso con intención de correr por tal de no llegar tarde a clases de Japonés.
Toda esa prisa se fué al garete en encontrar al cartero parado enfrente de mi puerta con una única carta en sus manos.T/N-¿Es para mí?
Cartero- No, es la factura del gas, lo siento, últimamente ya nadie escribe cartas de amor.
T/N-Yo nunca pedí una carta de amor -Fruncí una ceja, a lo que el chico respondió con una ancha sonrisa.- ¿Puedes pasarla por debajo de la puerta? Voy con prisa
El joven se despidió de mí, nunca supe si pasó la carta por debajo de la puerta, pues me esfumé de allí corriendo como loca a mis clases.
Las clases transcurrieron de forma normal, al igual que cada día, tan solo fui avisada una vez por un mensaje que sonó enmedio de la clase... No! Ni tan sólo lo puse en silencio y Sí! Tengo un sonido totalmente vergonzoso para cuando suenan mensajes pero a mí me gusta así.
Me despedí de todos y eché una ojeada al mensaje. No era Ahn Hyejin, la chica agendada como Hwasa que suele petar con memes el chat y a quien consideró como mi mejor amiga, lo cual me extrañó, Hwasa es casi la única que me habla últimamente.
Esta vez se trataba del número general del satélite, ese número que suele alertar de todo aquello importante. Toqué en la pantalla bastante intrigada para mirar de qué se trataba el mensaje y este ocupó todo mi fondo de pantalla Kawaii.Se trataba de un aviso seguido de una lista de nombres. En esos momentos me temí lo peor.
Empecé a leer mentalmente:
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Mis chicos terrestres (BTS × BTS+tú)
Fanfiction¿Porqué tenemos que volver a la tierra? ¿Acaso alguien quiere? Pues sí, Jeon Jungkook, un chico que se cuela en mi vida de vez en cuando quiere, no, lo desea.... Quién diría que por su culpa pueda llegar a aceptar visitar nuestro planeta de origen...