Perfecta Imitadora

Prólogo

Kristin Walker, es una chica de cabello castaño, con unos hermosos ojos verdes cristalizados, su piel tan blanca y blanda, era tan hermosa con su figura; ni mucho ni poco... Simplemente perfecta.

Un día en medio del baño del colegio de un pequeño pueblo de Arizona un grupo de chicas entran soltando risas, luego posan sus ojos sobre la chica de ojos verdes cristalizados.

-Con que aquí estás pedazo de mierda - dice una chica de cabello rubio, ojos azules algo oscuros y una esbelta figura - Por poco y pienso que no me iba a poder divertir hoy. Chicas, ¿que tal si nos divertimos un poco con la putita esta?

- Claro, ¿ porque no? - dice una de las chicas que la acompañaba, tenía el cabello negro con ciertos destellos de castaño en las puntas, su cabello era tan lizo y hermoso, ella me mira de pie a cabeza, ambas se sacan algo del bolsillo de sus faldas - será muy divetido, Alexandra cierra la puerta y mantente alerta por si viene alguien - dice la rubia a una chica timida, me imagino que estaba con ellas por temor, ella obedientemente pero un poco dudosa hace lo que le dicen - ¿ quién va a empezar, tú o yo?

Mis piernas tiemblan un poco, pero puedo sentir ese sensación que recorre mi cuerpo, adrenalina quizás? - Yo - dice la chica de cabello negro - ¿ que tal una autógrafo permanente en su abdomen? - dice con risas de niñitas que juegan a las muñecas.

Intenté controlar esa sensación en mi cuerpo pero ya habia soportado mucho de ellas en todo este tiempo, las veces en que me golpeaban entre las dos cuando estabamos en recesos y la profesora no nos veía - ven aquí pequeña Kristin Alias la puta de Arizona - eso fue todo, todo lo que necesite para descontrolarme, doy un paso hacia ellas.

- ¿ quieres que me acerque? - digo mientras la miro directo a los ojos, noto que titubea por un momento pero sentir a su conpañera cerca parece darle la suficiente confianza de nuevo... gran error - ¿ que tan cerca me nececitas? - corro hacia ellas, tiro mi bolso a la chica de cabello negro para distraerla mientras me abalanzo contra la rubia y está se sorprende al verme frente a ella, le estampo el rostro con la parte del lavamanos y esta se tira hacia atrás con su nariz sangrando, me giro hacia la chica de cabello negro y esta estába enredada con mi bolso asi que no me dificulte en quitarle la navaja que llevaba en su mano, luego la tumbe y me coloque sobre ella poniendo la navaja en su cuello - si gritas, te mueves o haces el minimo intento de algo, la mato - le digo a la chica timida que estaba haciendole guardia a las chicas que me querian joder.

- ¿Creo que hoy me toca divertirme a mi, no creen?- digo con una sonrisa siniestra.