IV

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2 semanas después...

Estábamos llegando a la casa luego de salir del hospital, Sebastián nos dijo que yo estaba mucho mejor y que ya podía irme, pero claramente tenía que regresar luego de otras tres semanas para ver como estaba mi pierna.

Vi como María José corría hasta mi puerta y la abría, durante las 2 semanas que estuve en el hospital no hubo ningún día en el que no me hubiera ido a visitar, todos los días estaba conmigo y me hacía sentir bien, cada vez que llegaba me veía y sonreía, para después preguntarme: "¿Me recuerdas?"

Al principio se me había hecho extraño pero luego de unos días me acostumbre a su 'saludo' y creo que era el único que quería escuchar.

Se acercó a mí con mucho cuidado y quitó el cinturón de seguridad, uno de sus brazos rodeó mi cintura y mi brazo rodeó su cuello, me levanté del asiento y saltando en solamente la pierna derecha nos fuimos hasta la entrada de mi casa donde ya nos esperaba mi papá.

Poché (como me había dicho que le dijera) era algo más bajita y delgada que yo, pero tenía una fuerza impresionante, ella me tomaba como si estuviera cargando un delicado espejo del cual tenía miedo a que se le quebrara.

Entramos a mi casa y caminamos directamente hacia las escaleras que daban a mi habitación, no debo mentir, fue bastante difícil subir, pero luego de algo de esfuerzo ya estaba semiacostada en mi cama.

-Amor- Me llamó mi papá -Tengo que ir a hacer algunos asuntos del trabajo y Poché me dijo que no tenía nada que hacer ahora mismo, ¿Te molestaría quedarte con ella hasta que yo llegue?- Me preguntó despacio y yo inconscientemente sonreí, me apresure a negar moviendo la cabeza de un lado a otro mientras miraba a la chica que estaba algo alejada de nosotros.

Pero, ¿Cómo iba a molestarme quedarme con ella? Si desde el primer día que estuvo conmigo quería que no se alejará de mi, era una muy buena compañera y su voz por alguna razón me relajaba.

Mi papá se despidió de mi y de Poché, escasos minutos después escuché como el auto se alejaba y por nos ende quedábamos María José y yo solas.

-Tu... Tu...- Hablé llamando la atención de la chica que se apresuró a llegar hasta mi cama y se sentó en el borde de ésta -Me dijiste que... me platicarias como fue que nos... nos conocimos cuando e-estuviera en casa- Con una sonrisa terminé y la mire, desde hace varios días le estuve insistiendo en que me contará como fue que nos hicimos amigas pues necesitaba recordarlo, quería recordar.

Ella tenía su mirada pegada al suelo, desde hacía tiempo me había dado cuenta que eso era un hábito en ella, hábito que no me gustaba para nada pues sus ojos son muy hermosos y con su vista hacia abajo no podía verlos muy bien.

-Calle... Yo... Eh...- Su voz sonaba nerviosa, mientras balbuceaba jugaba desordenadamente con sus manos y pude ver como cerraba los ojos -Te contaré algo- Se giró hasta mi y me miró sonriente, pero era una sonrisa que demostraba sus nervios.

Aún así yo asentí emocionada pues sus historias eran las mejores, ella me estuvo contando acerca de su vida y de las cosas que había hecho en ella, como por ejemplo que fue a México y fue a una hermosa playa llamada 'Cancún', me prometió que me llevaría ahí.

También me contó acerca de su trabajo, ella es fotógrafa y por lo que me mostró su trabajo es increíble, me encantó como con tan sólo una fotografía podía capturar todo un momento.

-Mira... lo que te voy a decir puede que te extrañe un poco o puede traerte mucha confusión, la verdad es que no se como vallas a reaccionar con esto...- Empezó a hablar y por su tono de voz supe que era algo serio y no una más de sus aventuras -Pero es que no puedo ocultarte esto más, necesito que sepas y necesito yo saber como te voy a tratar de aquí en adelante- Ella tomó aire y yo me empecé a preocupar -Bien, tu y yo nos conocimos casi exactamente hace 10 meses, fue un encuentro muy extraño pero gracias a el te pude conocer, estuvimos saliendo luego de eso y la verdad es que tu amistad es de las mejores cosas que me han pasado y estoy gratamente agradecida contigo, ¡uy! Ya me salí del tema- Su cabeza se perdió unos segundos entre sus manos, se acomodó en la cama de tal manera que ella quedó completamente enfrente de mi -Estuvimos saliendo mucho por dos meses, puede decirse que éramos mejores amigas, te tomé un gran cariño más rápido de lo que pensé y por lo que sentía tu también, la cosa es que... Me empezaste a gustar. Creo que ese fue mi problema, empecé a confundir las cosas pero es que ¡Dios! ¿Quién no se podría enamorar de ti? Al principio no te lo dije, tenía mucho miedo de que me alejaras de ti, así que pensé en ocultarlo pues según yo luego de un tiempo todo esto se iría de mi mente, pero el sentimiento fue creciendo en vez de disminuir y no pude más Calle, te conté que estaba enamorada de ti desde hace rato y tu reacción... ¡Tu reacción! Me dijiste que sentías lo mismo por mi y te juro que mi vida se iluminó desde ese momento, entonces lo que te quiero decir es que pues... Somos... Somos- No se que era más grande, si los nervios y el miedo de Poché o mi cara de sorpresa, toda esta información había llegado tan pronto y sin ningún aviso, trataba de procesar rápido pero me era imposible.

¿Me Recuerdas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora