PATY
Comienzo la semana laboral más presionada que antes, sabiendo que me voy a ir de vacaciones, debo tener listo todo con anticipación, pero él se porta mucho más atento y trae a un organizador de eventos a ayudarme, se llama Sebastián, viste impecablemente, con una fina y hermosa mascada en su cuello, el cabello perfecto y no deja de ver con ojos pizpiretos al Sr. aunque sabe perfectamente que los hombres no le van, él lo llama "Sebas" lo que le molesta y se lo hace saber, pero con una encantadora sonrisa lo derrite y cuando se da cuenta que está conmigo me muestra de forma amistosa que siente toda la envidia del mundo mundial, la verdad es que es muy simpático y según el Sr. Grandchester el mejor en su trabajo, y tiene razón, estoy aprendiendo mucho de él, tiene la capacidad de hacer una llamada, checar el correo, limarse las uñas y verse al espejo para arreglar su perfecto cabello al mismo tiempo, definitivamente es niña.
La semana pasa volando, el Sr. se ha dedicado solo a mí, he de confesar que toda la semana estuve esperando que me dijera que tendría alguna cita, pero no fue así, siguió su rutina como de costumbre pero solo toca mi piel, sus besos, mimos y caricias son solo míos, nuestras noches han sido tiernas, románticas, sensuales, pero como bien lo anticipó, el martirio de cada mes llegó y no me deja ir a trabajar el primer día, quise regresar a mi habitación pero no me lo permitió, asegurando que no era solo por sexo que me quería tener cada noche en su cama, aunque el segundo día de mi período intenta tener relaciones pero no accedo, lo deseo, pero me siento muy incómoda con eso, él es tan pulcro y a mí bajándome... ¡¡Noo!! No me quiero imaginar eso, y no insiste, me respeta y aun así no tiene ninguna cita, aunque al ver cómo padece fuerte dolor por las noches estoy yo misma apunto de agendar una cita con tal de saber que se sentirá mejor.
Acudo a una cita con la ginecóloga y acordamos que la mejor opción para mí, será usar el parche anticonceptivo.
Cuando me doy cuenta ya es 23 de diciembre y estoy con la maleta lista sobre la cama, esperando a que Jesse venga por ella, el hombre que quiero y me roba el aliento me abraza por la cintura desde la espalda y me susurra al oído.
Terry: Te voy a extrañar, hermosa.
Paty: Y yo a usted. (Le contesto con tristeza aferrándome a sus fuertes brazos).
Es la primera vez que nos separaremos desde que estamos juntos íntimamente y a pesar de no ser mucho el tiempo que estaremos alejados, me duele pensar que me despertaré sin ver sus profundos ojos azules.
El jet me espera a mí, solo a mí, si alguien me hubiera dicho que esto pasaría hace un año, me reiría de él. Al despedirse, me abraza con fuerza, aspirando mi perfume profundamente.
Terry: Regresarás, ¿Verdad?
Percibo su corazón agitado y sus palabras son una mezcla de miedo y desesperación, acaricio su mejilla, observándolo directamente a los ojos para que pueda ver en los míos, lo mucho que yo también voy a extrañarlo.
Paty: Por supuesto que regresaré, no se va a librar de mí tan fácilmente.
Al decir estas últimas palabras sus músculos se relajan un poco y nuestros labios se unen en un profundo beso en el que nuestras lenguas se entrelazan, ¡Dios! Aún no me voy y ya estoy extrañando su sabor.
TERRY
La veo alejarse, sintiendo como si se llevara una parte de mí con ella, ¡Va a regresar! ¡Va a regresar! Repito en mi mente para tranquilizarme y no ir corriendo como un imbécil tras ella.
Adele está adornando un enorme arbolito de Navidad, lo pone cada año en una esquina de la sala, la verdad es que le queda muy lindo como los de las exclusivas tiendas departamentales, este año los adornos son en color dorado, me gusta cómo se ve, aunque esta ocasión tardó en ponerlo.
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El Sr. del Paraíso
AcakSinopsis Terry Grandchester o el Sr. del Paraíso, como las personas a su alrededor lo llaman, un inglés con sabor brasileño, envidiado por los caballeros y deseado por las damas, aunque hay que mencionar que también algunos hombres lo desean. Dueño...