CAPÍTULO 1. BRILLANDO EN LA OSCURIDAD

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Kristin W.

Es una tarde de Abril en la cual siento el sol posarse en mi, resulta tan delicioso sentir ese calor en mi cuerpo, se podría decir que me resulta fascinante aunque sé que esos momentos duran muy poco. Mi vida no era del todo perfecta, perdí a mis padres luego de un catastrófico accidente automovilístico luego de que ellos asistieran a una reunión de trabajo de último momento, ese día me quedé con mi hermana mayor que tenía 17 años, estába a solo meses de cumplir la mayoria de edad, lo que nos ayudo a que ella se quedará como mi tutora legal, luego de perder a nuestros padres mi vida no tenía sentido del todo, mi hermana me salvó de acabar con mi vida más de una vez, yo solo tenía 16 años era solo 2 años menor que mi hermana por eso no fuí una total carga para ella, pero mi mentalidad decayó y ella llegó a pensar en ayuda psicológica, pero le rogué para que no lo hiciera, solo me funciono el primer año luego de haber intentado suicidarme 3 veces ella me llevo con el Psicólogo Patrick Fuster, quien fué de gran ayuda para mi y mi hermana. Luego de unos meses retome mis clases de la preparatoria y como era de esperar, las chicas del colegio no me dejaban tranquila aún sabiendo que había perdido a mis padres, los chicos en su lugar eran más amables conmigo, razón por la cuál su odio aumentaban hacia mi.

Decido ponerme un pantalón negro de tela holgado en conjunto con una suéter manga larga negro, uso mis convers negras que son mis favoritas - ¿estás lista princesa? - dice mi hermana al abrir la puerta de mi habitación sin tocar, no me molestaba en lo absoluto adoraba su presencia, mi hermana es de ojos igual de verdes que los mios, su cabello rojo como la flama de una fogata en todo su apogeo, sus labios eran igual de gruesos que los mios, no de una manera exagerada pero demasiados hermosos, tiene una figura demasiado esbelta y desde luego que sabía como presumirla, ella siempre se ha mostrado un carácter muy fuerte ante los demás, nadie pensaría que se encerraba en su baño a llorar cada que pensaba que no la escuchaba.

- Sí, ya bajo a desayunar - le digo con voz dulce, pero ella entra en mi habitación con la mano en su cintura.

- estás muy equivocada si piensas que te dejaré ir al colegio de ese modo - sale de mi habitación luego de decir eso y yo me quito las zapatillas pensando a que se refería a mis convers tan gastadas de lo tanto que las uso, pero luego vuelve con un traje negro en sus manos y unas convers nuevas que eran de color negro y sus cordenes eran azules - te vas a poner ésto y sin peros.

- No me gustan los trajes, Cristal - digo rodando los ojos - lo sabes muy bien.

- dije que sin peros - hoy tengo que asistir a la Universidad luego del trabajo, tengo que presentar un proyecto, apenas llegues del colegio encontraras la cena en el refrigerador, solo la calientas y ya - siento un calor tan inmenso en mi corazón, ella ha luchado mucho por matenernos estable a las dos, sus esfuerzos me hacen admirarla cada vez más.

- Está bien lo usaré, y sé perfectamente como cocinar no hace falta que hagas todo tú - le digo tomando el traje que ne regaló y las zapatillas nuevas - gracias, te quiero tanto - la abrazo con mucha fuerza y ella me abraza de la misma manera.

- Bueno apresurate o sino vas a llegar tarde - dice separándose de mi para poder que yo me aliste y sale de mi habitación con rumbo a la cocina.

Me pongo el traje que me dió y me sorprende ver que es algo corto llega hasta un poco más abajo de mis muslos, tiene un escote no tan revelador en el área del pecho, haciendo resaltar mi pechos de un manera simple pero atractiva. Las zapatillas me encantaron desde el primer momento en que las ví, decidí llevar un abrigo de Jeans azul para taparme un poco el área del pecho.

- Me encanta este olor tan peculiar - como no reconocer ese aroma tan delicioso... Café.

- Pues es la medicina de todos nuestros días princesa - dice mi hermana sirviendo dos tazas de café en la la mesa de la cocina - toma asiento, ya vengo con las tortillas y huevos revueltos, lo que más te gusta - como no amarla si me conocé a la perfección, ella ha hecho de mis días, luego del accidente de nuestros padres, lo más sobrellevantes.

Perfecta ImitadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora