Su nombre es Emma Williams.
Emma, a los dieciséis ya conocía el amor, sabía de aquellos besos que te roban el aliento y hacen mudar el mundo. No era bella, tenía el cabello largo, su tono de piel se parecía a la canela y sus labios eran grandes. Emma no era bella. Pero tenía lo que le faltaba a todas las muchachas de su edad, ella era noble, inteligente, servicial y poseía el don de la dadivosidad.
Emma se enamoro de quien no debia, lo único que logró fue marcar su vida.
ESTÁS LEYENDO
La biblioteca de callaghan
RandomEsta es una pequeña muestra de mi biblioteca, historias escritas con el alma, que nacieron de la admiración al mundo, a las personas, a todo aquello bueno, bonito, caro o barato que existe en el universo.