Para Reynaldo Gasca, en los últimos meses su vida se había vuelto fría, una vida perfecta entre trabajo, diversión y descansó. Cualquiera envidiaba el estilo de vida del ahora líder del equipo charro del rancho "De la Cruz" pero para Rey su vida est...
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Había llegado al Estado de Guanajuato lo más rápido que pude, Teo me había llamado para decirme de la situación de Javier, estaba más que depresivo, y de paso había desaparecido. Me llamaron con la esperanza que Javi se hubiera contactado conmigo, pero también me necesitaban esperando que hablará con él una vez que apareciera. Fui por mi equipaje lo más rápido que pude, a pesar de las tristes despedidas Richard y todos los demás en el restaurante esperaban mi regreso pronto, y por supuesto que iba a volver, doña Juanita y todos los chicos del restaurante se había vuelto grandes amigos a los cuales quería volver a ver pronto. Lamentablemente no pude despedirme de forma física pero gracias a dios había teléfono.
— Siento que tener que despedirme así Doña Juanita. — Dije mientras veía las calles pasar por la ventana del taxi.
— No te preocupes Reynaldo, entiendo que hay una emergencia con tu familia, debes de ir. —
— Juanita ya le dije... —
— Ellos son tu familia, recuerdas lo que hablamos mi niño. Todos aquí también somos tu familia también, no estás solo. — Me quedé oyendo con una sonrisa, doña Juanita se había convertido en alguien especial para mí ya que ella perdió a su hijo en la frontera tratando de cruzar, yo perdí a mis padres. Ambos comprendíamos el dolor del otro.
— Sabe que... Le mandaré un mensaje a Richard, le diré que le arreglé sus papeles para que usted pueda ir a ver al siguiente campeonato nacional en unos meses. Yo quiero que venga a verme y vuelta a su tierra. Yo la llevaré a ver a su hijo. — Dije con determinación.
— No tienes que hacer tanto por mí. —
— Nada es tanto. Usted tiene que venir. La competencia este año será después del día de muertos, así que puede venir en una fecha especial. Así que no quiero negaciones, ¿Ok? —
— Esta bien Rey, espero que todo se resuelva allá en México. —
— Yo también Juanita. Tengo que irme, después le doy una llamada para saludar. — La señora se despidió de mí dando una oración para mí y todos acá en México. Se lo agradecí y colgué la llamada, miré detenidamente la ventana con una sonrisa, que se fue desvaneciendo poco a poco al pensar en lo que Javier ha de estar pasando, ciertamente era sorprendente como alguien como él había caído tan profundo, era como si continuara cayendo sin fondo. Recuerdo que estuve en la misma situación que él hace tiempo. Pero...
— ¿Todo bien Reynaldo? — Sentí una mano sobre mi pierna, de repente miró al chico a lado mío tomando su mano con fuerza.
— Quisiera decirte que si Zac, pero ando muy preocupado. Javier siempre ha sido un chico bastante alegre y energético, pero nadie está exento de una situación así. Nadie sabe allá a donde se fue la noche de ayer, no ha aparecido ni en su trabajo, ni en su departamento, ni mucho menos con su padre. Tengo miedo de que le haya pasado algo malo. — Dije preocupado mirando a Zachary quien puso su mano libre en mi mejilla la cual besé enseguida. — ¿Estás seguro de esto? Venir conmigo así sin más. No dejaste ni que tu padre replicara. Tu escuela, tu trabajo. —
