Diamantes oscuros

Capítulo 64

Capítulo 64.

El cierre sube con facilidad y las dependientas sonríen casi victoriosas, mi cabello está realmente despeinado y sé que pronto debo ir a hacer un retoque en las puntas, ¿un corte vendría mejor? Shelby había mencionado esta mañana por teléfono que necesitaba que mi vestido fuese largo, rojo y despampanante. Esta chica quería ver al resto brillar incluso en su día.

-¿Señorita?- giro con medio vestido presionado sobre mi pecho.

-Dígame

-¿Gusta ver algún otro vestido?- miro hacia abajo y tengo una visión perfecta de una foto grupal con las chicas, donde tal vez esté un poco ebria y mi mejor amiga casándose. Este es.

-Definitivamente este es el indicado.

-Le queda estupendo, si me permite decirle- sonríe y me ayuda a quitar la parte baja del vestido.

Veinte minutos más tarde estoy en camino a una sesión fotográfica con mi vestido en una caja enorme y un par de preciosas zapatillas negras. Paris hoy lucía tan ajetreado que el estrés era casi palpable, me encantaba la idea de que fuera mi última semana aquí después de estar fuera de New York durante tanto tiempo y al saber que tendría que marcharme unos días, sabía también -y de sobra- que mis citas deberían ser adelantadas y mis días estaban siendo realmente ocupados por entrevistas, sesiones, gimnasio y un montón de pendientes.

-Hola, chica- saluda Felicity, la maquillista de la marca.

-Felicity- doy un beso en su perfectamente bronceada mejilla-, ¡qué gusto verte!- dejo mis pertenencias en el estante indicado con mi nombre.

-Uff, ni que lo digas, he tenido una semana de locos- lavo mi rostro rápidamente mientras la escucho y me siento frente al espejo, ella gira mi silla.

-Y apenas es martes- reímos-, pero te entiendo, tengo unos cuantos pendientes que debo acabar antes del viernes- levanta ambas cejas.

-Suerte con ello, nena.

-Lo sé- me encojo de hombros y empieza a preparar mi piel.

-¿Tienes trabajo en algún otro lugar?

-No, realmente es la gran boda de mi mejor amiga, estoy tan emocionada por ella, tiene el chico ideal, ¿sabes? - chasquea.

-Tal vez puedas preguntarle si tiene algún amigo el chico, ya sabes- se ríe y yo continúo. Si supiera.

-Los tiene y no son nada como él- hey, no estoy mintiendo.

-¿Dónde será la boda?- escucho cierres abrirse y cerrarse y sé que está haciendo su magia sobre mi rostro.

-New York, no conozco el lugar, pero sé que será algo realmente espectacular, tal vez algún jardín o salón muy elegante- me encojo de hombros.

-No te muevas- dice concentrada.

-Lo lamento.

-No hay problema, pero si algo sale mal, te culparé a ti- y volvemos a reír.

Pronto estoy cambiándome y tengo un muy ligero vestido negro largo y abultado en la parte inferior sobre mí, y un montón de agua cayendo sobre todo mi cuerpo, miro rápidamente el reflejo de la cámara y me sorprendo de lo rara que luzco, muy maquillada, muy mojada y muy delgada, pero al final soy yo en ese reflejo y me tranquilizo.

-Luna, gira un poco hacia tu izquierda- escucho a la fotógrafa decir-, el pie, listo- escucho el clic.

-Vamos a rociarte un poco más de agua, está caliente, ¿de acuerdo?- escucho a otro chico decir y asiento, sintiendo la brisa sobre mí y una sonrísa sale.